Siempre tú [CNO#2]

Capítulo 5

El primer 02 de mayo, 2016. Corllin.

"Lo siento, no creo que pueda ir hoy" había sido el whatsapp que le llegó de Chase.

Meena suspiró, triste, pero decidió que no podía centrar toda su atención en él y se prometió tener una gran fiesta de cumpleaños en su nuevo apartamento.

Había muchos invitados, algunos desconocidos para ella, alcohol y música estruendosa. Los cuerpos de adultos jóvenes bailaban pegados unos a otros en la sala que ella había desocupado con anterioridad, era un tumulto al que no tenía muchas ganas de meterse.

Se detuvo a tomar un respiro en el pasillo que llevaba a la cocina y sintió unas manos cubrirle los ojos.

-Feliz cumpleaños, preciosa -susurró en su oído y aquella voz había sido una melodía para ella.

-Chase...-lo llamó, sin poder evitar la sonrisa que se le formó en sus labios. Él destapó sus ojos y rodeó su cintura con sus brazos, dejando su barbilla recostada en el hombro de ella-. Dijiste que no vendrías.

-Mentí -confesó, tranquilo, y depositó un beso en su mejilla.

El muchacho se separó de ella y la dejó girarse, sus ojos de un tono dorado la observaron con curiosidad por algunos segundos y luego esbozó una sonrisa.

Chase Dou era un muchacho alto, moreno, de sedoso cabello castaño y facciones definidas. Había algo en él, en la seguridad de sus movimientos, en la sonrisa encantadora, en la mirada curiosa o en el labio superior un poco más grueso que el inferior, de manera que sólo ella lo notaba, que lo convertía en un ser casi perfecto, casi demasiado bueno para ser real.

-¡Chasi! - lo llamó una voz femenina.

Meena contuvo la respiración al oír sus zapatos de tacón mientras se acercaba. Al girarse, se encontró a Kaila Duvá, la razón de que él no fuese perfecto del todo.

Ella era una muchacha bajita y esbelta, de cabello castaño con mechones azules, ojos azul oscuro y que usaba un vestido de escote pronunciado.

-Chasi, ¿interrumpo algo? -preguntó, fingiendo sentirse culpable al verlos tan cerca el uno del otro.

-Oh, no -dijo él y sonrió-. Estaba por comentarle a Mee acerca del magnífico regalo que le tengo preparado.

-¿Y qué regalo es ese? -curioseó, acercándose a él con lentitud. Meena quería que se alejara pero no se atrevería a decírselo. Contuvo sus impulsos, sabiendo que con lo buen amigo que él era se alejaría de sólo pedírselo, y la vio coquetear abiertamente con él.

-Creo que iré por Julián -interrumpió-. Te veré luego, Chase.

Él asintió y ella se marchó, dejándolo a merced de aquella chica de sonrisa traviesa.

Meena pasó varios minutos intentando localizar a su amigo de la infancia, hasta que lo divisó en un extremo de la sala.

Julián, vestido de negro como pocas veces se le podía ver, tenía la espalda recostada contra la pared y la mirada fija en el muchacho frente a él. Elías tenía los brazos a ambos lados de su rostro y sus palmas abiertas presionaban la pared, sus ojos estaban contemplando su rostro y en sus labios se formaba una sonrisa algo malvada.

Cuando ella estaba por girarse para dejarles su momento de intimidad, escuchó que su amigo la llamaba.

Julián le susurró algo al otro, que no pareció agradarle mucho por la expresión que puso, y se deslizó fuera del pequeño encierro en el que lo tenía por sus brazos junto a su cuerpo.