Capítulo 27

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No me puedo creer que un simple proyecto que fácilmente terminaría en un mes me esté dando dolor de cabeza porque los números nuevamente no me vuelven a encajar y además Sam no es que me ayude en todo lo que requiere, Oscar la tiene medio presa en su oficina como ''asistente sustituta'' aclarando la demora del proyecto y como los demás arquitectos no se han dado de un error tan simple...

Sam entra a la oficina enfurecida, puedo sentir que destila rabia por los poros y no me atrevo a levantar la cabeza del laptop intentando no romper la concentración para que de una vez por todas verifique el jodido error. Si se llega a operar la construcción en cuestión de semanas o incluso menos quedaría destruido por el mal calculo de resistencia y sería un verdadero caos, la presa señalaría a Oscar como el principal culpable y a todo su equipo...no puede permitirse llegar a tales extremos en su agencia siendo una de las más destacadas de California y disponiendo de los mejores ingenieros. 

-Sam, ni intentes buscar las palabras para encararlo teniendo en cuenta que ha sido nuestro error.

-¡Se atrevió a decirme en la cara si era una de las mejores de mi campo! - se tapa los ojos ahogando un grito- ¡No me puedo creer que ponga en duda nuestro trabajo, no se en que jodidas estábamos pensando...si ya recuerdo, tu pelea con Calum! -se acercó a mi escritorio.

-¿Me quieres echar la culpa? bien, si te hace sentir mejor pero no creas que por reprochar el nombre de Calum se me va a revolver el sentimiento y déjame decirte algo querida- aparto la vista de la pantalla para poder encararla- No intentes ir de ruda conmigo, no me mueves nada-vuelvo la vista a los números.

-Te desconozco, tú no eres así Alba-me señala con el dedo- ¿Me dices que no te muevo nada? ¿Acaso no soy tu mejor amiga?- niega con la cabeza aún irradiando ira- ¡Por esta terquedad de hacerte la demente con el asunto de Calum vas nuevamente a alejarlo al igual que Josh, reacciona amiga ni tu eres el centro del mundo y no pienses que vuelvan a morirse por ti porque se como acabará esto nuevamente, encerrada en tu habitación y tus intenciones suicidas!

Dejo el lápiz táctil en el escritorio y apago la laptop, mirando fijamente su rostro intentando buscar la evidencia o si realmente mi mente me ha jugado la mala pasada de escuchar esas palabras de ella, observo sus ojos como su pupila se encoge y cambia radicalmente su rabia en lástima.

-No quería decir eso...sabes que...joder, lo siento estoy estresada con este tema y los problemas en casa-rodea es escritorio acercándose a mi lado y extendiendo los brazos para abrazarme-.

Me levanto dejándola con los brazos vacíos y los baja al no recibir el abrazo, su mano intenta posicionarse en mi hombro y la aparto sacudiéndome al lado derecho, se queda estática en el lugar mientras recojo mis cosas del perchero y volviéndome a poner en su campo de mira.  

-No querías decir lo que me lleva atormentando años pero si lo pensaste y esta vez en voz alta pequeña Sam- no tengo ningún rastro de emoción, suelto las palabras sin anestesia, mi intención no es hacerla sentir mal o regañarla, pero si de como a veces a las personas que más quieres dañas con pocas palabras y traumas pasados- Me alegra saber por fin lo que de verdad pensabas, pero tranquila si lo que te quita el sueño es si intentaré suicidarme en el momento que ellos se vayan o yo, da igual por donde se mire, no lo haré porque esta vez decido yo y mi autocontrol- me alejo de ella en dirección a la puerta- No angusties a Devon más de lo que está y no me me llaméis porque apagaré el teléfono- cierro la puerta evitando ver su rostro. 

Cierro los ojos y me llevo los dedos a las sienes masajeando la zona e intentar desaparecer esta jaqueca, en mi mente vuelven las palabras de Sam, hirientes y llenas de rabia, no le he echo nada para que me hablara así, se supone que estábamos en el mismo barco y es cierto que la culpa de que los plano tuvieran el error fue mío y Sam se señaló como culpable por no revisar nuevamente los números. 

Entre Dos IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora