Capítulo 9.

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—Mami... ¿Entonces puedo jugal con elos? —Anahi paro por unos segundos de hacer la trenza en el cabello de Ana Paula y suspiró. Con cuidado retomó su tarea buscando las palabras adecuadas para contestarle a su hija.

—Mi amor, tú puedes jugar con quién quieras —dijo ella con una sonrisa algo forzada cuando la pequeña volteó hacia ella. Ana sonrió mostrando sus pequeños dientes.

—¿Y tú vas a jugal con nosotlos, mami? —la pregunta la volvió a dejar en blanco. Ana había quedado encantada con Christian luego de que interpretará al dragón malo y con Maite después de que le hiciera de merienda un gran pedazo de brownie. Sin embargo, no entendía porqué ese repentino de querer jugar con Dulce y Alfonso.
Suspiró. Ella sabía que si iban a trabajar juntos por tanto tiempo como pretendían debían tratar de llevarse bien y eso incluía a Ana.

Pero era tan difícil. Había hablado con Christian, sabía lo que sentía él cuando pasó todo y él como se sintió ella, además de tratar de dar con ella desde antes y eso era un paso. Por otro lado con Maite... Ella la ayudó aún cuando no tenía permiso de hacerlo, la cuidó y eso hace una amiga, una de verdad.
Sintió las lágrimas asomarse de sus ojos al recordar ese momento en su vida. Siempre creyó que había sido un golpe de suerte que había puesto a Christopher en ese lugar en ese momento pero no, fue un ángel; si Maite no le hubiera avisado a Ucker... Probablemente ella no sería la misma, no estaría allí con Ana ni con Ucker, ni siquiera con ellos.

Pero Dul... Nunca podria olvidar su cara de odio y asco. Ni la indiferencia de Alfonso después del beso...

Sintió de nuevo el revoloteo en su estómago al recordar ese único beso... Y el último.

—¡Mami! —el gritó de Ana Paula la sacó de su estupor, sin querer Ani jaló su cabello para seguir haciendo la trenza y sacudió su cabeza.

—Si mi amor, luego vemos eso ¿sí? —termino de hacer la trenza de la niña y le dio un beso en la cabeza. La pequeña aplaudió con alegría y salto a buscar sus muñecas en la pequeña maleta a un lado de su cama.

—Eta es pala la novia de papá —dijo ella mostrando la muñeca de trapo que le había tejido su abuela Paula y luego mostró la Barbie que Ucker le había comprado— Y eta es pala tu amigo mami —dijo ella sonrojada con una pequeña sonrisa tímida mientras miraba de la muñeca al suelo. Anahí parpadeo confundida, y luego miro a Ana fijamente con algo de diversión y sorpresa. Ella sabía perfectamente cual era esa mirada, ella la había dado en la misma dirección que su hija tomaba ahora durante años; Ani suspiró cuando se dio cuenta que al parecer, Ana y ella tenían los mismos gustos y negó con la cabeza divertida sin poder evitarlo, pero aún algo le daba vueltas en la cabeza.

—¿Cuál novia de tu papá? —pregunto con una ceja alzada y diversión en la mirada, la pequeña castaña se puso una mano en la cadera y rodó los ojos en una actitud muy suya.

—La nina de collores en el pelo, mami —dijo ella obvia mientras ponía una mano en su frente—Mi papi tenía una foto de ela.

—¿Ah sí? ¿De Dulce?

—Shi mami, de Duche —dijo la pequeña para luego tomar sus muñecas y luego buscar el juego de té. Ani mordió su labio, nunca se imaginó esto. Sabía que cuando los sentimientos eran fuertes, el tiempo muy pocas veces los podía borrar pero no sé habia dado cuenta de lo grande que parecía ser ese amor platónico que le tenía a Dulce. Tenía que hablar con Ucker, se dijo mientras veía como su hija tomaba sus cosas y trataba de alcanzar el pomo de la puerta para salir. Con una pequeña sonrisa la abrió y la niña salió corriendo escaleras abajo.

Sacudió la cabeza mientras terminaba de acomodarse el cabello para bajar a desayunar.

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⏰ Última actualización: Aug 22, 2020 ⏰

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