Capítulo 23.

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Caminando por las calles de Seúl.
Ken llevaba a rastras a Leo aún jalandolo de la muñeca sin importarle las personas que los veían con cierto asombro e ignorando a las fans que se acercaban a ellos.

-Ken...me duele -era la tercera vez que el vocalista se quejaba del agarre.

-Deja las quejas TaekWoon, no servirán de nada -siguió caminando con velocidad

-Pero mi mano -sentía que su sangre ya no circulaba en ese lugar- duele Ken.

-No te soltaré, te vas a escapar.

-No no no, no lo haré pero sueltame

Ken frenó su paso y lo miró a los ojos.

-¿Lo prometes? -preguntó

-Lo prometo Ken

El menor soltó el agarre y le pidió que lo siguiera, llegaron a aquel establecimiento "House of Pink"
Jae Hwan sonrió al recordar lo ocurrido y enseguida sacudió su cabeza.
Abrió la puerta del lugar y Leo entró resignado. Se sentaron en la misma mesa. Al igual que aquel día había muy pocos personas, solo que esta vez había un par de amigas que se sacaban fotos a cada instante.
Ken llegó con dos tazas de cafés.

-¿Por qué me trajiste aquí? -preguntó Leo sin mirarlo

-Bueno, me dijiste que te gustó el lugar, por eso

-Sabes de lo que hablo Ken -suspiró.

-Leo, hablemos de lo que pasó por favor.

-No Ken, te perdono pero por favor...olvidemoslo, hagamos como si nada hubiera pasado...

Pasó la mañana pensando eso y aunque le dolía ya se había resignado a pensar en una "vida" de miseria, en una "vida" de agonía y sufrimiento. En una "vida" sin Ken.

-Leo...no podemos...no puedo ¿en realidad es eso lo que quieres? -preguntó el menor en un hilo.

-Si -susurró- por favor, dejemoslo así

Quería llorar y gritarle que lo amaba pero no. Ya había tomado una decisión, si se retractaba, si flaqueba y Ken al final del día no le decía que lo amaba, le dolería mucho más.

-Esta bien -trató de sonreír pero no pudo, a Ken también le dolía- pero por favor, quedate conmigo el resto del día, salgamos como amigos, ya mañana todo volverá a la normalidad.

No habrá mañana Ken, lo siento, Te Amo demasiado»- Claro Ken, salgamos.

Terminaron su café platicando. Ken le contó cosas que Leo no sabía, parte de su niñez y adolescencia, cosas sorprendentes.
«¿Por qué Ken está tan comunicativo ahora? ¿Por qué en éste momento? Me la está poniendo más difícil» pensaba Leo mientras hablaban.
Salieron del negocio y caminaron en silencio, aún era temprano así que decidieron ir a pasear por la orilla del canal Cheonggyecheon, Leo quiso llorar por un momento. Fue ahí, en ese lugar en el que Ken le confesó que gustaba de él.
Ken sólo suspiraba pensando en que pasaría después de ese día. ¿Volvería TaekWoon a besarlo? ¿Volvería a abrazarlo? ¿Volvería a mirarlo de aquella manera que tanto le gustaba?. Incertidumbre era lo que había en sus cabezas por saber lo que vendría después.
Mientras pasaban por las calles veían a la gente correr feliz, veían familias sonrientes y niños corriendo detrás de sus mascotas. Leo se preguntó si algún día regresaría a ese lugar. El día paso y se tornó naranja. Ambos entraron a un establecimiento de comida rápida.

-Ken...

-Dime

-¿Crees en el infierno? -preguntó Leo

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