-Capitulo 5-

170 14 4
                                    

Las calles estaban muy silenciosa al salir de casa, camine lo suficiente hasta verme situada en la vieja casa, con un hermoso  parque trasero, dondo conocí, entre y me senté en el columpio

¿Siempre pensamos igual no? ¿Esto Debería asustarme? Digo, Quiero respirar y decido venir aquí y tu vienes, acaso lees mi mente –dijo Piero sentado en la fuerte rama que sostenía mi columpio improvisado, lo miro por un momento preguntándome si realmente lo seguía amando

Quizás tengas razón –contesto riendo, me siento en el columpio observando la hermosa pero vieja casa victoriana

Es preciosa no… recuerdas cuando éramos niños y decíamos que esta iba ser nuestra casa –dice  Piero, como olvidarlo si mi vida  estaba llena de recuerdos

Lo recuerdo… quizás si tienes paciencia de esperar a la chica ideal…esta casa será un perfecto regalo de bodas ¿no crees? –dije mirando hacia arriba, sonrió con nostalgia

De que me vale esperar a la chica ideal cuando está enamorada de otro –dice mirándome, por un momento las palabras de Michael llegan a mi mente

Sabes… a veces duele saber que la persona con la que quieres compartir tu vida ama a otra persona,  y lo más estúpido es que toda nuestra vida nos enfrascamos en que esa persona es la indicada para nosotros, pero un día… sucede que la magia que nos cubría de la realidad comienza a disiparse y vemos cuán lejos estamos de ser amados por esa persona y es allí donde miras el horizonte entonces encuentras a una persona, que aunque no le ames con la misma intensidad que amaste a esa persona, el te apoya, sabe comprender y pone todo su esfuerzo en ser ideal,  quizás tampoco sea tu verdadero amor como creíste alguna vez cuando eras novato pero con el tiempo puedes llegar a quererle que te sorprenderás de lo rápido que sanan las heridas y de lo feliz que puedes llegar a sentirte siendo amados con tanta sinceridad –dije recordando lo que viví, suspire sonriendo

Vaya… creo que fui demasiado profunda –dije divertida, mire hacia arriba y Piero estaba mirándome incrédulo

Es lo mismo que siento ¿por eso te fuiste? ¿Por qué…-dijo siendo interrumpido por el repique de mi celular, salvada por la campana

Hola –contesto levantándome

Hola Linda como estas, la boda tendrá que posponerse hasta dentro de un mes –dijo Nathan así sin más sin preguntar ¿te parece bien posponerla? Aunque me parecía de maravilla O ¿cielo hay cambio de planes? Muy buena idea, comenzando con que nuestra vida amorosa tendía de un hilo

Claro, puedo saber ¿Por qué? –dije acariciando las iniciales de Piero y mía inscritas en la corteza del árbol

He decidido adelantar Los negocios para no tener que estar preocupado en nuestra boda y luna de miel, iré dentro de tres semanas tengo deseos de ir a la playa invitaremos a tus hermanos y a tus vecinos los hermanos Barone y bueno si ellos quieren pueden llevar a sus chicas, lo pasaremos genial preciosa, ya he alquilado una casa en la playa será divertido, te extraño nena –dijo, mordí mis labios

Yo también… estoy ocupada cielo hablamos luego –dije colgándole, me doy la vuelta y Piero me mira incrédulo

¿Que fue eso? Acabas de colgarle a tu prometido, ¿están molestos? –pregunto interesado

No Piero, de hecho estas invitado a la casa de la playa, Nathan quiere divertirse y se cómo se pone de hiperactivo cuando escucha la palabra “Playa” y comienza a fastidiarme –dije divertida el sonrió no muy convencido, mire la casa, nunca había entrado en ella

Nunca hemos entrado en la casa –susurre, Piero se bajo de la rama de un salto

Cierto, cuando éramos niños creíamos que estaba embrujada –dijo riendo

La Promesa Del Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora