Empezar Desde Cero.

Prologo.

Dolor, es lo unico que puedo sentir ahora, aun no me creo que ese hombre que tanto me cuido este muerto, y mucho menos por escapar de la carcel.

Miro la rosa que esta entre mis manos y la coloco sobre el Ataud. Miro mi madre que se mantiene llorando, a mi hermana parece no importarle. Siento las lagrimas caer lentamente de mis ojos y como me abrazan para darme un beso en el cabello, me doy vuelta y abrazo fuerte a Poncho, siento otro beso en mi cabello y como le hace caricias.

-Todo va a estar bien mi princesa- me susurra, lo miro a los ojos y le creo, como no creerle a esos ojos verdes que me traen loca desde mis doce años- Todos vamos a estar contigo, siempre- le doy la mejor sonrisa que puedo y miro mas alla, como Dulce, Maite y Christian esperan, ellos son mis mejores amigos y se que nunca me abandonarian...

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-Que hermosa estas- siento la voz de Esteban En mi oido, me alejo rapidamente de el con una mueca, el sonrie.

-Alejate quieres- le digo y el muerde su labio, asqueroso, cree que ni se que coquetea con todas mientras esta con Dulce.

-Eso no lo diras cuando este encima de ti- dice tratando de acercarse y le lanzo una cachetada, maldito idiota.

-Le voy a decir a Dulce, eres un baboso- grite pero el solo rio, sali corriendo a buscar a mi amiga, me las encontre en la banca del patio.

-Si May, es tan dulce, bueno, Dios me tiene loca- escuche decir a Dul y pare, como le digo que su novio estaba coqueteando conmigo si esta enamorada?.

Veo que un chico se le acerca a darle un cuaderno, ella rueda los ojos, Mai se rie y el castaño comienza a caminar muy sonrojado. Pobre chico, a estado tras Dul desde la primaria y ella no lo pela, aunque se ve un buen chico.

-Puedes creerlo, es un acosador!- exclama Dul riendose refiriéndose al chico, Mai asiente divertida y yo hago una mueca.

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-Mamá ya llegue!- grite con fuerza y vi las cajas que llenaban la sala, suspire pensando en el dia en que tengamos que irnos de la casa, ya el banco no las quitaria a fin de mes- Mamá- volvi a gritar pero nadie respondia, supuse que estaria en su cuarto borracha de nuevo. Suspire y comence a subir hacia el mio.

Que triste saber que ya era una costumbre estar mas borracha que consciente. Luego de la muerte de mi padre y la sorpresa del embarazo de mi hermana, junto a la inminente bancarrota no encontro otro lugar para refugiarse que el Alcohol. Negue con la cabeza para alejar todos los recuerdos de todos modos tambien tenia problemas. Esteban Seguia coqueteandome, Dulce lo tenia en un pedestal, a Maite y Christian les prohibieron hablar conmigo y Poncho, Poncho se busco una novia.
Era obvio que me veia como una hermana menor, y me dolia verlo abrazarla y besarla todos los dias.

Senti el celular de la casa Sonar y sali corriendo a atender me encontraba aun en toalla pero podria ser Marcela.

-Marce por Dios al fin te escucho, donde estas?- le pregunto furiosa, la siento bufar.

-Calmate Anahi quieres, yo estoy bien, dile a mamá que me mande dinero- abri la boca indignada.

-Sabes como estamos, Marcela por favor, estas embarazada, cuidate un poco y regresa es lo mejor- la trato de convencer.

-Si no le vas a decir a mamá entonces callate, yo no pienso seguir aguantando sus borracheras, mejor ve a ver si todavia no ha muerto- dice enojada y me cuelga, me quedo mirando el celular, como es posible que piense de esa manera, niego con la cabeza mientras subo las escaleras y me dirijo al cuarto de mi mamá.

Ventanas cerradas, sin luz prendida y huele a alcohol, asi es como ninguna hija quiere ver a su madre, hago una mueca y enciendo la luz. Sorpresa, miedo, terror, angustia. Tardo un poco en reaccionar y comienzo a gritar. Esta tirada en el suelo inmovil con tres botellas de vodka al lado. Me inclino e intento levantarla mientras sigo gritando por ayuda, me olvido de todo mientras las lagrimas corren por mis mejillas.