-¿Entonces cómo bajamos?pregunta Ana, algo asustada.-Yo bajo primero, y ya os ayudo a bajar.-le responde Jesús guiñándole un ojo, a lo que Ana se tensa y yo río por dentro.
-Venga Ana, no seas caga'.-digo con mi característico acento andaluz.
-No te hagas tú tan valiente.-me dice Daniel intimidante.
-¿Por qué hablas si nadie te ha pedido tu opinión? -pregunto seca.
-Porque quiero y puedo.-sonríe vacilante.
Como suponía, es bipolar.
-Bueno.-dice Jesús y da una palmada para llamar nuestra atención.-Vamos al lío.
Hemos planeado, de manera algo improvisada, un pequeño plan para salir de aquí, porque no creo que aguantemos dos horas más.
Primero va a bajar Jesús, ya que a Daniel las alturas no es que le gusten mucho; marica. Y una vez Jesús ya abajo, nos ayudará a bajar.Ya una vez Ana y yo abajo junto a Jesús, Daniel se niega a bajar. ¿Pero será miedica?
-Va Daniel, no me seas niñita.-digo cruzándome de brazos.
-Tú te callas.-dice mirándome de una forma que me da miedo, a lo que me tenso involuntariamente y ruedo los ojos.
-Illo Dani, estás amariconao'.-dice Jesús tendiéndole la mano.
-Qué andaluz ha sonado eso.-ríe Ana.
-Es que somos andaluces, pero nos tuvimos que mudar aquí. -responde Daniel aún a pie de la ventana para saltar.
-¡Qué no nos importa tu vida! ¿Quieres callarte y saltar de una puta vez?-digo perdiendo los nervios.
-Ey, esos humos preciosa. -dice haciendo un gesto con las manos para que me relaje.
-El humo que te va a salir de los huevos de la patada que te voy a dar como no bajes ya.-digo resaltando la última palabra.
-Dios.-susurra más bien para sí mismo, pero lo logro escuchar.-Voy, voy.-dice con los ojos como platos.
Entre algunos que otros grititos y otras mariconadas, baja. Sonrío satisfecha por mi anterior agresividad.
-Por lo visto te ha costado.-comenta Ana riendo.
-Cada vez que tiene que bajar de un sitio se pone así.-dice Jesús pícaro.
-Que te den, Jesús.-dice Daniel rodando los ojos.
-Dejaros de tonterías y pensad en como salimos sin que nos vean.-digo cortante.
-Corriendo, simplemente.-contesta Daniel y echa a correr.
Pero para al darse cuenta de que no le seguimos, y vuelve hacia nosotros, por lo que la escena resulta bastante graciosa y suelto una sonora carcajada, a lo que Daniel se sonroja.
-A ver, vamos a ir andando normal, como si nada, ¿vale?-propone Jesús, a lo que todos asentimos con un movimiento de cabeza.
Mi amiga-lapa ya está al lado de Jesús, por lo cual Daniel y yo vamos atrás. Mientras andamos, mi mano roza con la suya, lo cual me causa un escalofrío.
¿Qué? Es retrasado mental pero, es que está demasiado bueno. No más que Christian Grey, pero se acerca bastante. Tienen la misma mirada; intensa e intimidante, y eso queráis o no, me encanta.Conseguimos salir del recinto con éxito, y Daniel y Ana se chocan los cinco.
Ana, ¿y esas confianzas? Tengo una conversación pendiente con ella.-Somos los putos amos.-sonríe Daniel.
-Los putos amos menos tú, que por culpa de tus gritos nos podrían haber pillado.-salto vacilante.
Me encanta joder a la gente, jé.
-Eres una borde de mierda.-dice enfadado, apretando ligeramente los puños.
-Lo siento, soy así con quien me cae mal.-respondo con una sonrisa ladeada.
Mientras tenemos esta pequeña discusión Ana y Jesús se quedan mirando de brazos cruzados.
-Pues que yo sepa soy buena gente, o al menos es lo que me dicen.-dice Daniel algo indignado.
-Sí, claro, y lo único que quieres es joderme. El caerse mal es mutuo.-digo.
-¿Y quién ha dicho que me caigas mal? Me caes bien, lo que pasa es que me gusta picarte.-dice medio riendo.
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Always
Fanfiction¿Crees que tu vida podría cambiar si fueses a una discoteca para celebrar un examen con tu mejor amiga? Es algo simple, ¿no? Pues esa es mi sencilla historia. Yo, Claudia Quiñones, y mi fiel compinche en las peripecias, Ana Rodríguez, viviremos una...