Capítulo 3

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Miércoles, 4:12a.m.

Me levanté sobresaltada y miré a mi alrededor. Todo seguía como lo había dejado. Miré mi móvil, habían mensajes.

Uno era de mi tía diciendo que dormiría en casa de la abuela.

Otro era un aviso del instituto diciendo que no podríamos ir hasta previo aviso por una avería.

Y el último era de Max preguntando si podría quedar.

Contesté a Max diciéndole que si, la verdad se quedaría extrañada por la hora la cual se lo he enviado, pero meh.

Levanté la manga de mi camiseta. Los cortes seguían ahí.

Volví a cerrar los ojos, pero nada, no podía volver a conciliar con el sueño. Entonces cogí mi pijama, ropa interior limpia y decidí darme una ducha.

Entré en el baño, cerrando la puerta con pestillo.

Abrí el grifo de agua caliente.

Me quité la ropa.

Y finalmente entré a la ducha.

Amaba la sensación de relajación cuando caían las gotas y acababan deslizándose por todo mi cuerpo.

El agua por un momento era roja, miré mis cortes, estaban sangrando otra vez. Me quedé mirándolos fijamente, eso me hizo recordar todo lo que me estaba pasando y volví a llorar, sí, soy muy sensible.

Salí de la ducha después de lavarme el pelo y todo eso.

Antes de vestirme me sequé el pelo ya que si no lo hacía se me quedaría el pelo como la melena de un león y no queremos eso.

Después de secarlo ya decidí vestirme como aún eran las 5 me puse el pijama. Seguidamente tuve una duda existencial. Planchar mi pelo ahora o más tarde. Al final la vagancia me pudo y volví a la cama.

Esta vez cogí mis cascos y puse música, por si no podía dormir pues no estar haciendo absolutamente nada.

*****

Al final me dormí y desperté a las 12:47 exactamente.

Me levanté y escuché ruidos en el piso de abajo.

-Buenos días bella durmiente, ya me han dicho lo de la avería.

-Buenos días. -dije seguida de un bostezo.

-Que tal has dormido?

-Bien.

-Acabo de llegar y no hay nada de comer, hazte algo rápido, pasta de esta que te haces tú al microondas o algo.

-De acuerdo.

Cogí la bolsa, puse la pasta en un bol con agua, le eché los polvos y lo metí 3 minutos al microondas. Era rápido y delicioso.

Cuando acabé de comer lavé los platos y subí al baño a planchar mi asqueroso pelo.

Al mirarme no pude evitar sacar una sonrisa, literalmente parecía un león.

Acabé de plancharlo y ya fui a mi habitación a ponerme la ropa para salir con Max, me vestí con unas mayas, una camiseta de Jack skelenton y mis deportivas de siempre. Como la camiseta era de manga corta y mis muñequeras no llegaban a tapar todos los cortes decidí ponerme una camisa.

Miré el móvil para ver si Max me había dicho la hora de quedada y efectivamente, a las 4, como siempre.

Mientras se hacían las 4 decidí dormir un poco más, ¿por qué no? Mi vida es muy aburrida.

*****

Eran exactamente las 15:39 así que decidí ir a su casa a por ella ya que no iba a dormir más. De hecho siempre he pensado que dormir es una perdida de tiempo. Y he llegado a estar 4 días sin dormir por ello. A los 12 años recuerdo estuve sin dormir o solo durmiendo 1 hora al día porque quería tener ojeras. Si, soy muy rara. Pero aún no he con seguido mis ojeras xD.

-Tia, me voy con Max, no tardaré en llegar.

-Vale.

Salí y cerré la puerta detrás de mi. La casa de Max no estaba muy lejos, más o menos llegaba en 10 minutos.

Llegué a la puerta de su casa y miré la hora 15:54 faltaban 6 minutos. Meh meh meh vamoh a toca'.

-Si? -se escuchó por el telefonillo.

-Maxmaxmaxmax -dije repetidamente.

-Okay, ahora bajo.

Bajó en 2 minutos contados ya que los conté.

-Dos putos minutos en bajar. Pero que cojones haces.

-Que quieres eh? Que te reviento.

-Va! -le reté.

Me tocó con su dedo meñique y yo hice como si me hubiera jodido el hombro y me caía al suelo. Si, es normal en nosotras.

-Dios, aaaahg! -Grité.

-Vale, ya. -rió.

Me levanté y nos miramos seriamente.

Ambas nos reímos.

-Bueno. Vamos a dar una vuelta? -me preguntó.

-Vale -dije mientras daba una vuelta sobre mi misma.

-Creo que será mejor que vuelva a mi casa.

Nos reímos y ya si que comenzamos a caminar.

-Donde vamos? -pregunté.

-Donde el destino nos quiera llevar.

-Va, donde vamos -me reí.

-Yo que sé, no soy científica.

-Vale.

-y si vamos al bosque este de aquí al lado?

-Va.

-Va.

-De caracol.

Nos reímos y fuimos hacia el bosque que había al lado del pueblo.

Al llegar me dieron ganas de jugar al pilla pilla (ese juego donde si te cogen tienes que coger tú).

-Tú la llevas -dije cuando le toqué.

Me fui corriendo antes de que me alcanzase, era bastante peligroso por si nos perdíamos pero meh.

-Puta! -me gritó.

Corrí hasta que tuve que parar en seco porque había un acantilado por el cual casi caigo.

-Tu! Zorra! -dijo cansada mientras corría.

-Max, mira, ven!

-Wow -dijo cuando vio el acantilado.

Después de estar mirándolo unos segundos me alejé ya que mis pensamientos no eran muy agradables.

-Donde vas?

-Será mejor que nos acerquemos un poco al pueblo.

Miré los brazos de Max mientras caminaba ella también llevaba muñequeras pero vi un extremo de un arañazo o corte.

Le cogí el brazo y aparté la muñequera, tenía cortes.

-Max?

Ella se quedó sorprendida.

-Lo siento, eh... No pude evitarlo. -dijo nerviosa.

-No vuelvas a hacer eso. -dije seria.

-De acuerdo...

Después de unas horas ya se hicieron las 9 y tenía que volver a casa así que le acompañé a la suya y al llegar a la mía cené y directamente me fui a la cama.

Una suicida inmortal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora