Inefable. ➢ Jos Canela.

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- Gracias por llegar temprano.- dijo la directora.- como saben tenemos una semana para el terminar de organizar el baile.

- dos realmente.- dijo alguien entre la gente.

- no, la segunda semana los grupos se irán a un viaje de estímulo y ya no se hará nada.- su voz sonaba dominante.- así que...

Comenzó a dar las tareas y yo no aparecía por ningún lado, espero y haya tenido un error y no me pudiera en ninguna tarea.

- Macarena.- me nombró.- te dejo una de las tareas más importantes...

-¿ repartir los volantes de la fiesta?- dijo Bryan dándome las copias.

- creo que la directora si te odia.- bromeó Jos.

- y todavía lo dudabas.- dije obvia dándole un volante a cada estudiante que pasaba.

- Bernabe.- volteé hacia la voz y la directora era la que me había llamado.- una chica se fracturó la rodilla y...

- sí, me encargaré de rezar por ella.- me burlé. Ya sabia que era lo que me iba a decir " tendrás que ayudarme con la decoración o la comida"

-  ¿podrías ayudar con la decoración y la comida?- preguntó.

- no puedo con las dos cosas, es demasiado.- me quejé.

- yo puedo ayudarla.- dijo Bryan y la maestra asintió. Jos no insistió porque la maestra no lo dejaría hacer nada.

- será una semana agitada.- susurré y seguí repartiendo volantes.

- mira el lado bueno, después de eso nuestro salón estará disfrutando de el zoológico, los tres juntos, como siempre.- habló Jos.

- eso es cierto.- susurré.- Juntos.- sonreí.

Cuando terminamos de repartir volantes la chicharra había sonado, así que fuimos a nuestro salón,  la mochila de Jos que estaba al lado de mi, estaba abierta, algo raro en el ya que siempre la cierra, raramente la mía igual estaba abierta. Busqué para ver si faltaba algo pero estaba todo, hasta algo más, un post it naranja. En el estaba escrito algo con letra pequeñita y alargada. Le indiqué a Jos que buscara un su mochila pero no encontró nada. El mio decía algo más o menos así:

" dirás que es una locura pero... Te amo Macarena. Y perdón por no tener el valor de decírtelo"                                    Y
 
Por extraños motivos traía una "y" en la esquina.

Ambos nos burlamos un poco de eso, pero después preguntamos que quien había sido, pero nadie dijo nada.

- esto es raro.- me susurró.

- Rivera silencio.- dijo la maestra y siguió escribiendo.- Hmm... Pueden irse, mañana me entregan el trabajo.

Todos salieron corriendo de él salón para llegar a tiempo a su clase de inglés, Bryan me acompañó a mi salón pues el estaba un salón al lado.

- hola chicas.- miré a cada una y mi vista se detuvo en Renata.- ¡dios santo renata! ¿Qué te pasó?

Ella estaba muy delgada y traía unas ojeras muy prominentes. A ella no la habíamos visto en dos semanas porque "Se había ido de viaje" pero había regresado peor.

- me enfermé.- su voz era ronca.- nada grave, ya pasará.- dijo sin importancia y yo negué con la cabeza.

- ¿enserio?- pregunté.

- que si.- gritó. - y ya cállate, me hartas.- se sentó al otro lado de él salón.

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- se portó muy rara.- le dije a Jos.- como si de repente me odiara.- dije un poco triste.

- tal vez si esta muy enferma.- especuló Bryan.

- tal vez.- dijo Jos y me abrazó.- tranquila, si quieres ahorita vamos a su casa y hablas con ella ¿sí?

- me parece bien.- le sonreí a los chicos y nos subimos al auto.

Sentía que avanzábamos lento, sentía que todo iba más rápido que nosotros. Mis manos comenzaron a sudar y me mareé

- jos, detente un momento.- pedí. Jos obedeció y se paró.- mierda.- susurré.

- ¿estas bien?- preguntó Bryan.- te vez pálida.

- sí.- suspiré. Estaba regresando a la normalidad.- tal vez la camida me hizo daño. Vamos.-Jos volvió al manejo y a cada rato Bryan o Jos me preguntaban si estaba bien, ellos simplemente eran los mejores.

- bien, aquí estamos, te esperamos aquí.- bajé de el auto y toqué el timbre de esa casa grande con paredes blancas y grandes patios.

- ¿qué quieres?- dijo la voz ronca como si ya supiera quien era, cuando la puerta aún no estaba abierta.

- quiero hablar contigo, sé que no estas bien.- le dije y ella abrió la puerta.

- vete de mi casa.- exigió.- te odio, déjame sola.- gritó.

- Renata ¿qué te pasa? Tu sabes que no me gusta rogar y si lo hago contigo es porque me interesas.- expliqué alterada. Vi a los chicos por medio de mi vista periférica que estaban atentos a nosotras.

- pues deja de rogar.- abrió los brazos y su mirada estaba perdida.- porque a mi no me importas, eres una Puta.

- ¿qué?- pregunté sorprendida.- mira no vive a ser insultada, mejor me voy.- me di media vuelta y apenas si un paso cuando ella habló.

- te odio porque los chicos te quieren, porque no importa que odies a todos, ellos te quieren a ti, te llevas a todos, Jos lo volviste tu mejor amigo, Bryan es obvio que quiere contigo, Johan golpeó a alguien por ti.- comenzó a llorar.- y kylie, y sandy y yo nos quedamos como las feas.

- eso es ridículo.- rodé Los ojos.- ven, sabes que eso no es cierto.- la intenté abrazar pero ella evadió mis brazos.

- lárgate, lárgate.- repetía y me golpeaba con sus manos, sus golpes no eran fuertes. Vi a Bryan y Jos acercarse. Jos separó a Renata de mi y Bryan me abrazó.

- lárgate con tus perros.- gritó y entró a su casa. Quería llorar, ella era mi amiga, la querría, ella era muy importante para mi y me hacía esto. Pero aún así no lloré, me lo prometí a mi, se lo prometí a mi reflejo, no iba a llorar frente a alguien.

- tranquila.- Jos me abrazó, entonces los tres estábamos formando un tierno abrazo.- debe de estar pasando algo dentro de su casa.

- será mejor irnos.- dijo Bryan y todos subimos al auto, yo en la parte trasera porque la cabeza me comenzó a doler. Así que me acosté en el asiento y cerré los ojos, dejándome llevar por la música.