Un negro y tenebroso pasillo. Allí estaba parado. Al final se veía un pequeño cuadrado blanco. Así es como se siente morir?
El espacio se comenzó a tornar blanco y en poco tiempo ya estaba devuelta en mi baño, tirado en el piso como si no tuviera huesos y fuera una gelatina.
A mi alrededor había sangre, además de una pequeña cuchilla y algo asi como veinte colillas de cigarros terminados. Mis brazos y piernas estaban todas moretoneadas, quemadas y cortadas, saliendo de las heridas abundantes cantidades de sangre.
Me levanté como pude, y oí pasos y golpes detrás de la puerta. También pude oír... Llanto?
La persona que estaba allí detrás estaba llorando, sin duda alguna, pero no entendí muy bien por qué. Pero sus lagrimas y su voz se me hacían tan familiares...
Abrí la puerta y el cuerpo corrió hacia mi, abrazándome. Pude distinguir quién era. Conocería su aroma a kilometros. Y sus abrazos era cálidos y sinceros.
Se separó de mi y me miró. Pude ver en sus ojos algo más que una simple amistad.
Y yo no hacía más que contemplarlo con mis ojos tristes.