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Mi vista estaba puesta en el blanco techo de la escuela, solo esperaba la hora para salir corriendo de esa habitación... Pero aún eran las siete de la mañana.

- Alumnos, ¿quien sabe quien escribió la obra "la tempestad" y en qué año?- preguntó la maestra.

Todos guardamos silencio y bajamos la mirada esperando que la más lista de la clase diera su gloriosa participación, y... Ese momento no llegó.

- bien, Macarena.- me señaló.- se ve con ganas de participar, por favor, diga la respuesta.

Jaja, estúpida, creé que me va a dejar en ridículo pero no.

- lo escribió Shakespeare en...

Mierda, lo olvidé.

- en ¿1610?- pregunté.

- casi, 1611.- corrigió.

Amaba leer, pero esa maestra me quitaba las ganas de hacerlo. La maestra dijo que teníamos que hacer un ensayo sobre ese mismo libro y todos nos quejamos. Me paré y comencé decir que no tenía porque, eso ya la habíamos hecho el año anterior y cosas así para ya no hacerlo, pero la maestra insistía.

- Bernabe.- me nombró la directora.- puede sentarse.

Me senté de mala gana y la volteé a ver.

- buenos días directora.- posé mi vista en mi mochila.

- vengo a presentar a un nuevo alumno. Pasa.- lo animó.

- gracias directora.- oí una voz masculina.

- el es José Canela, y desde hoy se integra a las actividades, toma asiento por favor.

- gracias.- repitió y al parecer se quedó mirando al salón buscando una butaca básica.

- al lado de Macarena.- dijo la maestra y alcé la mirada.

- baja tu mochila Bernabe.- me invitó la directora.

de mala gana bajé mi mochila de aquella silla que no había sido ocupada por nadie por más de un mes.

- hola.- dije el chico de forma amistosa.

- hola.- dije sin despegar la mirada de la maestra.

- no Macarena, eso novio hicimos el año pasado.- corrigió una chica cualquiera, igual que yo.

- estúpida.- susurré.

- cuéntanos José, ¿qué te gusta leer?

- me gusta todo el teatro clásico, moliere, Shakespeare. Pero también me gustan los libros de misterio.- respondió.- tipo asylum y cosas así.

La maestra dijo unas palabras de felicitaciones que no escuche por los suspiros de las chicas a mi al rededor.

- ¿por qué suspiran?- le pregunté a una chica atrás y de mi.

- solo ve al muñeco que tienes al lado, Macarena.- golpeó mi brazo.

Moví mi vista al "muñeco" que estaba a mi lado, y en efecto, un muñeco endemoniado, por lo grandes de sus ojos y sus mejillas rosadas.
El chico al parecer se dio cuenta de que lo miraba así que volteó. Hizo un ademán con la mano el cual ignoré.

- siempre me siento sola, José.- solté.

- pues ya no, te saqué de tu soledad.- sonrió.- y llámame Jos.

- no es soledad, es paz.- corregí.

- como sea.- lo oí susurrar.- veo que te llamas Macarena y eres una chica rebelde.- río.

Inefable. ➢ Jos Canela. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora