Capítulo 16.

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-¡JUNG TAEKWOON! ¡HAZME CASO! ¡No vuelvas a irte de esa manera!-lo regañaba N.

-Tranquilo hyung, no lo haré de nuevo

Tras llegar al hotel, Ken se fue directamente a la habitación. Leo había querido a ir tras él pero el líder lo había metido a rastras a su habitación compartida con Ravi, donde los cuatro chicos le gritaban lo preocupados que estaban, lo que lo hacía sentir querido e importante.
Tras el regaño de sus compañeros, fue a su habitación, Ken dormía así que se dirigió al balcón de su habitación, ya había oscurecido y podía ver las luces de la ciudad, respiró hondo.

-Leo, necesitamos hablar.

Se giró para verlo sentado, las luces estaban apagadas y tan solo podía divisar su silueta.

-Oye, sobre lo que dije hace un rato...yo, estoy confundido, ni siquiera sé porque lo dije. Si, estoy celoso no sé porque pero no estoy ciento por ciento seguro de que me gustes...es decir...yo no soy...gay y tu...

-Tranquilo, yo entiendo, igual, sabes que yo y HongBin...

-No lo digas, no lo menciones...sólo escucha, que yo no esté seguro no quiere decir que te dejaré estar con él...

-Ya, si porque soy un marica y no quieres que hagamos "cochinadas"-respondió Leo molesto.

Se quedaron en silencio unos segundos que para ellos fueron como horas, Leo no pensaba decir nada, aún estaba un poco sentido con Ken, sus palabras aún le dolían.

-No, no quise decir eso...perdoname-dijo Ken en un susurro- estoy celoso, todo esto es tan confuso...¡aggh!

Ken sonaba muy frustrado, TaekWoon recordó que él también se llegó a sentir así al no saber que sentía por Ken.

-Oye, hagamos algo, ya no te molestaré hasta que tú estés seguro de lo que quieres- el bajo asintió- solo algo más. No le digas a los chicos, por favor, aún no sé si es correcto decirles, no sé que creeran si se enteran de que soy gay y que aparte me gusta HongBin...

-No diré nada. Ya es tarde, durmamos.

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N se dejó caer en el sillón cuando abrieron el departamento mientras todos los demás hacían lo mismo.

-Estar fuera de Corea es tan agotador-dijo el mayor.

-Ya, se me antojaba dormir en mi cama-resopló SangHyuk.

Leo fue a su habitación y vió el calendario, ya habían pasado casi dos semanas y aún no avanzaba mucho con Ken. Se sentía triste, sentía que no podía hacer nada ya, era como estar atado a un destino que ya conocía: Vagar por el inframundo siendo esclavo de Ádara.
Se dejó caer hacia atrás en su cama.

-El tiempo se acaba Leo.

La miró, en su mano tenía puesto un reloj de arena lleno a la mitad en cada parte, la arena caía lentamente. Leo se estremeció, ella con un movimiento lo hizo esfumarse.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó.

-Que ánimos. Creí que te gustaría verme, como ya han pasado unos días-ella se encogió de hombros.

-No se que hacer, estoy sumamente frustrado. Él me evita, le dije que no molestaría.

-Déjalo, se dará cuenta de sus sentimientos él mismo. No hagas nada, bueno si, puedes seguir con tu plan de darle celos con tu otro compañero.

-¿Es lo correcto?

-En el amor todo se vale TaekWoon-ie.

Después de hablar con ella un buen rato, decidió que si era lo correcto, había que darle a Ken un empujón para que se diera cuenta de lo que sentía si es que lo sentía.
Su plan de celos hacia Ken comenzaba en ese momento.

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