La era de los dragones

Capítulo 38: Aguanta

Silver fue la que se acercó al dragón, Dani desmontó y se alejó un poco de la escena, Diablo aterrizó a su lado, la bruja puso sus manos sobre la herida sangrante de Neptuno y murmuraba lo que Dani supuso que era un hechizo. Marc fue al lado de su dragón y le decía palabras que Dani no llegaba a escuchar mientras le acariciaba la cabeza. Despacio, con sumo cuidado, Silver introdujo las manos en la herida y poco a poco sacó el filo de la espada rota y la tiró al suelo para ponerse inmediatamente a curar a Neptuno, Dani susurró:

-Menos mal que está bien.

Cuando vieron que Neptuno estaba bien todos los presentes se giraron a mirarla, curiosos ansiosos de información y ella solamente dijo:

-Voy a dormir un rato, llevó toda la noche despierta.

Y así, sin más fue a su cuarto. El trio de estrellas, Lara y Luna les explicaron a los demás lo ocurrido en el castillo de Yarchik lo mejor que pudieron, pero nadie pudo explicar como Dani despertó de ese letargo al que parecía condenada por capricho de Debrah.

Dani se metió en la ducha y mientras el agua caía enfrente de ella, salpicándola pero sin llegar a mojarla, observó esa especie de "tatuaje" que se le había quedado en el brazo ¿quién le había dicho que eso era de Debrah? ¿por qué tenía tan claro que era obra de la diablesa? avanzó un paso y el agua la empapó de la cabeza a los pies. Todo había sido muy confuso, lo mejor ahora para ella era dejar de pensar, dormir un rato. Salió de la ducha y se puso su pijama, antes de tumbarse en la cama pensó en Sandra "Ya ni siquiera aquí está segura...mañana la llevaré a casa"  y sin pensarlo más se tumbó en la cama a esperar que el sueño la invadiera. Daba vueltas sin parar como si ya ni siquiera se le permitía dormir, hundió la cara en la almohada y a su espalda escuchó una voz preciosa que cantaba, con dulzura:

-¡Y que se pare el tiempo! Si aquella luz para tocarme de nuevo, en este cielo eterno. Yo no puedo estar sin ni un momento más ¡es que no puedo!...ni un momento más...necesito que me mires a la cara y que me digas que me quieres por que si no yo me muero. Yo me muero aquí, no consigo caminar sin ti, háblame dime lo que necesito oír por que si no yo me muero aquí.

Dani se incorporó de golpe y vio apoyado en el marco de la puerta a Diablo que la miraba con ojos brillantes, sorprendida Dani le preguntó:

-¿Cómo? ¿cómo es posible que te la sepas?

-¿La has reconocido?

Diablo se sentó al lado de Dani que en un susurro le contestó:

-El rap de Tidus y Yuna...de zarcort...

-Y Piter G. Te echaba de menos, así que me puse a escuchar la música que sueles escuchar. ¿Sabes? Esa canción parece decir todo lo que quiero decirte ahora...

Dani se acercó a Diablo, le sujetó una mano y dijo:

-Entonces no te mueras Diablo-Dani estaba a centímetros de él y le susurró-te quiero Diablo, te amo y así será el resto de mi vida.

Después de decir eso Daniela simplemente lo besó, Diablo intensificó ese beso y la tumbó en la cama. Cuando se separaron por falta de aire Diablo la miraba a los ojos y sonriente le recitó otra parte de la canción:

-Bésame, como si en ello te fuese la vida, un beso tan intenso de esos que nunca se olvidan.

Dani lo atrajo hacia ella entre risas y lo besó, Diablo no pudo evitar sorprenderse al sentir la lengua de la chica rozando la suya pero fue una sorpresa agradable. En ese sentido Daniela era algo torpe, pero como todas las cosas mejoraría con práctica, eso fue lo que pensó Diablo, las manos de Daniela descendieron por su espalda y le apretaron el culo "No me llames torpe"  esa pequeña frase en su cabeza lo hizo reír,  ambos se separaron, Daniela lo miraba con una sonrisa divertida y Diablo le contestó "Me ofrezco como profesor"  Dani  se mordió un labio al escucharlo en su cabeza "Propuesta aceptada"  y le volvió a besar. Diablo besó su cuello, luego pasó a la clavícula y al hombro, acarició esa marca que se había quedado en Dani y recordó que eso había estado a punto de condenarla al sueño eterno. Dani le acarició el pelo y le dijo suavemente: