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Los lobos tenían un pelaje tan brillante bajo los rayos del sol que se filtraban en los arboles, parecía sedoso con reflejos dorados, su cola era tan gruesa como la de una ardilla, sus patas delanteras están abiertas y alertas ante cualquier ataque, aun desde el árbol pude ver que tenían los dientes afilados como navajas. Los tres lobos merodeaban en el claro, oliendo algo sospechoso que no tardaría en distinguirlo como el aroma de una niña.

Y hay estaría muerta.

- Cálmate- me dijo una voz interna,-Los lobos No pueden trepar arboles.


Aun así comencé a sudar descontrolada mente, los lobos seguían olfateando el suelo que una vez pise. La adrenalina subía a tope porque no sabia con claridad como racionar ante esta situación ¿miedo? ¿pánico? ¿furia?

Nunca vi un lobo cerca asta este momento, y eran tres.

Maldeci mentalmente cuando uno de los lobos me miro.

Los sinsajos dejaron de cantar cuando vi aquellos ojos negros como el carbón, tan oscuros que no distinga la iris de la pupila, fue cuando me di cuenta de que no eran lobos.

No, podían ser cualquier cosa menos lobos, los lobos no son de pelaje dorado como el oro, no tienen una cola como ardilla y no andan en grupo de tres. Me enfrentaba a algo mas peligroso que un lobo.

Un muto.

Jadee sin control cuando los tres lobos me miraban, esperando que entrara en pánico para caer a sus fauces. Los mutos fueron una creación del Capitolio para los juegos del hambre, eran simbólicamente hablando animales, pero fueron genéticamente diseñados para matar, equipados con habilidades para acabar con los tributos.

Solo conocía a los sinsajos, pero esta era la primera vez que veia a un muto en la vida real, no por fotos oh vídeos.

El pánico se apodero de mi cuando vi que aullaron. Grite como la niñita que soy al ver como las garras de uno de los mutos se clavaban en la madera del arbol, este se impulso y comenzó a escalar como una persona. Mi reacción al aproximarse fue lanzarle esos frutos rojos, lance con una mano y con la otra sostenía la rama que se tambaleaba, el muto retrocedió un poco pero mis intentos solo lo hicieron enfurecerse mas.

- AYUDA.

Grite aunque sabia que nadie vendría al rescate, nadie vendría y me sacaría de la panza de la bestia, si esa cosa llegaba a mi estaría muerta en cuestión de segundos.

No pude dejar de pensar en mi madre y en como sobrevivía a estos, quizás no soy como ella, después de todo su infancia fue dura y traumática, la mía cómoda y cálida.

El lobo abrió sus fauces a unos centímetros de mi, grite y lo primero que hice fue golpearlo con el pie. El animal cayo unos metros aturdido, pero siguió trepando cuando se recupero.

- AYUDA.

Este ultimo alarido afecto al animal. Cuando mire a bajo lleve mi mano libre a mi boca: el animal había caído del árbol, estaba tendido en un charco de la mas oscura y densa sangre que jamas hayan visto, la causa de su muerte era un palo largo y puntiagudo que entro por su ojo izquierdo, oh mejor dicho, una flecha le perforo el ojo matándolo.

Algo en la hierba se movió, los animales -y yo- retrocedieron asustados ante una presencia mas poderosa. Los arboles seguían moviéndose asta que la punta de una flecha salio disparada a la pareja.

Estos retrocedieron aterrados. Fue cuando aquella presencia apareció, con pasos firmes y amenazadores, era pequeña pero letal con el arco y un saco de flechas en su espalda, su rostro desprendía fuego llameante invisible ah simple vista. Al principio no identifique la figura, pero al ver su cabello -lizo como seda- en forma de una perfecta trenza el mundo continuo en parcha.

- Mama...- Murmuré bajo, ni los lobos ni ella lo escucharon.

La pareja de mutos gruño, mi mama preparo una flecha y disparo a uno de ellos, de nuevo lo esquivaron y corrieron hacia ella- uno por la derecha y el otro por la izquierda-; la mirada de mama no cambio cuando el de la derecha salto hacia ella, giro su cuerpo evitando al muto. Este cayo al suelo dando un gruñido de frustración provocando que el de la izquierda atacara de frente.

- MAMA- Grite aterrada la ver al muto sobre mi madre.

Jadee sin control al ver aquella batalla entre mi madre y el muto: Mientras el atacante intentaba clavarle los dientes en la garganta de mama, ella intentaba bloquear el ataque abriendo las fauces del animal con sus manos; ¿Lo mataría con eso? ¿Y si los dientes tenían baba venenosa? Aquellas preguntas me distralleron de el muto aturdido, quien se levanto dispuesto a matarla.

Cuando me di cuenta aquel muto se dirijia en paso lento a la pelea. Grite y comencé a hiperventilarme, una oleada de culpa vino a mi mente al pensar que seria responsable de la muerte de mi madre, ¿Como podría soportar eso? ¿como vería de nuevo a Petter o a mi papa sin sentir culpa?

Me horrorice ante esos pensamientos, tomo aire eh hice lo primero que se me vino a la mete para salvar a mi madre.

Me pise de cuclillas y me lance al aire. Sentí un golpe seco en mi espalda seguido de un horrible dolor en mi cabeza; mi visión era lo único que no pareció haber sido afectado - Ya no podía ni hablar- pude ver ahora como el lobo que se encontraba aturdido venia a mi oliéndome.

Sentí como un sabor metálico en mi lengua corría asta mi garganta. El lobo ahora olisqueaba mi cabello, pude sentir su nariz entre mi pelo, mi mejilla y su lengua en mi frente. - Que irónico- fue lo que pensaba- Una niña en el bosque sera devorada por un lobo.

Un aullido de dolor se escucho a lo lejos.

El lobo se hirgio rápidamente pero no impidió que una flecha le diera en el cuello, la sangre negra salpico mi rostro, el muto se tambaleo a unos centímetros de mi para morir al lado mio.

Mi respiración era mas y mas frágil. No tardo mucho cuando mi mama se pozo a mi lado con el terror inundando sus ojos, su voz la escuchaba lejana "Prim. Mi amor despierta" decía mientras me levantaba con sumo cuidado. Comenzó a caminar con mi cuerpo en sus brazos, pude ver una gota de sangre correr por su pelo oscuro, como un pequeño moretón en sus finos labios.

Los Sinsajos volvieron a cantar y pude ver a mi madre sonreír, y yo también lo hise.

- Tal vez encontré algo que nos gusta a las dos- pensé con una sonrisa antes de que la oscuridad me arropara en un sueño en donde mama y yo corriamos al atardecer.

Despues Del SinsajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora