Capítulo 2

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Llegó la hora del descanso y fuimos a la cafetería, al entrar estaba llena de gente que trabajaba en el edificio divise algunas mesas y mis ojos se detuvieron al ver al Sr. Gómez con su móvil en las manos y sonriendo.

-Sam –le di un codazo.

-¡Ai bruta! ¡Que!

-Mira.

Sam siguió el rastro de mi mirada hasta el Sr. Gómez.

-¡Esta sonriendo! ¡No puedo creerlo!

No pude evitar soltar una risita.

-Sam ¿irías por un café por mi?

-De acuerdo, busca algún sitio libre.

No dudé ni un segundo y fui hacia el Sr. Gómez, sin hacer mucho ruido me senté enfrente suya.

-Hola Sr. Gómez.

Apartó la mirada de su móvil y me regaló una sonrisa.

-Buenas Sta.Wesley ¿tiene algún problema?

-Si, es sobre una parte de la estructura y me preguntaba si puedo ir a su oficina a enseñarle el boceto.

-Por supuesto.

-Perdone que me entrometa pero ¿usted es así de serio todo el tiempo?

Me miró serio pero de un momento a otro comenzó a reír.

-No desde luego que no. Solo en mi trabajo.

-Me alegra de oír eso –le sonreí.

-Por cierto me llamo Oscar, dejemos Sr. Gómez para el trabajo ¿que le parece?

-Me parece genial Oscar, soy Alba –estiré mi mano y la estrechó.

Me regaló otra sonrisa deslumbrante.

-¿Alba?

Era Sam con los cafés en mano y ¿una mirada divertida?

-Bueno parece que me esperan...hasta ahora Sr. Gómez.

-Oscar –volvió a decir divertido -Hasta ahora Alba.

Cuando llegué al lado de Sam me ofreció mi café y no pudo aguantar las ganas de preguntarme porque si no me pregunta la veía explotar.

-¿Qué te ha dicho?

-Te lo cuento en la oficina rubia –le guiñé un ojo.

Media hora después...

Aquí estoy, delante del despacho de Oscar apunto de llamar. Toque dos veces y abrí la puerta sin ninguna prisa solo asomé la cabeza.

-Señorita pase la esteba esperando.

Abrí la puerta del todo dejando que mi cuerpo avanzara hacia dentro de la habitación y cerré detrás de mí.

-Bien muéstreme sus diseños y especifique su duda.

Me acerque a su escritorio y puse encima los dibujos e iba describiendo punto por punto el error que con paciencia y precisión Oscar pudo solucionar.

-Muchas gracias, sin usted no podríamos haber seguido.

-A usted.

Estaba por abrir la puerta cuando me llamo de nuevo, me giré lentamente hasta quedar cara a cara.

-Dígame.

-Me preguntaba... -comenzó a rascarse la nuca con nerviosismo- Me preguntaba si quería cenar conmigo esta noche.

A decir verdad me sorprendió su propuesta ¿a quién no? Vamos que un bombón como este te invite a cenar con el no ocurre todos los días.

-Bueno...

-Lo siento, si está ocupada puede ser en otra ocasión.

Reí

-Tranquilo estoy libre y me encantaría.

-¡Genial! Podría pasarme su número.

-Está en su base de datos junto a mi dirección –dije divertida.

-La recogeré a las ocho de la tarde –rió.

 -En casa-

-¡Lo sabia! –gritó Sam.

-¡Tranquila vas a dejarme sorda!

-¿Enserio quieres que me tranquilice cuando ese bombón te ha invitado a salir?

-¿Si?

-Eres tonta.

-¿Qué son esos gritos? –dijo Devon sentándose al lado de Sam.

-Que a tu hermanita la ha invitado a salir el ingeniero. Esta noche –canturreó.

-¡No me digas! –dijo comiendo patatas como si se tratara de algo muy entretenido.

-¡Basta los dos! –Los señalé -Tú ayúdame con mi ropa y tu hermanito nada de ser protector cuando venga.

-Así que viene a recogerte...-dijo pensativo.

-Ajá

-Creo que iré pensando en un discurso.

-¡Devon!

-Tranquila hermanita todo irá bien.

-Total ni que mi vida dependiera de esa cita.

-Yo diría que sí –añadió Sam – Es asquerosamente rico y muy guapo.

-¡Oye!

-Para mi tu eres el mejor Devon –lo besó –Asique vamos allá morena.

-Horas más tarde-

-Esta preciosa enloquecerá.

- No exageres.

-Claro que no exagero ¡Mírate! Hace tiempo...

Dejó de hablar y agachó la cabeza.

-Hace tiempo que no visto así y menos por un chico, losé –le sonreí.

-Hora de salir o tu hermano lo ahuyentara.

Ambas salimos fuera de la sala y observe como Devon se sentaba en un sofá frente a Oscar mirándolo detenidamente con los ojos entrecerrados y con cara muy seria.

-Bueno...es hora de que salgáis a vuestra cena.

Como amo a mi rubia alivia tensiones en momentos concretos como este.

-Tienes razón ¿vamos? –me ofreció su brazo como todo un caballero.

-Vamos –le sonreí de vuelta.

-¡A las doce en casa, te esperaré despierto! –dijo con voz seria.

-Devon, hermanito del alma. Soy mayorcita –le sonreí –Oh se me olvidaba...no me esperes despierto –le guiñe un ojo.

Pude ver por el cristal de la ventana como eso le enfureció un poco más.






Chicas!! hasta aquí el capitulo, espero que os guste, comentad y dadle Like.

¿Como le ira la cita a Alba? ¿Oscar podrá cumplir las expectativas de un nuevo amigo?

Besiitos,chao chao:3

Entre Dos IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora