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Escuché golpes en la puerta y fui a abrir para ver quien era. Mangel pareció sorprendido al verme con los ojos rojos y lagrimas cayendo de estos.

Me abrazó y nos fundimos en un cálido abrazo.

Me preguntó que sucedía, a lo que yo solo contesté que el padrino habia perdido la vida.

Se quedó en shock, y solo me abrazó más fuerte aun.

Se separó de mi, me miró a los ojos y me dijo que todo iba a estar bien. Y luego....










Me dió un beso en los labios.

Sad EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora