1.Bestial Fanfic nuevas especies [COMPLETA][Reeditada]

Capitulo 1

El aire entraba helado en su garganta mientras continuaba trotando, la brisa meciendo las hojas de los árboles a su alrededor. Un imponente perro, Dakota, la seguía de cerca, sin perder detalle de su dueña. Luna se detuvo momentáneamente para recuperar el aliento cuando un sonido la puso en alerta. Rodeada de la tranquila oscuridad del bosque, la sensación de calma era palpable.

Los árboles altos se alzaban majestuosamente a ambos lados del sendero, sus ramas crujían suavemente con la brisa, mientras las hojas caídas creaban un manto crujiente bajo sus pies. La luna, apenas visible entre las densas copas de los árboles, arrojaba un débil resplandor en el camino, añadiendo un toque de misterio al entorno.

"Me parece curioso que me sigas", murmuró al aire, aunque estaba segura de que él estaba ahí, vigilándola. "Conozco cada centímetro de este bosque, cada árbol, cada piedra." Se giró tratando de localizarlo, pero el bosque nocturno era un mausoleo de sombras. "Esto es absurdo", farfulló, dando media vuelta para regresar a su hogar.

Un gruñido repentino la detuvo. Miró a Dakota, quien enseñaba los dientes, y siguió la dirección de su mirada. Una enorme sombra emergió de la oscuridad. Luna alzó la barbilla con determinación y se encontró con los ojos del misterioso hombre, tan oscuros como la noche que los rodeaba.

Un año antes:

Aparcó su coche frente a la antigua valla y suspiró, dejándose llevar por la música del viento entre las hojas de los árboles mientras avanzaba. No había dado dos pasos cuando un gruñido la detuvo. Automáticamente, miró a sus pies, pero su leal Dakota descansaba en el coche. Luego, alzó la vista y vio a un par de soldados con uniformes negros acercarse desde el otro lado de la valla, con las iniciales ONE brillando en blanco sobre sus uniformes oscuros.

"Deténgase aquí, humana," ordenó uno de ellos. "Esto es propiedad de la ONE y está prohibido el paso al público."

Los árboles a ambos lados de la valla se alzaban como guardianes silenciosos, sus ramas crujían con la brisa fresca de la mañana. La antigua valla de madera, cubierta de musgo y líquenes, parecía testigo de un tiempo olvidado.

"¿Territorio de la ONE?" preguntó, confundida. "No puede ser," respondió con calma.

"Sí, territorio de la ONE," repitió el soldado con más fuerza. ¿Acaso pensaba que no lo había oído? "ONE significa Organización de las Nuevas..."

"Especies," completó ella, sabiendo exactamente a qué se refería. "Sé lo que significa. Lo que quiero decir es que esto no puede ser. Este terreno es mío y no lo he vendido ni cedido."

"No podemos permitirle el paso," insistió el segundo soldado. "Es propiedad privada."

Los árboles a su alrededor parecían cerrarse en torno a ellos, como si el bosque mismo compartiera su desconfianza. La valla de madera envejecida parecía susurrar historias de tiempos pasados.

"Sé que lo es," respondió con frustración, mientras veía a Dakota bajar del coche y acercarse lentamente. "Es mi propiedad, así que los que están invadiendo la propiedad privada son ustedes."

Un gruñido salió del pecho del primer soldado mientras se acercaba a Luna. Ella alzó la mirada desafiante, sin intenciones de dejarse intimidar. Dakota se puso en posición defensiva y gruñó en respuesta. El soldado se detuvo y la miró. Poco a poco se quitó el casco, dejando que su cabello blanco cayera en cascada. Luna jadeó, nunca había visto unas facciones tan exóticas, hermosas.

"No le haré daño," dijo mientras se acercaba. Dakota permanecía firme en su posición. "No tiene por qué temerme."

"No le temo," respondió Luna con firmeza. Los rayos del sol comenzaban a filtrarse a través de las hojas de los árboles, iluminando el escenario. Dakota seguía observando con atención a los soldados, mientras la atmósfera se cargaba de tensión.

"Dakota, ven aquí," murmuró suavemente mientras acariciaba las orejas puntiagudas de su fiel compañera. Luego, se volvió a mirar a la nueva especie.

"Soy Snow," se presentó él, extendiendo la mano para saludarla.

"Luna," respondió, tomando su mano mientras se ponía de pie. "Luna Capolli." La luz de la mañana brillaba sobre la valla, creando destellos dorados en las hojas y añadiendo un matiz de esperanza al encuentro.