Capítulo 4

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Cuando salí de clases le dije a Daniela que nos fuéramos juntas en mi auto y ahí conversábamos sobre lo que le había ocurrido. Nos sentamos en mi auto y me empezó a contar.

- Es que lo que pasa es que me he besado con otro chico y no sé cómo decírselo a Pablo. -dijo ella con voz quebradiza.

- ¿A quién besaste?

-Me abalancé y besé en los labios a Daniel.

En ese momento sentí ganas de estrangularla, pero no lo hice y le dije:

- Tienes que decírselo a Pablo.

-No puedo es muy importante para mí.

-Entonces ¡¿por qué besaste a Daniel?!

-No sé sus labios me parecieron irresistibles. -dijo en un tono triste.

Me tranquilicé y le dije:

-Lo mejor que puedes hacer es decirle a Pablo y explicarle lo que pasó.

Daniela asintió con la cabeza y se bajó del auto. En ese momento sentí que mi corazón se rompía, nunca me había sentido así, era un sentimiento nuevo.

Maneje hasta mi casa y cuando llego está Daniel con un ramo de rosas azules, mis flores favorita, en ese momento me sentí furiosa por lo que me había contado mi amiga, agarre las flores y se las tiré en la cara, Daniel dijo

-¿Qué crees que has hecho?

-Tirarte las flores en la cabeza

-Pero ¿por qué?

-Me coqueteas y después piensas que soy una de tus mujerzuelas baratas, pues no.

-Y ¿por qué crees que te veo así?

-Porque se nota, menos mal que no te he tomado en cuenta - hice una pausa -y olvídate de salir conmigo esta noche.

Abrí la puerta y llamé a María José y en resumen me dijo que sabía que era un estúpido que lo único que quería era jugar conmigo y tenerme para el rato.

No sabía que hacer cada vez el dolor en mi pecho se hacía más fuerte, cada vez me siento más decepcionada de la persona que creí que podía ser Daniel, ese chico dulce y tierno dudo que exista.

Tengo que pensar que es un chico más, común y corriente como todos los que hay en la universidad, que lo único que quieren es pasar el rato con las chicas, pero no voy a permitir que pase eso conmigo, tengo que ser fuerte, aunque cueste, lo tengo que ser, sé que por muy dentro vive una chica muy fácil de engañar, ya que trato de ser lo más fuerte y dura que puedo, a excepción con mis amigos, con ellos puedo ser como soy aunque me cuesta tener confianza durante mucho tiempo, creo que con la única persona con la que puedo contar en el mundo que no me va a engañar es María José, ella no sería capaz, al igual que yo no sería capaz de hacerle daño o traicionarla.

Mañana cuando me sienta mejor llamaré a María José y a Monserrat y las invitaré a almorzar, ya que es sábado.

A veces pienso como sería la vida con mis padres, pienso como serían los miles de castigos dados por salir sin permiso a fiestas, llegar tarde a casa, presentarles a mis novios y en especial poder abrazarlos y sentir su olor y que se quedara grabado en mi memoria, cuando más pienso eso, más me deprimo y me dan ganas de hacer la misma estupidez que vive hace un año.

Desperté y me miré al espejo, mi cara estaba horrible de tanto llorar, mis ojos estaban rojos e hinchados, se les notaba que estaba sufriendo y que la Melanie frágil estuvo presente hace unas horas. Con maquillaje traté de tapar todo, a comparación como estaba, está mucho mejor ahora, ya no se veían mis enormes ojeras y mis enormes bolsas, llamé a Monserrat y a María José estarán en mi casa en media hora, por mientras puedo terminar de arreglarme. Estaba buscando zapatos y me llegó un mensaje de Daniel.

Por Qué Me Enamoré De Ti? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora