Capítulo 6

1.1K 160 10
                                    

Por Sakura:

Sasuke abrío la puerta y sin soltar a Juugo me acerqué a la salida. Los maizales se mueven al compás del viento. Hidan no aparece.

- Concéntrate Sakura, mírame.-

Asentí con la cabeza y saque el arma de mi pantalón, Sasuke sujeto a Juugo, bajamos escalones, un muerto se percató de nosotros pero Sasuke me dijo que no lo matará. Aumentamos la velocidad para dejarlo atrás. Nos metimos en las plantas nuevamente. Caminar, correr, continuar. Dispare con prontitud cuando uno intento agarrar mi brazo. Algo de sangre salpicó en mi ropa, un olor asqueroso y nauseabundo hizo que me dieran arcadas. Las plantas a nuestro alrededor empezaron a moverse.

- Tienen que dejarme.- mascullo el pelinaranja.

Cargue más municiones a la escopeta y dispare.

- No te quedes atrás.- grito Sasuke, apresuré mis pasos para estar más cerca. El pelinegro esta cansado, sudor cae por su frente.

No puedo dejar de temblar, temo tropezar, caer y no levantarme, cerrar mis párpados y jamas abrirlos. Me detuve cuando Juugo cayo al suelo. No tuve tiempo de hacer que se reincorpore, el horrible olor de la muerte me hizo girar y disparar, la carne de la parte derecha de su cabeza voló en pedazos que me provocaron náuseas.

- Déjame de una maldita vez.- grito el pelinaranja. El Uchiha lo estaba arrastrando agarrandolo de ambos huecos de las axilas.

- No te detengas Sakura.- dijo observándome fijamente.

Asentí con la cabeza, no puedo dar mas problemas, estoy aterrada pero puedo fingir, al menos intentarlo.

Cuando estamos a pocos metros de la carretera, una sonrisa ilumina mi rostro. Incluso Sasuke parece aliviado. Karin es la primera en observarnos, se acerca apuntando su arma a los maizales.

Suigetsu levanta a Juugo. El pelinegro se deja caer sentado en la vía, su tórax sube y baja con rapidez, algo de sudor cae por su frente. Él también estaba asustado. Tengo náuseas y les doy la espalda antes de arrojar el contenido de mi estómago. Quiero sentarme en la carretera como Sasuke pero soy cobarde y prefiero la seguridad de la camioneta.

- ¿Qué sucedió?.- nos interroga Suigetsu.

No soy capaz de hablar. Me acomodo en los asientos trasero, hundo mi rostro entre mis manos y el llanto escapa. Lo dejo ir, por que supongo que en este mundo nada durará mucho. Los muertos empiezan a salir del maizal, Karin esta disparando.

- ¿Donde estabas?.-

- ¿Acaso te importa?.-

- Aunque no quiera aceptarlo ahora eres una Uchiha, Sakura. Al menos actúa el papel de una buena esposa.-

- ¿Lo haces tú, Sasuke Uchiha? ¿Juegas conmigo el papel de un feliz matrimonio? Dejaste que aquella mujer te coqueteara como si yo fuera nada. No me interesa lo que hagas, yo no interfiero en tu vida, no te metas en la mía.-

- No me hables así, Sakura. Vuelve aquí  maldita molestia.- 

Mis párpados se abrieron de golpe, me duele el cuello, los pies y los dedos. Me reincorpore con lentitud, el cielo está oscureciendo. Juugo esta a mi lado, sus ojos están cerrados. Suigetsu es el que conduce. Sasuke debe estar en el auto de Karin. Un olor asqueroso llega a mis fosas nasales.

- Apesta.- hablo sin querer.

- Eres tú. Tú olor me esta matando.-

Lo observe con enojo, y percibí mi blusa. Él tiene razón. Me la quite y la arroje por la ventana. El peliceleste me esta observando por el espejo.

- Deja de mirarme. Mi ropa esta en la maleta de afuera, no puedo ponerme una blusa ahora.-

- El celeste es un bonito color.- dijo haciendo que sienta mis mejillas calientes, lo decía por mi sujetador. Me cruce de brazos y volví a cerrar mis párpados.

- No quiero casarme con él.-

- Es el hijo de mi mejor amiga.- soltó mi madre con seriedad.- Tú misma quisiste casarte con él. Incluso Mikoto antes de morir te dio su bendición.-

- Era una niña. Ya han pasado diecisiete años. No sé nada de él. Quizás ya hizo su vida. Esto es absurdo.-

- No acepto un no por respuesta, Sakura. Su padre nos contactó, ambos están de acuerdo en aceptar la ultima voluntad de Mikoto. -

Un fuerte golpe en el auto hizo que levantará mi cabeza con rapidez.

- ¿Qué sucede?.- interrogue a Juugo.

- La vía.- dijo señalando hacia adelante.- Está bloqueada.-

Baje de la camioneta y fui por la maleta en la parte trasera. Agarre lo primero que encontré y me lo puse encima. Un abrigo de cierre y capucha color negro, estuve tentada a devolverlo a la maleta, lo conservo desde que tenía dieciocho años, es algo así como un objeto que por mas que pase el tiempo quieres que perduren para siempre contigo. Llegue a la parte delantera de la camioneta. Lo único que nos alumbra en la penumbra de la noche es una pequeña vela que alguien pego en el capote del vehículo.

- Tenemos que avanzar.- soltó Karin bastante tensa.

- Imposible.- hablo Suigetsu.- Sasuke. No podemos continuar, Juugo esta herido, maldición, esta oscuro.-

El pelinegro me observa.

- No podemos seguir.- dije observando a la pelirroja.- Sé que es peligroso quedarnos. Pero no debemos arriesgarnos a caminar en la oscuridad.-

- Son tres contra uno.- murmuró estirando sus brazos- No hay forma de convencerlos. Tenemos que quedarnos en los autos a pasar la noche. Haremos guardia, cada uno tomará un turno. Es necesario que en todo momento mantengan sus ojos bien abiertos.-

- Turnos de a dos.- mencionó Sasuke.- No conseguiré dormir si es Sakura o Suigetsu los que están haciendo la guardia.-  Ninguno de los dos refutamos lo que Sasuke dijo. En estos momentos no me considero alguien en quien poder confiar.- Hare la primera guardia, junto con Sakura.-

Me abrace a mi misma. Quisiera poder despertar de esta pesadilla. Me fui a la parte trasera de la camioneta y me senté junto a mi maleta. Espero que Hidan este bien, indirectamente creo que lo he asesinado. Ellos aún están conversando pero sus voces se escuchan tan difusas, no puedo concentrarme, gotas de agua salada caen en mis mejillas, las limpio con rapidez pero continúan cayendo.

- Los muertos estarán sobre nosotros antes que logremos hacer algo.- solté cuando él se sentó a mi lado tomando su distancia.

- Sólo concéntrate en las luces que veas a lo lejos, y en el ruido.-

- Está bien.- dije observando las pocas estrellas en el cielo.- Tengo miedo, Sasuke.-

- Tendrías que estar mal de la cabeza para no tener miedo, Sakura.-

- Perdón.- observe sus ojos negros.- Creí que era correcto intentar ir por aquellas personas. Pero no sirvió de nada. Hidan decidió quedarse.-

Él regreso su mirada al frente, y no respondió. Mire su mano, ya no lleva el anillo que intercambiamos en la boda. Quizás también tenga que deshacerme de mi anillo. Ahora ya no somos mas que compañeros en un mismo infierno.

FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora