Cuando mires las estrellas.

Capitulo 3.

Domingo 21, no tengo ni una notificación en mi móvil, supongo que esta agotado por la fiesta - lo justificó.
¿Pero qué me pasa? No le necesito, aparte no quiero verme como si lo necesitara.
Fui a hacer las compras con mi mamá, regresando bajamos las cosas que adquirimos y en cuantos acabamos rebice mi móvil para ver qué había de nuevo, notificación, solicitudes de amistad, Peter CO...
-¡No-lo-puedo-creer! ¡Dioooos! ¡Que guapo! ¡Por fin! ¡Pensé que nunca...
Entro mi madre a mi cuarto interrumpiendo la felicidad que acababa de sentir, cuando me pregunto qué qué pasaba, no dude en contárselo, toda la felicidad dentro de mí que casi hace que me olvide de Abraham...
Acepté la solicitud y de inmediato le mande un mensaje.

Hola.

Esperare su respuesta sin obtenerla, al ver su última conexión me di por vencida hasta que decidí dejarlo estar.
Al siguiente día fue normal, no eh visto a Abraham en todo el día y no sé si sea una buena señal o una mala.
Salí del colegio y me dirigí a mi casa, en cuanto llegue tenía un mensaje de él, no sentí tanta emoción como esperaba.

Hola.

Guarde unos momentos antes de contestarle.

¿Cómo estás?

Bien, bien. ¿Quedamos?

Por supuesto, ¿Cuándo?

Eh de admitir que hay si me emocione, muchísimo.

El sábado habrá un espectáculo de pirotecnia en el centro ¿vamos? Habrá algunos artistas

Claro, ¿te veo a qué hora y en donde?

¿Vives en?...

Santiago, por la plaza donde hacen los eventos grandes.

7:30 en la plaza.

Hay te veo.

Llego el sábado estaba más nerviosa que nunca, estaba pensando en que ponerme aún que sin éxito, todo me parecía pésimo, me decidí por una camisa negra de cuadros unos jeans de mezclilla y unos zapatos bajos del mismo color que la camisa.
Me maquille un poco, cuando escucho unas voces en la sala.
Mierda.
-Annie, sal a saludar. -me gritó mi mamá desde la sala.
Refunfuñando salí de mi habitación, no me gustaba que llegaran visitas, amenos de que fuera o mis abuelitos o mi prima Eluzai, Enrique y sus papás.
Cuando salí veo en la sala a mis abuelitos, suerte la mía, y a mí tía, una hermana de mi madre, con sus dos hijos, mis primos.
Es impresionante la felicidad que le da a mí madre ver a su hermana, le quiere demasiado, y como ella vive en otro estado no la ve muy seguido.
-Hola - dije dirigiéndome hacia todos.
Salude uno por uno de beso en la mejilla.
Y me retire a mi cuarto para seguirme arreglando, pero no, sin antes hablarle a mi prima Yein, quien era unos años más chica que yo. La hora de mi celular marca las 6:35 pm, no me presiona en lo absoluto, la plaza en la que quede con Peter está a unos pocos minutos de mi casa y sin problema se puede ir andando.
Cuando acabe salgo de mi cuarto, dispuesta a irme, cuando empieza los peor, el interrogatorio por parte de mi abuelo y mi padre.
-¿A dónde vas? -pregunta mi abuelo.
-Saldre con un amigo abuelito.
Me fulminó con la mirada y luego dijo dijo.
-Bien, espero en serio sea un amigo.
-¿Ah qué hora lo veras? - preguntó ni padre.
-Ya en 20 minutos.
-Lo traes a la casa y nos lo presentas.
Seguro se está intentando hacer el gracioso. - pensé.
-Ah si claro, lo traigo. -sonreí.
-Estoy hablando enserio - dijo serío - tenemos que ver con quien saldras, nosotros no lo conocemos.
-¿Estás de broma sierto? - dijo con los ojos abiertos como platos - no estarás hablando enserio con ese de que lo traiga.
-Por supuesto que sí, no pretendas salir con un total desconocido. - dijo viendo a mi familia quien estaba sentada en el comedor.
Seguro solo se está intentando lucir, tranquila Annie, solo se está luciendo.
-No, claro que no lo traeré, qué pena, aparte ve el relajo de sala que hay.
-Así tal vez aprendas a ser más ordenada.
-No. -dije ta sería como podía.
-Si, y te llevaras a Yein para asegurarnos que regresaras.
-Menos. -asegure ya molesta.
-Si, vas con Yein, y regresas con ella, pasas al muchacho y te vas. - dijo mi padre sonriendo con malicia, orgulloso de hacerme pasar esta pena.
-Bien.