Empezar Desde Cero.

Capitulo 7.

El silencio incomodo se extendía por toda la cocina sin dar tregua al ambiente tensó y asfixiante. Todos parecían comer al mismo ritmo y haber firmado un acuerdo en el que permanecerían con la vista en sus platos. La única conversación que se mantenía eran las cortas respuestas que todos le daban a la pequeña Ana Paula cada vez que salía con otra curiosidad que saciar.

Anahí se mantenía con la cabeza gacha dándole solo sonrisas a su hija. Sentía la mirada de todos en ella luego de que Christopher había contado la verdad y parte de la historia y no lo soportaba. Ellos no tenían ningún derecho de saberlo, al fin y al cabo nunca la escucharon cuando de verdad los necesitó.

Terminando de comer, Ucker se levantó recogió los platos, los lavó y dio un buenas noches general para tomar a Ana en sus brazos y a Anahí de la cintura instandola a caminar.

Maite los miró salir por la puerta y dibujo una sonrisa triste.

—Me sigue pareciendo dulce la manera en la que cuida de ellas... Aunque sea de nosotros —Christian la miró con una mueca y le apretó la mano en apoyo.

—Después de tantas cosas, entiendo el porqué no le agradamos mucho —comento el rubio con algo de gracia. Dulce suspiró y alejo su plato poniendo el rostro en la mesa cansada. 

No sabía que sentir. En todos estos años nunca había pensado en cuanto de lo que le había pasado a Ani era su culpa. Por Dios era su mejor amiga y ella no supo ver que el mundo se le estaba viniendo encima, no, en lugar de eso ella misma la había empujado aún más al abismo.
Se sentía una imbécil ahora por creer en el estúpido de Esteban en lugar de en Ani. Había caído en el gran porcentaje de mujeres que se vuelven marionetas solo confiando en lo que dice el estúpido de su novio.

Se arrepentía tanto de lo que había hecho. Aunque no era la único.

Alfonso suspiró mientras pasaba la mano por su cabello frustrado. ¿Acaso era demasiado pedir unos minutos a solas con ella para poder hablar y explicarle las cosas?

—Christopher es un imbécil.

—Christopher es su apoyo, Alfonso. ¿Acaso se lo vamos a quitar también?

—¡El solo está impidiendo que nos acerquemos a Ani! —Dulce se sobresaltó cuando el puño de Alfonso golpeó la mesa. Dulce lo miró con el ceño fruncido.

—Debemos dejar de pensar en Christopher como un enemigo, cuando fue él quien cuido de ella todo este tiempo —dijo Maite despacio acercándose a él—Es difícil aceptarlo pero no puedes pretender que ella lo aleje de su vida así como así para volver a estar con nosotros.

—Tiempo al tiempo, chicos —dijo Christian a todos abrazando a Dulce por la espalda y luego caminando hasta la nevera—Pero ahora vamos a ver una película o algo que nos distraiga ¿vale? —animo dándoles una sonrisa a todos que trataron de devolverle la sonrisa poniéndose en marcha.

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—No debiste hacer eso —murmuro Anahí viendo a Ana Paula dormida en su cama. Ucker frunció el ceño y se acercó a ella dejando un vaso de leche tibia en la mesa de noche.

—Tenia que hacerlo, Ani.

La declaración la hizo levantar la vista hacia el para verlo con los ojos tristes. Ucker suspiró frustrado y se acercó a ella hasta arrodillarse a su lado bajo la cama.

—Cuando nació Ana Paula, yo te prometí algo ¿Lo recuerdas? —Ani asintió despacio y él le sonrió de lado—No voy a dejar que nadie les vuelva a hacer daño y eso también va para esos cuatro.

—Tu me dijiste que intentara llevar la fiesta en paz.

—Lo sé, y es lo que debemos hacer estos días —Anahi resopló y se levantó luego de arropar mejor a la pequeña.