Adiós

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Escuchamos que tocaban fuertemente la puerta de la habitación, lo cual nos hizo a Alejandra y a mi levantarnos de inmediato, nos habían arruinado la linda parte de: ¿Como amaneciste?.

-¡Abre Ale! Es urgente.-Escuchamos decir a su madre de el otro lado de la puerta.

Al abrir, la mujer noto mi presencia, pero fue nula la atención que me puso, pues se dirijo directamente a lo que iba.

-Hija, me acaban de llamar de la escuela, tengo que estar ahí hoy antes de las 8 de la noche para entregar la planeacion de los últimos dos parciales que quedan del año escolar.

Ale y yo nos volteamos a ver mutuamente, nos estaban quitando dos días, dos valiosos días para estar juntos.

Salí de la habitación para que ella se arreglara, debíamos de bajar a desayunar. Cuando salio solo la abraze y le di un suave beso.

-Estamos en la casa Mario.-Me dijo.

-Solo piensa que tal vez ese sea el ultimo en un buen tiempo.-Conteste.

Desayunamos, su mama había preparado enchiladas, y aunque estas me encantaban, ese día ni siquiera les tome sabor.

Era la una de la tarde cuando estábamos subiendo las maletas al auto, auto en el que habíamos ido a la Ciudad de Las Posas, auto donde conocí esa bella sonrisa mientras dormía.

-Creo que es todo-Dijo su madre- y te debo una gran disculpa Mario, había dicho que te quedarías dos días y solo pudiste una noche.

-No se preocupe por eso, yo debo de agradecerle por dejarme ser parte de la familia en estas vacaciones, y por dejar a Ale pasar conmigo todo ese tiempo.

-Sabes, nunca hubiera dejado a Ale estar con alguien si no me hubiera inspirara tanta confianza como tu, aunque ese cabello largo me hacia dudar en ratos.-Contestó riéndose.

-¿Porque aun no baja?.-Pregunte.

-Se quedo buscando un arete, si quieres ve con ella.

Subí a la casa, abrí la puerta y la tope de frente, como si ella estuviera a punto de salir.

-Te voy a extrañar mucho.-Dije al abrazarla.

-Yo también Mario.-Contestó apretandome aun mas.

Mientras bajamos su celular sonó, alcance a leer el nombre de quien llamaba: Augusto.

-Bueno
-Si, hoy nos iremos
-Esta bien, te veo mañana.

Por mas tonto que suene no lo recordaba, ella tenia novio, y por mas desgraciado que el fuera, no lo dejaba de ser.

-¡Adiós Mario!

-Adiós Pia, adiós cuidense mucho.-Dije al abrazar a esas dos niñas.

-Cuidate mucho hijo, y cuando gustes ir a visitarnos las puertas están abiertas.-Dijo su mama.

-Claro señora, lo are, y se lo agradezco, un día de estos le tomare la palabra.

-Sabes, en dos semanas viví contigo demasiadas cosas, y sentí por ti lo que no había sentido por nadie, te quiero Ale.-Le dije viéndola a los ojos.

-Sin duda nunca olvidare estas vacaciones, tienes mucho talento, no lo desperdicies, y si puedes escribe una canción sobre esto.-Me contesto ella riéndose.

-Bueno, hasta pronto.-Dije.

-Adiós, te quiero.







Entre El Amor Y El Rock N RollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora