¿Casualidad?

2 0 0
                                    

Esmeralda durmió esa noche profundamente, como hacía mucho que no dormía.
Cuando despertó tenía agujetas por todo su cuerpo pero se levantó contenta.
Por la tarde quedó con sus amigos, Adrián y Sonia.
Rienron, pasearon, compraron helados...
Escucharon música en una plaza y se acercaron a mirar.
"Bah, de baile", pensó Esmeralda.
+Guau, que guay, ¿nos acercamos?
-Hostia, ese es...
+¿Quien?
-...
+¿Quién?
-Nadie, me he equivocado...
Era Óscar, con su canción... ¡Qué coincidencia!
Pero no hizo caso y siguieron adelante.
Fueron a comprar un helado, ya que hacía bastante calor para ser 2 de marzo.
Se sentaron en unas escaleras techadas desde las que se oía la música del evento.
Esmeralda y Sonia comían del mismo helado cuando comenzó a subir las escaleras un hombre con una mochila, gorra, tirantes y pantalones anchos.
Esmeralda no se fijó mucho, hasta que giró la cara y le sonrió.
En ese momento se le cortó la respiración y se dio cuenta de que era la misma mirada que había visto en clase, en el segundo en el que se detuvo el tiempo.
Siguieron riendo y bailando y llegó la hora de cenar.
+Chicos, ¿vamos al bar de mi tía y cenamos hamburguesa?
-Claro, suena bien.
~Vale, guay
Tomaron asiento y les atendieron de inmediato.
•Hola Sonia, ¿cómo estás?, qué alegría verte por aquí.
+Bien, aquí a cenar jeje.
•Muy bien, ¿qué os apetece?
+Yo quiero una cocacola, unas patatas y una hamburguesa sin lechuga ni tomate.
~Yo otra cocacola, un campero de pollo y patatas.
- Yo una fanta de naranja, patatas y hamburguesa con queso.
•Muy bien, en seguida os lo traigo
+Veréis que riquisimo está todo

Continuaron hablando de sus cosas, sus experiencias durante el curso, tonterías que se les iban ocurriendo y demás.
Pronto llegó la comida y todo estaba riquisimo, pero al segundo bocado de Esmeralda a la hamburguesa, Sonia movió su silla y dejó ver la mesa que había a su espalda.
De pronto un hombre miró y comenzó a saludar.
Esmeralda se quedo perpleja, no sabía que hacer y con la mano temblorosa lo saludó.
" Óscar... No puede ser... Que bueno está, digo, que casualidad".
+¿Quién es tía? Qué bueno está.
~Si, dinos ya quién es
-... Es... Es Óscar... El profesor de zumba
+ ¿Y qué hace aquí?
-Cenar, ¿no lo ves?
+Jajaja, tonta, pero qué casualidad
-S...Si..Si...
~¿Que te pasa?
-Nada...
~Estas temblando
-Nada, de verdad, no tengo mas hambre.
+Si no has comido nada
-Ya...

"¿Por qué no deja de mirarme? ¿Qué le pasa?
Pf... Qué bueno está... Y qué sonrisa..."

No volvió a probar la comida y fueron a pagar.
De pronto escuchó unos pasos detrás de ella mientras Sonia y Adrián pagaban y pronto notó una mano en su hombro.
+Hey! ¿Como estás?
Cuando se giró vio a Óscar.
-H...¡Hola! Bien, aquí jeje ¿y tú?
+Bien, cansado de la masterclass
-Así que es verdad... Eras tú el de la plaza
+Sí, ¿me has visto?
Esmeralda notaba el calor en sus mejillas.
-Si... Un poco de lejos solo...
+Aahh, bueno, espero que a la próxima vengas.
-Claro
Acto seguido le puso la mano en el hombro para despedirse y se dirigió al baño.
Esmeralda estaba roja como un tomate de la vergüenza y no entendía por qué.
Esa noche estaba feliz, bastante feliz.

¿Por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora