Capítulo 8

371 17 3
                                    

-¿Quién es Dex? –Necesitaba preguntárselo de una vez, había escuchado todo, y solo había conseguido asustarme.

Finalmente Harry admitió que no era su novia, que era todo una broma, todos parecieron aliviados con eso… bueno, todos menos yo.

-Eso me gustaría saber. Nunca le he visto en persona, pero me encargó esto y bueno, pensé que sería fácil. –Me miró riendo sarcásticamente.- Pero me equivocaba.

Puse los ojos en blanco, ¿quién iba a querer algo de mí? Soy la marginada empollona del instituto, lo máximo que alguien podría desear son los apuntes y/o deberes.

-¿Tampoco sabes que quiere de mí? –Lo miré deseosa, con una pizca de esperanza.

-Si lo supiera te lo diría, de verdad. –Posó su mano sobre mi muslo, provocándome un escalofrío. Acaricié sus nudillos, entonces me fijé en unos pequeños cortes que tenía en varias zonas de su mano. Los miré con curiosidad, acercándome poco a poco.

Uno de sus nudillos me pilló por sorpresa al darme un ligero golpecito en mi nariz, noté la risa de Harry en mi pelo.

-¿Qué miras? –Preguntó divertido.

-¿Con qué te has cortado? –Volví a posar mis dedos sobre sus marcas. Él se encogió de hombros.

-Ya sabes, cocinando. -¿Cocinando? ¿Harry Styles cocinando? Já, eso no se lo creo nadie amigo Styles.

-¿Seguro? –Lo miré preocupada, no quería pensar en dónde o cómo se había hecho aquellas heridas.

-Claro. –Sonrió dudoso. Ni él mismo sabía qué contestarme. -¿Quieres que hagamos una locura? –Me miró maliciosamente feliz.

-Por supuesto, ¿qué?

-Vamos a dar una vuelta. –Cogió mi mano, primero pasamos por su habitación.

-Toma. –Me dio una bufanda, un gorro de lana a juego y unas gafas de sol.

-¿Y el bigote dónde está? –Pregunté chistosa.

-Muy graciosa. –Posó su mano en mi hombro.- No le digas a nadie esto, ¿de acuerdo?

-De acuerdo. –Una leve sonrisa asomó en mis labios.

Una vez disfrazada cogí mi abrigo, casualmente combinaba a la perfección con las prendas que Harry me había conseguido.

Salimos al exterior, haciendo bromas y riendo como niños. Me sentía libre, echaba de menos ver el cielo, alcé mi cabeza y noté unos copos de nieve rozar mi rostro. Sonreí, adoraba la nieve. Harry me abrazó por detrás, sus rizos rozaban graciosos mi frente.

-¿Quieres un helado?

-¿Un helado? Está nevando. Podemos resfriarnos.

-¿Rachel Williams tiene miedo de un catarro? –Me miró desafiante alzando una ceja, ¿cómo hacía eso? Si yo lo intentaba, solo conseguía que las dos se elevaran. ‘Concéntrate Rachel, no digas tonterías’, me reprendí.

-Rachel Williams no le teme a nada. –Agarré su mano y lo arrastré a la primera tienda de dulces que había. Sonreí a la chica que atendía, una preciosa adolescente de unos dieciséis años, con el pelo corto y sonrisa contagiosa.

-¿Nos conocemos de algo? –Preguntó dudosa.

-No, creo que no. –Sonreí, presintiendo el motivo por el cual esa chica creía conocerme. ‘El periódico de ayer’, pensé soltando un suspiro.

Pedimos nuestros helados, al salir vi como la chica que atendía llamaba preocupada a alguien por teléfono.

Mientras nos tomábamos los helados por la calle notaba las miradas confusas y chistosas de los peatones. Pero no me importaba, estaba feliz, muy feliz.

-Esto sí es una primera cita. –Comentó Harry sonriendo.

-Ya lo creo. –Me acerqué dispuesta a besarle, cuando vi como cerraba los ojos listo para recibir a mis labios, reí y mordí un trozo de su helado.

-¿Quieres jugar, verdad? –Reía divertido, me encantaban esos hoyuelos tan graciosos. Tiró lo poco que quedaba de helado en una papelera, cuando se giró vi su mirada divertida, ‘Eso te pasa por graciosa’, me dije a mí misma.

Abrió sus brazos, yo solo retrocedía, hasta que se acercó corriendo. Grité sorprendida y eché a correr en un acto reflejo. Reíamos mientras él me perseguía, cuando vi a lo lejos aquel coche me paralicé, ¿casualidades? No creo. Corrí hasta un callejón asustada, Harry me siguió confuso.

Continuará.

¿Siempre? // PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora