Capitulo 7: El Despertar de Anthea

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Capitulo 7: El Despertar de Anthea.

Caída y oscuridad, eran las únicas palabras que podrían describir lo que sentía. A mi alrededor, no había nada de lo que pudiera sostenerme así que sólo me preparé para sentir un fuerte impacto que probablemente acabaría conmigo.

Tomé una gran y forzosa respiración mientras abría los ojos y me incorporaba violentamente en aquella especie de camilla.

En mi mente solo había un gran vacío, todos los recuerdos parecían haber sido suprimidos, no sabía mi nombre, ni cuantos años tenia y mucho menos donde estaba.

En busca de respuestas traté de levantarme, pero caí estrepitosamente al suelo, por primera vez notando que tenia un tubo para respirar y me lo quité. Intente pedir ayuda, pero mi garganta estaba tan reseca que de mis labios solo salió un áspero murmuro.

Rápidamente la puerta se abrió generando que un sentimiento de pánico se apoderara de mi.

Una mujer no muy mayor, de aspecto familiar y expresión gentil, se acercó rápidamente a mi para ayudarme a levantarme.

Por acto reflejo, me aleje de ella, con miedo, después de todo, no la conocía y podría intentar hacerme daño y contando en el estado en el que estaba, hasta la cosa mas insignificante podría matarme.

—Hija, soy yo, tu madre, no temas. —Dijo de manera calmada.

Algo en su voz denotaba que era cierto, dejando mi actitud defensiva de lado, me acerqué a ella sin pensar en las consecuencias.

—Ay cariño, te extrañe tanto —Dijo la mujer.

—¿Q-que me pasó? —Pregunté

—¿No recuerdas nada?

—No. —Vi como sus ojos se volvían cristalinos debido a las lágrimas y me sentí un poco mal por ella.

—Llamaré al doctor para que te revise. —Dijo mientras me ayudaba a levantarme del suelo y me colocaba en la camilla con sumo cuidado, como si fuera de cristal.

La puerta se abrió y una enfermera entró a chequear mis signos vitales y se fue, a los pocos minutos entró el doctor con la misma enfermera detrás de el.

—Bien, veamos que tenemos aquí, como te llamas? —Preguntó mientras revisaba mis ojos con una linterna.

—No lo sé —Contesté simplemente.

—¿Sabes cuantos años tienes?

Negué.

—Bien, no te preocupes por eso, te haremos unos exámenes, y te dejaremos en observación hasta que sea prudente dejarte ir -Dijo el doctor, a lo que yo solo asentí. -Dejaremos que tus familiares pasen y yo me retiraré —Dijo y se fue.

Cerré mis ojos tratando de disminuir el repentino dolor de cabeza que tenía cuando escuché que la puerta se abrió y por ella vi que entraba mi mamá seguida de otro chico.

—Anthea, tienes alguna pregunta? —Dijo mi mamá.

—¿Cual es mi nombre completo? ¿Cuantos años tengo? Que me pasó? —Dije rápidamente.

—Hija, te llamas Anthea Oh, tienes 18 años y cuando cumpliste 14 tuviste un accidente, donde el autobús escolar en el que ibas tuvo un extraño accidente, tu fuiste la más afectada.

Intenté procesar todo eso y sentí que mi cabeza estallaría por el gran dolor que sentía.

—Creo que necesito descansar un poco —Dije cerrando los ojos y recostandome en la cama.

See You Again (Nico Di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora