Salida

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Por Sakura:

Mi espalda se choco contra un tórax, no pude sentir si era caliente o frío , sólo una corriente helada atravesar todo mi cuerpo.

- Continúa así.- gritó. No reconocí aquella voz pero lo obedecí, él lanzó un balde lleno de un líquido hacia adelante y enseguida vi un encendedor pasar junto a mi. Uno de ellos ardió en llamas, el resto empezó a aglomerarse hacia el fuego.

No lo puedo creer, no puedo creerlo. Seguí al hombre de cabello plateado, ayudó cargando a Juugo y nuevamente emprendimos la marcha. Rápidos, en silencio. Llegamos a nuestro destino, una casa de un piso bastante pequeña, colocaron a Juugo en el sofá y el hombre se perdió en dirección a la cocina.

Me acerqué a la ventana, el fuego se esta extendiendo, no puedo saber con exactitud si eso es bueno o malo. Juugo gruñe como un animal herido.

Cierro las cortinas. Hidan regresa con un botiquín de primeros auxilios.

- ¿Lo mordieron?.-

Sasuke niega con la cabeza.

- La bota lo protegió, pero cuando remate al muerto con el puñal perforó su pie.-

- Diablos.-

Él hombre que nos salvo derramó sin ningún cuidado alcohol encima del guardia, este hizo una mueca de dolor y el suelo se lleno de agua rojiza. La herida se hizo más apreciable, cuatro centímetros de largo de piel esta muy abierto, no lo traspaso al otro lado, pero la herida parece profunda.

- Voy a cocerlo.- Él dice.

- ¿Puedo ir a tu cocina?.- preguntó sin observar a ninguno de los hombres.

- Adelante.-

Me dejo resbalar en la pared apenas entró y escondo mi rostro entre mis rodillas. Después de algunos minutos, los quejidos desaparecen. Él es un buen hombre, leal a Sasuke, incluso después de que lo ilógico se convirtió en realidad él decidió acompañarnos. Valiente, fuerte, decidido. Ahora está herido, y verlo herido duele.

- Sakura.- Levante mi cabeza y me encuentro con unos ojos negros. Esta oscureciendo.

- Lo lamento Sasuke.- mencione en voz baja.- Lo lamento tanto.-

Él se inclino hasta mi altura, su pantalón y sus manos están llenas de sangre.

- No fue tù culpa.-

Él se incorpora, lava sus manos y brazos en el lavadero de la cocina.

- Ven al salón. Decidiremos que hacer.-

Dos velas iluminan la sala, las ventanas están cubiertas por cortinas negras. Por fuera tienen fierros por los que no entrarían más que manos.

- ¿Hay alguien más?.- interroga Sasuke sentándose en el sofá, yo prefiero quedarme arrimada a la pared.

- Mi tía.-

- ¿Está bien?.- Juugo se anima a preguntar. Tiene la pierna estirada, su pie descansa encima de una pequeña mesita.

- Si, sólo está descansando, le ha costado mucho trabajo quedarse dormida.-

- Nosotros tenemos dos camionetas, seguramente las viste, tenemos que llegar a la carretera.-

Hidan niega con la cabeza.

- Esas bestias están en los maizales. Ustedes son testigos. Salir ahora, es igual que ir a morir.-

- Alguien puede llevarse los transportes si no nos movemos. Los necesitamos para llegar a la vía que nos llevará fuera de la ciudad.-

- ¿Y tú amigo? Crees que podamos cruzar con él en ese estado.-

FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora