Son las cuatro de la tarde, y nos encontramos en nuestra aula. ¿Y a que no sabéis con quién? Pues con los gemelos; creo que nos están acosando un poco bastante, y creo que han hecho que les castiguen a conciencia.
Demasiadas coincidencias con estos subnormales en tan solo un día.Mi estómago ruge sonoramente, a pesar de que acabo de comer.
Ana, que está recién sentada a mi lado, me mira con una cara rara, a lo que yo señalo mi tripa.-Os quedaréis aquí hasta las seis. Suficiente tiempo para que reflexionéis.-nos informa la asquerosa tutora con el director a su lado.
-Tranquila, que nos sobra.-respondo vacilante.
Me fulminan con la mirada, y seguidamente salen. Malditos enfermos, que nos cierran la puerta con llave.
-Estoy hasta los cojones.-resoplo recostándome en la incómoda silla.
-Ah, ¿tienes cojones? No lo sabía.-me vacila un gemelo. Gilipollas.
-¿Quién?-le respondo.
-Pues tú.-dice con tono de obviedad.
-No, que quién te ha preguntado.-respondo cortante con una sonrisa ladeada.
-Uh, turn down for what Dani.-ríe Jesús, a lo que Daniel me mira con asco, pero lo dejo pasar.
-Qué pesado con el "turn down for what".-replica Ana mientras hace comillas con los dedos.
-¿A que sí?-le lleva la razón Daniel, chocando los cinco con mi amiga, a lo que esta responde con una mueca de asco disimulada.
En verdad se le cae la baba. Pobre ingenua.
Ruedo los ojos y marco en Daniel una mirada de odio fija.
-Si quieres intimidarme, no lo vas a conseguir. Lo único que va a conseguir es ponerme.-dice y se relame los labios.
Vale, eso ha sido..., inesperado. Trago saliva con dificultad y saco todo mi orgullo.
-Eres un cerdo Daniel.-escupo.
-Me ponen cuando chicas guapas me llaman así.-dice y me guiña un ojo.
Nota mental: Este gemelo es bipolar.
-Me das asco.-contesto borde.
-Vale, haya paz.-dice Jesús haciendo gestos raros con las manos, y se forma un silencio.-Tengo ganas de liarla.-comenta, a lo que Ana suelta una risa tonta.
¿Véis? Si es que en verdad le encantan este par de retrasados. Para no conocerla, já.
-¿Nos escapamos?-pregunta Daniel, mirándome.
-A mí no me mires, que yo contigo no voy a ningún lado.-digo alzando las manos.
-Va, no seas aguafiestas.-dice el otro gemelo.-Uh, bajamos por la ventana.-dice frotándose las manos con una cara de psicópata que da miedo, a lo que no puedo resistirme y doy una carcajada.
-Guau, se ha reído.-dice Daniel burlón.
-Que te den.-digo y le saco mi dedo corazón.
De repente, los tres empiezan a reír a la vez, a lo que se callan rápidamente y se miran asustados por la coordinación inesperada.
-¿Qué?¿De qué os reís?-digo extrañada.
-Pues yo me río de tu dedo; es muy pequeñito.-dice Jesús y se acerca a mí.-Déjame ver.
Le tiendo la mano insegura y a la vez enfadada, y mira fijamente mis dedos, a lo que ríe.
-Tío, son como los de un Nenuco.-ríe más, seguido de Daniel y Ana.
-Me lo suelen decir...-suelto molesta.
-A ver.-Daniel me coge la mano y me achucha un poco los dedos con delicadeza.-Oh, qué blandita.-ríe, y a mí pues me da la risa también.
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Always
Fanfiction¿Crees que tu vida podría cambiar si fueses a una discoteca para celebrar un examen con tu mejor amiga? Es algo simple, ¿no? Pues esa es mi sencilla historia. Yo, Claudia Quiñones, y mi fiel compinche en las peripecias, Ana Rodríguez, viviremos una...