The Moon And The sun. (Cake). One shot.

Cinco.

   Sin darse cuenta, había transcurrido la noche allí, en aquel lugar tan secreto y tan suyo, la mañana era fría y gris. Aquel sol que los alumbraba el día anterior, parece haberlos abandonado hace apenas un par de horas.

   La llovizna repentina no fue lo que había despertado a ambos, claro, la noche anterior se sentían tan cómodos en el pastizal, sin ninguna preocupación, no existía el frío, tampoco en calor, todo era tan perfecto que cayeron dormidos.

   Sin embargo, ellos creían que era el sonido del cielo anunciando la próxima tormenta. Era extraño, el sonido se acercaba cuando debería alejarse, cada segundo se escuchaba más cerca, cada vez más cerca.

   No era la tormenta lo que se acercaba, tal vez llovería, pero aquello no era el sonido de las nubes.

   Y fue cuando la primera piedra llegó.

   Del tamaño de una pelota de golf, la primera roca aterrizo sobre el hombro de Luke, un torbellino de humo se divisaba a lo lejos de la entrada. La segunda piedra fue a dar a la cien de Calum, abucheos y groserías se escucharon en la lejanía.

-¿Luke? -Calum preguntó, cubriendo con su cuerpo al rubio-. Sera mejor irnos. -Dijo al distinguir uno de los insultos que comenzaban a gritar.

   Tomando la mano del moreno, el rubio camino algunos pasos atrás. Otro golpe, pero ahora en su espalda, fue lo que recibió Hood para cubrir a su novio.

   Roca tras roca caían sobre ambos, un quejido salía de la boca de Calum. El cielo comenzaba a tronar y gota por gota el agua comenzaba a caer. El auto estaba a menos de un minuto, y aquellos 20 segundos parecían interminables, cayendo dos rocas por segundo, comenzaban a confundirse con la lluvia. El sonido de suelas de zapatos sonaba como granizo, y el olor a madera quemada hacia quemar la garganta de Calum.

- ¿Q-Que es eso Cal?.- Dijo con la voz entrecortada, Luke. Cubría su cabeza y con pasos largo se apresuraba.
- No lo sé Lukey. Tranquilo, no te pasara nada malo.- Calum hacia los posible por cubrir a Luke a toda costa del mar de insultos que ya era más claro.

   Rápidamente ambos subieron al carro, y ahorrando tiempo, el rubio subió hacia la parte trasera mientras Calum en el asiento del piloto.

   Las gotas caían y resbalaban por el parabrisas y las nubes tronaban a intervalos de pocos segundos. Todo hubiera salido bien, el carro hubiera encendido y ambos huirían lejos, y las piedras solo serian una mala broma.

   Hasta que alguien rompió el parabrisas con un bate de baseball.
   Calum cubría su rostro, juraría que el bate casi lo tocaba. Paralizado del miedo le grito a Luke que bajara del auto. Un grupo de personas, con ropa donada y maltratada rodeaban el auto, haciéndoles imposible salir. Los hombres utilizaban pedazos de tela que cubrían su nariz y boca ala altura del pómulo. De colores en rojo.

   Con rasguños, patadas, gritos, empujones y golpes. Aquel grupo de personas que habían llegado a ellos sólo gritaban insultos con palabras bruscas y escupían hacia ellos.

- Luke. ¿Estas bien? Luke, respóndeme.- Calum hacia un esfuerzo por hablar, el movimiento que causaban los empujones en el carro hacían que no hablará con claridad y fluidamente.

   Las llamas que poseían algunas antorchas habían sido extinguidas por la lluvia, los rostros jóvenes y viejos se asomaban por las ventanillas de las puertas, sí aquellas miradas fueran cuchillos, ambos chicos morirían de puñaladas múltiples.

   Y fue cuando abrieron las puertas, cada una, de golpe y con fuerza bruta. Un hombre delgado y con la cabeza rapada había ido a por Calum. Lo miro y grito.
- ¡Maldito Marica!.

   Calum solo lo miró, su puño derecho se había cerrado y sus nudillos se coloreaban de blanco por presionarlos tanto. Tomo impulso y lo condujo al rostro del hombre. Éste lo tomo con la mano izquierda cubriéndolo y en en intervalo de movimiento, se impulso y su puño derecho aterrizo sobre el pómulo del moreno.
- ¿Qué pasa pequeña princesa, lastime tu rostro?.

   Sus rodillas estaban húmedas, el pastizal estaba mojado por las cercanías del río, habían hecho que ambos adolescentes se arrodillaran y bajaran la mirada al suelo, amarraron sus manos con bandanas, y soltaron un par de golpes en la cara de ambos, el moreno siempre defendió a su novio, aunque a él le tocara la peor parte. Después de alrededor de diez minutos los hematomas ya se notaban, un hombre se acercó a Luke, igual que los demás, sólo que éste llevaba ojos Hazel. Inclino las rodillas quedando en cuclillas y se dirigió a él de forma simple , lo observa desde las piernas hasta el ultimo cabello que caía sobre la frente del rubio.

   Luke solo inclinaba la mirada, cuando el tipo acerco su mano hacia su cabello, Calum reaccionó, subió rápidamente y con su hombro derribo al hombre, ambos cayeron al suelo, el moreno cambio de posición y se recostó en el pastizal, discapacitado de cualquier acción manual. Un par de tipos lo tomaron por los hombros y la cintura, lo levantaron y depositaron un golpe en su abdomen, el ojioscuro solo se retorció y cayo al suelo, de nuevo.
-¡Bastardos!.- escupió Luke al ver caer a Calum. Una persona, una mujer madura se acerco al chico rubio. Lo miraba como alguien mira algo que no puede entender, y raramente como algo que odia.
-¿Como dios puede permitir esto?- Especulo la mujer. Luke sabía que no se refería al maltrato hacia ellos.- ¿Como puede ser que personas como ustedes aun sigan aquí?. Irán al infierno, cómo los demás.

   Luke hacia caso omiso, pensaba que la mujer no lo decía enserio, que sólo era una oveja repitiendo todo lo que hacen las demás ovejas. Y le dolía, más que a cualquier persona en su situación. El ojiazul sólo se limita a bajar la mirada y pensar en el momento en el que dejen de arder sus rodillas.
-¡Mirame!- grito la mujer - ¡¿Estás consciente de que irás al infierno no?!

   Luke se repetía no eres tú, son ellos. Pero no cambiaban las palabras hirientes.

   La mujer se aleja, y con ella, la ultima esperanza del rubio por salir bien de aquella situación. Calum ya se encontraba junto a él, podía notar como forzaba el rostro para no llorar. Y él también tenía que ser fuerte, podía demostrarle a esas personas, que un par de golpes no podían contra él.
— ¿¡Alguien podría llamar a un doctor?! Necesitamos curar a este par que ha ido a través de las tentaciones humanas, necesitamos curarlos de la enfermedad que tienen, no pueden querer a alguien de su mismo sexo.

   Luke y Calum se limitan a guardar silencio, su cuerpo arde por la resistencia y su mente se desequilibra por no saber que pasará después con ellos.

   Cuando creyeron que todo había terminado, Calum acerco su brazo al de Luke, y lo miró, diciéndole con la mirada que todo estaría bien.

   La mentira apenas duro un suspiro.

   Luke recibió un golpe con un bate de baseball, el mismo que había roto los vidrios de su auto hace apenas unos minutos. Inconsciente el rubio cayó al pastizal su rostro había caído de tal modo que miraba a Calum. Este mismo reaccionó al instante y grito su nombre como la ultima palabra que diría. Y lo fue.

   Alguien tomó a Calum por la espalda, le vendó los ojos y puso una cuerda sobre su boca. Lo último que pudo ver, sólo fue a su novio ser arrastrado hacia una camioneta oscura. Seguido, todo oscureció y comenzó a ser frío.

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