Confesión Cuatro

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Chat Noir entró agilmente por la ventana de su habitación. Lágrimas amargas salían de sus ojos verdes. ¿Por qué? Esa era la pregunta que daba vueltas en su cabeza ¿Por qué ella no lo amaba? Su transformación se decizo dejando ver su forma civil. Un chico débil. Se arrojó a su cama sin ánimo alguno, colocó ambas manos en su rostro tapando sus ojos rojos de tanto llorar. Plagg lo miraba con tristeza. El no podía ayudar mucho en esta situación.

-¿Por qué?- se preguntó el chico- Si le gustó a tantas chicas...¿Por qué a ella no?

De tanto llorar se quedó dormido, recordando a su querida Ladybug

En la mañana del día siguiente el rubio se levantó con ojos apagados y tristez. Se vistió y fue directo al auto que lo llevaba todas las mañanas. El trayecto a su escuela fue silencioso. Era igual al de todas las mañanas. Nadie hablaba solo se escuchaban las ruedas rodando contra la calle.

-Que tenga un buen día- Adrien bajo del auto, cerró la puerta suavemente aunque el solo quería aventarla fuertemente, una sonrisa falsa se formó en sus labios al momento de entrar por la puerta de su escuela. Muchos saludos, cartas, poemas, y chocolates estaban en su casillero. Un suspiro de su parte recogiendo todas las cartas para guardarlas en su bolso, iba a decidir leerlas en su casa. Camino a su sala y saludo a todos.

-¡Adrianiski! - gritó Chloe la cuál se le acercaba mucho. Adrien comenzó a alejarla de el "amablemente"

-Hola, Chloe...- comentó incómodo. Adrien luego de alejar a Chloe de el, comenzó a caminar a su banco con sus amigos.

-Hola, Adrien- saludó Nino el cuál le estrecho su mano

-Hola, Nino- susurro despacio estrechandole le mano de vuelta.

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-¡Vamos!- Alya tomó a la azabache de la cintura fuertemente, obligándola a soltar el poste que su amiga tenía agarrado. La morena uso tanta fuerza contra la azabache, Alya cayó al suelo. Marinette soltó una Sonora carcajada. Alya la fulminó con la mirada.

-¡Jaja!- la azabache no podía parar de reír, mientras que Alya la miraba enojada.

-Ya veo como me tratas, después de yo te ayudo con ¡TU! Declaración.

Marinette seguía riendo, a tal punto que su rostro estaba rojo. Alya cruzó ambos brazos, y acomodo sus lentes y dejo escapar una risita. Una amiga como Marinette hasta los momentos más ridículos y vergonzosos los puede transformar en algo alegre.

-¡Marinette!- gritó Alya.-¡Hay viene Adrien!- Marinette sintió que su corazón dejó de latir. Todo se movía en cámara lenta...era ahora o no lo haría jamás.

-¡Adrien!- llamó Alya. Marinette hizo una mueca de nerviosismo. Adrien las miro y levantó su mano en forma de saludo. -¡Marinette tiene que hablar contigo!

Alya salió corriendo del lugar dejando a una pobre y nervios Marinette apunto de una confeción. Adrien la miró y se acercó a ella. Su corazón tarde o temprano saldría de su pecho.

-¿Que me tenias que decir?- el rubio estaba igual de nervioso que su amiga. Acaso a Marinette le gustaba...¡Eso era imposible!

-Y-yo...- sus nervios no le dejaban hablar...-Quería saber...¡Si me Ayudarías en chino!
Adrien la miró y lanzó una carcajada.

-¡No tienes ni que preguntarlo, pequeña!- le despeinó un poco el pelo.-¿Nos vemos después de clase?- Marinette asintió tímidamente.- Nos vemos después de clases...

Alya vio toda la escena y corrió dónde su amiga para interrogarla sobre todo.

-¿QUE TE DIJO?- Marinette se sobre saltó con el grito de su amiga.

Confesion Amour De Test // Adrinette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora