.04

14 2 0
                                    

- no lo voy a aceptar.- me crucé de brazos y negué con la cabeza.

- Macarena, por favor.- rogó Jos.- sí no lo aceptas Johan lo sabrá.

- que lo sepa. Para mi el no existe ya.- dije seca.

- esta...

Jos iba a decir algo pero fue interrumpido por la canción Very ape de Nirvana.

- espera. Es Alonso.- se partó un poco y se recargó en el tronco de un árbol seco.

Alonso...

[12 años. Cuetzalan, Puebla]

Alonso me tenia abrazada, podía sentir cuanta presión había en el. Sin embargo cuando nos separamos, con sus ojos rojos de tanto llorar me miró y me dio la sonrisa más sincera que había visto.

- todo estará bien.- le dije con la voz quebrada. Definitivamente no me gustaba verlo llorar.

- tranquila.- me dijo.- ven quiero mostrarte algo.

Alonso me tomó de la mano y me guió al patio trasero de su pequeña pero acogedora casa. En la casa de juguete que su mamá había comprado para el y para mi, Había unos rectángulos y triángulos de papel pintados con colores simulando un castillo. Alonso se adentró en el y abrió un cofre que parecía de el tesoro, de éste saco un libro dorado, con las páginas en café y como portada tenía dos chicos con cascos de exploradores.

- es hermoso.- le dije hojeando el libro.

- es para llenarlo con aventuras y viajes.- hizo una pausa corta y me miró muy tiernamente.- ¿me harías el favor de llenar este libro conmigo?

- por supuesto Alonso.- le sonreí.- siempre juntos.

- siempre.- me afirmó el.

- listo.- dijo Jos dando un salto para llegar a donde yo estaba.- eh... ¿Todo bien? Tienes los ojos llorosos.

- este...- dije jugueteando con mis manos.- sí todo bien.

- bueno no lo aceptes pero quiero sepas que a él le sigues importando y mucho.- me sonrió.- ¿te gustaría ir a Guadalajara a unos premios? Un amigo esta nominado a "más guapo de YouTube".- río, he de suponer que el título de el premio se le hace muy ridículo.

- Hmm... ¿Cuando?- le pregunté.

- el 30 de septiembre.- afirmó.- un viaje, tu, yo. Siendo exploradores de el planeta.- hizo una posé extraña como de power rager.

- lo pensaré.- me senté abajo de un arbusto y vi a varias parejas enamoradas.- Hmm...- ¿qué es lo que te dio Johan?

- sonrió de lado y me entrego la caja.- tengo que decirte.- pausó para sentarse a mi lado.- que se viste muy mal.

- lo sé.- rodé los ojos y busqué lo que había en la caja.

- ¿un dinosaurio?- pregunté mientras reía incrédula.

- ¡venga!- me animó.- que no es un dinosaurio cualquiera. Este habla.

- perdón por ser un patán. Macarena yo te amo.- dijo el, dinosaurio y reí.

- el sabe que odio este tipo de muñecos que hablan.- lance el juguete lejos de mi.

- ¿entonces me odias?- bromeó Jos.

- te odio por ser un maldito egocéntrico.- aclaré mi voz.- sí no te importa me tengo que ir.

- sí, si me importa.- tomo de mi brazo y lo jaló hasta que quedamos tan pegados como se nos permitía. Me sentí extraña... No sé bien que era lo que sentía, era una mezcla de seguridad y calma. Pude darme cuenta de que todo iba más lento, todo hasta Johan que se iba acercando a nosotros. Jos al escuchar los gritos de Johan, se separó discretamente y levantó al dinosaurio.

- déjalo ahí.- le indiqué y seguí caminando.- adiós Jos, cuídate.

- paz.- dijo Jos y acto seguido soltó un fuerte suspiro.- deberías dejarla. Ella ya no te quiere.- le dijo Jos a Johan y el pateo el suelo.- si necesitas ayuda en otra cosa...

Después de eso ya no pude escuchar más, estaba demasiado lejos para escuchar la platica entre Jos y Johan. Sin embargo no me importaba no oírla, mis pensamientos eran más fuertes y me decían que les debía prestar atención a ellas ¿qué sentí hace unos minutos cuando Jos y yo estuvimos tan cerca? ¿Es eso coraje? Pero ¿por qué tendría que sentir coraje hacia el? El no me ha hecho nada, el me ayudó a darme cuenta de lo poca persona que era Johan.

Al llegar a casa subí a mi cuarto y agregué a Jos a mis contactos ¿como el había conseguido mi celular? Seguramente había sido por Johan.
Tomé mi mochila y guardé mis cosas para mañana. Mínimo mañana seria viernes y podría ir con Sandra a tomar un café, como ya era tradición.

Inefable. ➢ Jos Canela. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora