Capitulo 25

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Desperté un poco desorientada, mi mirada se quedó fija en la puerta que permanecía abierta y caí en la cuenta de que Liv durmió conmigo anoche pero no había rastro de el en la habitación.

-Hora de despertarse cenicienta-tocó varias veces la puerta y lo miré, tenía el pelo mojado de haber tomado un ducha y con ropa de deporte- Vaya al fin despertaste- entró en la habitación-.

-Liv yo...Siento mucho lo de anoche, lo que tuviste que pasar...

-No importa créeme si no hubiera tenido la mínima idea de que estabas llorando te hubiera dejado toda la noche sola pero teniendo en cuenta- abrió el cajón de la cómoda- que eres tú no importa, igual haría con Sam- dejó un par de toallas encima de ésta-. Tu necesitas una buena ducha y yo preparo el desayuno- volvió a salir pero se detuvo en el marco de la puerta- Creo que será mejor que baje esto conmigo- mostró mi teléfono- abajo eliges si quitar el modo avión o no -rió- Te espero abajo.

Me levanté rápidamente de la cama y miré por la ventana apartando ligeramente la cortina, hacía muy buena mañana y me daba pena desaprovecharla, aún tenía algo de trabajo acumulado y por suerte suelo enviarme todo el avance por correo y mantengo una copia en mi cuenta Google.

No quise hacer esperar aun más a Liv y me metí en la ducha pero no tenía nada de ropa que ponerme así que tenía que estar en pijama. Una vez en la ducha mi cabeza comenzó a reproducir flashes de lo ocurrido y de la nota de prensa y aún más hecha un lío, que pasaría si cuando vuelva esta alli esperando y  mas aun como mirarlo, me siento herida pero no de saber que se va a casar  sino  que no me lo haya contado y mas el...Si huiera sido otro de los chicos se que no reaccionaria asi pero Calum...es Calum, mi mejor amigo y... O dios la ducha da mucho de que pensar así que salí de inmediato y volví a ponerme el pijama y me enrollé una toalla en el pelo.

Una vez abajo entré en la cocina, Liv se encontraba tranquilo tomando su desayuno mientras leía el periódico, me servi una taza de café y me senté enfrente suya donde había un plato de fruta troceada y tostadas.
Liv levantó la mirada y me acercó el teléfono.

-¿Enserio es necesario?

-Y tanto, vamos es normal que estén preocupados y más aún con miles de mensajes y llamadas como si fuera a explotar, aunque en teoría puede que explote pero lo averiguaremos -rió-.

-¡Liv! Con más razón no quitarle el modo avión -aleje el telefono-.

-Lo supuse - cogió de nuevo el móvil y desactivo el modo avión- 3,2,1...-comenzo a sonar las notificaciones-.

-¿Contento? Tardará horas en dejar de que suene -miré el móvil que no dejaba de sonar y vibrar-.

Los dos seguimos enfocados en la pantalla que sumaban hasta ahora 40 llamadas  perdidas y 100 mensajes de WhatsApp...
Pasaron unos cuantos minutos más y dejó de sonar.

-¡Aleluya! No explotó de milagro, por fin dejó de sonar y si lo llegas a dejar así un día más explota enserio -volvio a su silla pero comenzó a sonar de nuevo y se trataba de una llamada- retiro lo dicho.

Cogí el móvil y la pantalla reflejaba el nombre de Calum.

-Genial...es Calum -deje el móvil en la isla-.

-¿No piensas cogerlo? -me miró con una ceja alzada mientras reía-.

-¿Me ves desesperada por cogerlo? -lo miré seria-.

Cogió el móvil y descolgó la llamada.

-¡ Al fin Wesley, me tenías preocupado! -puso el altavoz-.

-Lamento decirte que no soy Wesley tío, ella está bien y le daré el recado.

Un montón de voces se escucharon a la vez e incluso forcejeos de coger el móvil.

Entre Dos IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora