Capítulo 3

153 6 3
                                    

La verdad creo que nunca me he sentido realmente enamorada en mi vida, las relaciones que he tenido en mi vida siempre fallaban, ¿habrá sido por eso? La verdad no tengo ni la menor idea, siempre por cualquier cosa peleaba y decidíamos terminar, fue así con las dos únicas relaciones amorosas en mi vida, y si me pongo a pensar me doy cuenta de que nunca me sentí en las nubes en mis relaciones, estaba con ellos porque mis amigas me decía "Melanie mira es guapo, es tierno, te va a respetar y bla bla bla lo típico que te dicen tus amigas cuando les gusta alguien para ti" pero ¿de qué sirvió tener relaciones amorosas si no hubo amor en ninguna de las dos? Creo que los veía como un compañero cuando no estabas con tus amigas, ¿o también será que cuando pequeña perdí a las personas a las cuales más necesito su apoyo en este sentido? La verdad creo que voy a dejar que llegue la persona indicada a mi vida, la que me haga sentir en las nubes, mientras esté con él me voy a dedicar a pasarla bien con las chicas y los chicos.

En ese mismo momento me subí a mi auto y maneje, sólo hice una parada a comprar flores, cuando llegué a mi destino me baje del auto y camine por el pasto y llegué a la lápida que decía Thomas Ignacio Jones Rousseau, me senté y dije:

-Hola loquillo, tanto tiempo que no vengo, creo que no vengo desde tu cumpleaños, pero ahora ya no aguantaba tener esta tristeza guardada y vine a contarte mis cosas, sé que estás conmigo en todo momento pero necesitaba tener un lugar físico en donde hablarte, te cuento que conocí a un tipo, se llama Daniel Smith, va en mi clase Bases Científicas de la Medicina I, es muy guapo pero no sé cómo ser con él, ósea hace unos días tuvimos un problema que tú sabes que es, y desde ahí soy muy pesada con él, es raro porque desde pequeña he sido la típica chica dulce y tierna que quiere lo mejor para los demás, sin dejar de ser feliz ella, lo recuerdas papá, pero con él soy todo lo contrario, soy pesada y soy fría, ¿qué es lo que está pasándome?, ¿acaso me estoy enamorando sin darme cuenta?, cosa que no creo porque desde que te fuiste ya no sé qué es amor, ya no sé qué es la verdadera felicidad, ya ni tengo idea que hacer porque no tengo a mi mejor amigo, a mi héroe, a mi compañero, a mi papá, tengo miedo de que me pase algo que no sea conveniente para mí y los que me rodean.

En ese momento me di cuenta de que en mis ojos había un mar de lágrimas que había rebasado y mis lágrimas corrían por mis mejillas, me las sequé y me despedí de la persona que vine a dejar sus restos aquí.

De camino al auto me encontré con Daniel y me empecé a preguntar ¿Qué hace aquí? Lo seguro es que no me siguió y me vino a consolar; Daniel se detuvo a saludarme y yo le pregunté que a qué había venido y él me dijo:

-Vine a ver a mi madre y tú ¿Qué haces aquí?

No se me ocurrió nada mejor que decirle:

-Ando dando una vuelta -mentí.

- ¿Una vuelta en un cementerio?

-ehh... ¿sí? -sonó mi voz dudosa.

-Ya dime la verdad si no te voy a decir nada -lo dijo de forma tan humilde, como si fuera otro Daniel.

-Con una condición -necesitaba estar con alguien así que por eso se lo dije.

- ¿Cuál?

-Te espero que veas a tu madre y me invitas a tomar un helado o a comer o a hacer algo que tú quieras.

- ¿Esto es una cita? -preguntó con una sonrisa que le invadió la cara.

-No, sólo es una salida para conocernos y llevarnos mejor -contesté media confundida.

- Bueno.

A los quince minutos de haberse ido llegó Daniel, al parecer también estuvo llorando porque traía sus ojos cristalizados, él se paró en frente de la puerta del conductor y me dijo que me cambiara a la del copiloto, le hice caso y me vendó los ojos con la pañoleta que colgaba de su mochila, no supe cómo o en cuanto rato llegamos al lugar porque pareció una eternidad al tener los ojos vendados todo el camino, se bajó del auto y me ayudó a bajar con todavía los ojos vendados me hizo caminar unos pasos, lo único que sentía era el olor a aire limpio, me sacó la pañoleta y lo primero que vi fue una laguna enorme con agua cristalina y con árboles grandes y frondosos, era un lugar bellísimo, nunca en mi vida había visto algo así, después de un rato Daniel me dice:

Por Qué Me Enamoré De Ti? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora