Capítulo 7.

99 11 0
                                    

Tomó un cubre bocas, una gorra y su cámara. Salió y comenzó a tomas fotos de todo. Era una de las cosas que más le gustaba hacer. Tomó fotos de lugares, comida, personas que se veían felices.

Al llegar la tarde se quedó sentado observando todo a su alrededor. Aveces ser idol le cansaba porque no podía salir con comodidad ni disfrutar de los placeres simples de la vida. Pero amaba mucho su carrera y lo que hacía, amaba subir al escenario y entregarse, amaba bailar, amaba cantar, amaba estar con VIXX, amaba estar con Leo aunque éste parecía que lo odiaba. Aveces quería ser solo Lee Jae Hwan, el chico feliz y entusiasta al que estaba siempre con su familia, y no Ken segunda voz de VIXX que casi no podía hacer nada porque no tenía tiempo. Pocos días como ese en los que podía sentarse a pensar en su vida ¿y porque no? También llorar un poco viendo una puesta de sol.

Leo estaba un poco en shock. Jamás había pensado en esa posibilidad. Nunca le pasó por la mente y no quería creer que fuera verdad.

¿De verdad Ken gustaba de él?

-Noona, no juegues con eso.

-No estoy jugando tonto, es la verdad.

Así que por eso Jae Hwan lo molestaba tanto, pero era imposible "Ken no es gay" pensó Leo mil veces para convencerse de que no podía ser.

-Dime, ¿quién te molesta tanto?-le preguntó ella.

-Noona ¿está mal ser gay?

Hizo la pregunta en voz alta en lugar de hacerla en su mente como pretendía.

-TaekWoon, ¿acaso te gustan los hombres?

-¡NO!

El grito que pegó el joven hizo llorar al bebé, a ella le pareció muy graciosa su reacción y se rió mientras tomaba a su hijo en brazos para acallarlo.

-¿Entonces?

-¡¿Cómo crees eso de mi?! ¡¿acaso estás loca?!

-Si lo sé, es por eso que se me hace raro que me preguntes eso si omma y appa te han metido un sin fin de ideas a la cabeza sobre ese tema-le dijo aún riendo.

-Lo sé noona, pero tal vez mis ideas hayan cambiado...¡Pero eso no quiere decir que a mi me gusten los hombres!

-"Leo"-ella solo lo llamaba así aveces- Siempre creí que omma y appa tenían la razón sobre todo ¿sabes?. Pero cuando dejé nuestra casa y seguí mi vida, me dí cuenta de que no fue así. Hay un montón de cosas allá afuera que si tu te niegas a conocerlas jamás sabrás la verdad. TaekWoon, no está mal ser gay, si te gustan los hombres, las mujeres o cualquier otra cosa. Eres una persona y tienes derecho a amar mientras lo hagas correctamente, al menos eso es lo que yo creo y he decidido firmemente ser diferente con éste pequeño, no como lo fueron con nosotros. No te cierres al mundo porque pude que después te arrepientas.

-Noona...wow...yo no sabía que tu pensaras de esa manera...

-No, dejame terminar. Y si eres gay TaekWoon, no me importa, soy tu noona y siempre te apoyaré-le sonrió.

-¡No soy gay!-le gritó.

-Ya, no me grites. Aish mocoso irrespetuoso.

-Lo siento, no soy homosexual noona, jamás podría...no...

-Leo, eso no está mal. Además solo es un por si acaso, ya que omma y appa jamás te apoyarían. Yo estaré aquí e incluso puedo ir a marchas contigo

-Ya, tomaré en cuenta tu consejo. Pe...pero no soy gay, me gustan las mujeres.

-Pues ya va siento hora de que te consigas una novia-le dijo riendo.

Leo sonrió, él la quería mucho. Vió el reloj y ya era tarde, así que se despidió de su noona y su hyung y fue rumbo a su piso, al llegar vió a Ken sentado frente al televisor comiendo cereal.

Y esté al verle se levantó de golpe y fue a darle un abrazo que tomó al mayor por sorpresa.

-Ya-lo empujó- ¿qué crees que haces?

-Te he extrañado hoy hyung-el menor sonrió.

-ah ok.

-¿la pasaste bien?.

-No te incumbe.

Leo caminó pero Ken se le pusó enfrente.

-Apartate Jae Hwan-le dijo Leo.

-No, primero dame un abrazo y me voy.

Volteó a ver al castaño y sonrió con ironía. Pero la cara del otro se veía seria y con una expresión de dureza que Leo no había visto antes.

Estiró sus brazos y el otro se aferró a su cintura.

De pronto todo se sintió más cálido. Se oía un gran ruido ¡ah! Era su corazón. Cada vez latía más deprisa. Un leve rubor subió a sus mejillas al sentir que su menor le daba un pequeño beso en el cuello. Leo no quería que ese momento terminara así que sonrió para sus adentros.

Volteó a ver a Ken y éste lo miraba fijamente a los ojos.

La mirada de Leo observo con cuidado todos los detalles de la cara de Ken. De pronto su vista bajo a sus labios. Se veían tan suaves y Leo deseo besarles, su vista bajaba y subía de sus ojos a sus labios. Sin darse cuenta iba acercandose cada vez más y más.

Ya sentía su cálida respiración. Los labios de Ken ya estaban entre abiertos anhelantes. Leo tomó su cara con una mano y comenzó a juntarla cada vez más con la suya. ¡Sus latidos! De verdad parecía que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento y empezaría a brincar de felicidad.

Entonces se detuvo, las palabras de su padre resonaban en su cabeza.

"Los homosexuales no merecen amor, ellos son viles criaturas creadas por satanas. TaekWoon, si tú fueras así realmente me decepcionarías. Ese día, yo perdería a mi único hijo, ese día te daría por muerto".

Inmediatamente apartó a su compañero haciendo que éste cayera al suelo y salió corriendo del piso.

Fuera hacía frío, ya habían pronosticado mal tiempo. Leo corrió hasta que se cansó, la calle se veía desierta. Por fortuna Ken no lo había seguido. Le ardía el pecho de correr con ese clima.

Comenzó a gritar como un loco. Poco a poco las gotas de lluvia pegaron en su rostro lleno de rabia.

Él no podía permitirse sentir eso por su compañero porque no era homosexual y jamás podía serlo. Él no quería morir para su padre. Quería seguir siendo su hijo favorito. Quería estar con él y con su madre.

-¡No!, ¡yo no quiero sentir esto!-gritaba al aire mientras la lluvia seguía- ¡no está bien! ¡no puedo permitirlo! ¡¿qué es lo que siento?! ¡Ni siquiera yo lo sé!, ¡por favor alguien! ¡ayudenme a entenderlo! ¡¿Qué de malo pasa conmigo?!

Se dejó caer en el duro suelo de rodillas, el frío ya calaba hasta los huesos sin embargo pudo sentír gotas de agua caliente resbalar por sus mejillas y supo que no eran de lluvia.

Leo lloraba, hacía tanto que no lo hacía pero ahí estaba, llorando impotente. No quería sentir eso por un chico, y menos por el insoportable Lee Jae Hwan. O al menos no quería sentirlo sin entenderlo.

Levató su mirada al cielo y divisó un rayo caer seguido de un fuerte estruendo. Fijó su mirada al frente y vió algo.

Más bien era un alguien, era la sombra de una mujer a quién no le veía el rostro.

Sólo podía ver su escultural silueta sosteniendo un paraguas de un rojo intenso que cubría su rostro. Tan sólo vió una pequeña sonrisa en su cara.

Entonces sus parpados parecieron tan pesados que se dejó vencer y cayó.

La silueta se iba acercando pero no pudo ver más. Sus ojos se cerraron por completo.

Y ahí se desvaneció, en medio de la calle...en un profundo sueño.

|VIDAS ALTERNAS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora