No se ve...

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Alex ya se había acostumbrado a caminar solo, no es que le molestara, pero se imaginaba caminando con alguien, riendo, conversando, o simplemente con compañía.

Desde antes no tenia interés en el amor, o las relaciones, no era precisamente asexual, pues tenía amoríos con varias muchachas, pero nada que fuera lo suficientemente fuerte para su gusto. Él buscaba algo más profundo, con quien hablar de cortarse las uñas de los pies, o con quien burlarse de los pies de las demás personas (No, no es precisamente un fetiche de pies, lo que el quería era alguien única con quien hablar de cosas peculiares) y bueno, resulta que ya la tenia, pero Valentina no contaba. 

"Es como un hombre sin rabo..." pensaba mientras pasaba entre muchas personas

"Sin rabo y con lindos ojos..." avanzaba entre toda la gente que venia en sentido contrario

"Y con una excelente voz..." Cruza una calle transitada

"Jajajaja, es tan tonta esa niña" se quedó parado de repente 

"¿PERO QUE MIERDA ESTOY PENSANDO? Demonios, es solo Vale, nada más, la misma niña arrecha y descortés conmigo que he conocido siempre, ha visto la peor parte de mi, y yo la de ella, conozco todo de ella y hay un montón de cosas que criticar... debo pensar mejores argumentos" se sacudió la cabeza tanto como pudo y se paso las manos por la cara como gesto de desesperación. El día era lluvioso, así que su cabello castaño se veía más obscuro de lo normal, y acentuaba mejor sus ojos.

Alex consideraba bastante estúpida a Valentina, es decir, irresponsable, floja, terrible como esposa y como pareja, todo lo contrario a lo que el buscaría en una mujer, sin embargo una vez, quedaron de encontrarse en la estación de los buses, irían a casa de Fernando a jugar videojuegos los tres como era costumbre.

-Ehhh... lo siento pero solo vine para disculparme, no podré ir contigo.- Dijo Valentina mirando al suelo

-¿Qué? ¿Es en serio? ¿Discutieron de nuevo? Vaya, dejen sus huevadas de una, de seguro discutieron por una estupidez. Deja de estar de pesada, y ven, allá lo arreglan como siempre.- respondió Alex molesto, pues traía juegos nuevos en esa mochila que no soltaba nunca, le encantaba jugar por cierto, siempre que no estaba estudiando, o con Valentina y Fernando, estaba solo jugando sobre todo nintendo 3ds, era lo único para lo que ahorraba siempre, sus videojuegos, un gran Fan de Mario, tenia todos los videjuegos aunque no tuviera las consolas pues eran algo caras, se sentía orgulloso de su 3ds, que le había costado tres semanas de ahorrar diarios, y de trabajar en la tienda de herramientas de su tío.

-No es que no quiera ir... él no me quiere ver allí.- Le respondió viéndolo con los ojos algo vidriosos.

-No mames... ¿Es en serio? Vamos, no creo que no te quiera recibir estando allá, ya sabes como es frente a sus papás o su casa, así todo apretado.- Rió.

Valentina sonrió levemente, aceptó y tomaron el siguiente bus. Llegaron a su casa, Alex entró como de costumbre sin tocar, pero Valentina se quedó afuera.

-¿Que carajo haces? entra, me haces quedar mal tonta.- Valentina estaba temerosa, pero agacho la cabeza y pasó.

Fernando venia bajando la escalera, vio a Valentina entrar, la vió de una forma  fría y luego vio a Alex que estaba sentado en el sofá

-¿Por que no subes Alex? Acabo de terminar de poner sonido envolvente en mi cuarto, podemos jugar un poco.- No saludó a Valentina, aunque ella se acercó para saludarlo con el beso de cortesía, el se volteó para hablar sólo con Alex

-Fernan, no seas cabrón, saludala o escúpele o algo.- Dijo en broma.

-No tienes por que meterte, ella tiene otras cosas que hacer que estar metida en mi casa, además le dije que no viniera.- No la veía.

Yo solo quiero quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora