.05

18 2 0
                                    

- jos, me comentaron que te sentías mal ayer y te tragué estos cupcakes.- dijo la chica que ayer me había preguntado por el.

- Gracias Caro, que linda.- tomo la caja y se sentó a mi lado.

- tengo que decir que debes de tener un corazón muy grande para no romperle la cara a ellas que están como abejas atrás de ti.- agarré mi agua y tomé un poco de ella.

- pienso que mi belleza no será eterna y que debo de aprovecharla.- bromeó.

Pero dentro de esa broma había algo cierto, el chico era guapo hoy y tal vez mañana ya no, asi que debía aprovechar lo que tenía desde ese momento no cuando ya se ha perdido.

- para el día miércoles todos me traerán material para exponer sobre los derechos de los niños. Como saben dentro de poco dos alumnos de cada salón serán llevados para visitar a los niños con capacidades diferentes.- explicó la maestra.

- ¿la exposición puede ser en el iPad?- preguntó marco.

- si, me lo mandan a mi correo.- hizo una pausa y chasqueó los dedos.- por cierto solo tres personas expondrán y serán...

¡Que no sea yo, por favor, que no sea yo por favor!

- José Canela, Abel Martínez y Maca... No mejor Marco Villa.

¡Te amo Marco!

- te salvaste niña.- me dijo Jos sacudiendo mi cabello.

- si.- sonreí.- gracias al cielo.

- ¡Hey!- gritó haciendome sobresaltar un poco.

- ¿qué pasa?- le pregunté  un poco espantada.

- sonreíste y para mi.- gritó y comenzó a hacer un baile extraño pero divertido que me hizo reír cual foca con retraso.- te ves mejor sonríendo.- guiñó el ojo y salió de el salón para ir al receso.

- hola.- saludaron mis amigas.

- hola.- sacudí mi mano.

- ¿y la sonrisa por qué?- preguntó Kylie.- ¿ american horror story tiene nueva temporada?- bromeó.

- ¿qué?- reí.- no, no es nada.- rodé los ojos divertida.- vamos por algo de comer, muero de hambre.

Las chicas se pararon en seco y me miraron extraño, después se voltearon a ver entre sí y Sandra sonrió.

- ¿es por jos?- preguntó Sandra.

- ¿qué pasó con el?- dijo Renata sin emoción alguna.

- cuéntanos todo.- gritó Kylie agitando las manos y dando saltitos.

- fruncí el ceño y las miré.- nada, no pasa nada.- reí y caminé llegando a la máquina expendedora.

Mientras presionaba algunos botones para sacar unas donas y un agua mis amigas se susurraban algo que apenas alcanzaba a oír.

- se discreta.- dijo Kylie.

- no es de tanta relevancia.- dijo Renata y se alejó para irse a sentar en una banca cerca de nosotras. A lo lejos se escuchaban unas pisadas rápidas y que cada vez se oían más cerca, hasta que el dueño de aquellas habló.

- Maky.- gritó Jos.- ¿quieres un cupcake? Son muchos para mi.- me tendió la caja de plástico.

- gracias.- volví a sonreír.- había comprado donas... Pero creo que un cupcake es mejor.- jos rio y vio a mis amigas.

- ¿ustedes quieren?- preguntó Jos a las chicas.

- yo si.- dijo Sandra y tomó uno, agradeció con una sonrisa y lo mismo hizo Kylie.- oye ¿ya pensaste lo de Guadalajara?- mis amigas oían atentas la platica mientras comían el cupcake.

- Emm... Si, si voy. Solo tendría que pedir permiso a mis padres.- asentí y le dí una mordida al cupcake.

- perfecto.- sonrió  feliz y se alejó rápidamente. Ese chico si que era hiperactivo.

- nos podrías...

El timbre sonó y me fui corriendo, oí a mis amigas gritar mi nombre pero las ignoré y subí a mi salón.

Mamá
últ. Vez hoy 10:58 am.

Hija, lo siento, hoy también iras al psicólogo, saliendo de la escuela te vas al consultorios. Te vemos haya, te quiero.

¡Genial! Mis planes con Sandra están arruinados.

- Sandra.- Agité mi mano para ser vista por ella. Cuando ya estaba cerca de ella caminé un poco menos rápido y la tomé del hombro.- perdón. Tengo que ir al psicólogo y no podré ir al café, tengo cita con el psicólogo.- rodé los ojos De enojo.

- si no te preocupes.- dijo con una sonrisa y se fue.

- ok esperaba un adiós, minino.- susurré y subí a mi auto.

Ya en el psicólogo vi a mi hermano con sus audífonos verdes. Sentado en un sillón café oscuro con una mesa pequeña al lado.

- Hey.- le grite a mi hermano quitándole los audífonos.- ¿tus padres?

- están adentro, el doctor quería hablar con ellos.- su vista no se separaba de su celular.

- es mejor leer.- le quite el celular en el que estaba viendo vídeos de algún YouTuber. Saque de mi mochila un libro y se lo di.

- ¿es la nueva biblia o que?- bromeó refiriéndose a lo gordo de el libro.- ¿inferno?

- es Dan Brown. Muy buen libro, léelo.- golpeé la portada con un dedo.- hay una chica que puede causarte erecciones.- le susurré y el río ligeramente para después abrir el libro en la primera página.

La puerta hizo un crujido y salieron mis padres con el psicólogo que traía una libreta pequeña que recordaba de algún lado.

- Macarena pasa por favor.- el doctor hizo un ademán con la mano que me indicaba pasar.

- ¿por qué tengo que estar de nuevo aquí? No tengo nada.- dije.- ¿o a caso tengo alguna enfermedad mental?

- no. Para nada.- río.- solo quiero descubrir un poco más sobre tu personalidad. Es muy compleja.- jugueteaba con mis manos mientras el hablaba.- dime: ¿quien es tu mejor amigo?

- Sandra tiene que ser.- no lo pensé ni un segundo.- y si se refiere a hombre...- pensé un poco, ¿será pronto para decir el? - creo que es Jos. Se ha portado bien conmigo, y tengo que decir que es muy amigable y tierno. También cuando hablas con el es como si lo conocieras desde hace tiempo, simplemente pasan cosas buenas si estás con el, es como un amuleto de la buena suerte o algo así.

- ¿lo conoces desde hace mucho?- negué.- bien... Creo que ese chico te trae loca.

- ¿qué?- me exalté un poco.- oh para nada.- reí.- no es para mi ni yo para el. Simple amistad...

Inefable. ➢ Jos Canela. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora