Educando a Harry

Capitulo 6

A finales del tercer mes los niños  estaban ya acostumbrados completamente a Harry mientras el seguía luchando con sus sentimientos pues por un lado quería tenerlos siempre cerca y por otro se recordaba la razón por la que los había adoptado.

Haley se había vuelto un recuerdo constante. Ella le había dejado un consejo antes de irse el cual Harry había interpretado a su conveniencia. "Tomar lo mejor de los demás y lastíma antes de que te lastimen" Esa era la razón por la que Harry se negaba a abrir su corazón ante nadie, él no deseaba sufrir por nada ni por nadie, no despues de ver como Haley se hundía lentamente por tanto dolor y tanto sufrimiento.

El día que ella partió él simplemente enterró su dolor y con el la culpa y la posibilidad de sentirla, convenciendose a si mismo de que no era capaz de sentir nada mas.

¡Pero que equivocado estaba!  Haley estaba presente en sus recuerdos de un tiempo a la fecha, haciendole ver lo mal que estaba al utilizar a tres pequeños inocentes para su propio beneficio. Remordimiento era lo que sentía y quizás a un grado mayor que el que sintió cuando supo que pudo haber hecho algo para ayudar a Haley y no hizo absolutamente nada.

Sin embargo,  esa sensación de culpa era mitigada por los sentimientos que crecían en su pecho  sentimientos que no eran desconocidos pero si extraños pues hacía mas de diez años que nadie había logrado entrar a su corazón sin esfuerzo y hacerlos  brotar esos sentires, pero esos tres chiquillos lo hicieron. Despertaron en él el cariño, amor y ternura que creyó jamas volvería a sentir y era avazallante, intimidante, imponente.

Tenía miedo de sufrir por eso Harry seguía aferrandose a lo que había sido los ultimos años, un seductor amante del sexo sin compromisos . Dejaba a los chicos con Hanna cuando salía de cazería y sin embargo no sentía lo mismo, las seciones de sexo salvaje con quien fuera ( alguien de los que Harry tenía en su agenda y que sabía siempre estaban dispuestos para él ) ya no eran lo que siempre fueron.

Ron, Hermione y Blaise siempre estaban presentes ademas... el rubio. Harry no entendía o si lo hacía se negaba a aceptar que sentía algo por el. Aún así alucinaba con tenerlo debajo de él sudando, gimiendo y gritando su nombre pero eso sencillamente era imposible.

A veces ni siquiera llegaba a penetrar a quien estubiera pues su erección bajaba de golpe al recordar que sus niños estaban en casa con Hanna esperandolo  para dormir porque sabía que Blaise no lo hacía hasta que sentía su precensia cerca y él mismo se sentía mas tranquilo al estár en casa. Hermione siempre le esperaba con una sonrisa para contarle todo lo que sucedía durante el día y sobre los intentos de Pansy por conquistarla.  Ron siempre se quedaba dormido esperando para enseñarle las estrellitas o caritas felices que el profesor ponía en sus libretas por hacer bien sus trabajos.

Su paciencia en ocaciones no daba para mas, a veces oía sin oír o mejor dicho sin escuchar la palabrería de la castaña o la de Blaise pero tenía justificación pues el trabajaba mucho en su oficina firmando papeles, supervizando seciones de fotografía o filmaciones de comerciales, recibiendo invitaciones a eventos, a comidas o cenas o simplente recibiendo algun telefono de alguíen en quien no estaba ni remotamente interesado. El solo trataba de hacer lo mismo que sus padres hicieron con él dándole confianza y libertad de hablar de lo que fuera.  Sin saber, Harry estaba dandoles lo que realmente necesitaban.

Luego estaban las visitas de Draco, las oficiales y extraoficiales, días en que a veces tenía que ausentarse un rato dejando solo a Draco con los niños porque el tenía que usar el sanitarío mientras recurría a su mano derecha para estimularse a si mismo hasta correrse pensando en el rubio, en especial cuando usaba esos trajes completamente negros que resaltaban la blancura de su piel.  Regresaba algo sonrojado y agitado pues lo hacía en tiempo record porque si tardaba demaciado podrían pensar que tenía problemas intestinales.