Ocho.

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- C a l u m -

La hinchazón del pómulo bajo, lo sé porque ahora puedo enfocar la vista hacia cualquier dirección, me inquieta cada segundo que paso aquí. No he sabido nada de Luke y no puedo hacer algo. No sé en donde estoy, no sé si quiera qué hora es. Talvez tenga que estar aquí hasta que muera de hambre o ellos decidan matarme.

Grito y sé que nadie me escuchara, en parte lo hago por eso, necesito explotar en toda mi frustración, en todo el miedo, en cualquier cosa que me haga sentir que no he muerto aún. De cualquier modo, espero que Luke ya esté lejos de esta mierda.

Pienso cada vez con más precisión en algún punto ciego que estoy descartando, repaso una y otra vez cada característica del cuarto, las 4 paredes verdes mohosas, la ventana enrejada que tiene detrás pavimento. Una puerta metálica oxidada. Nada puede ayudarme. Estoy dandome por vencido, la cabeza me explotará, terminaré por vomitar los intestinos, podría morir justo ahora y tal vez lo haga, comienzo a sentir las piernas, con mayor dominio. Los rasguños comienzan a abrirse, ese idiota me corto, son largas y me alegra que no sean profundas, sangran pero no para preocuparme, arden al contacto con la tela de los pantalones, ya no me importa, espero que Luke pueda salir, que encuentre la salida, que jodan a estos hijos de perra.

Me desvanezco en el piso, junto a mi, un clavo no parece ser mayor problema, hasta que se entierra debajo de las costillas, cierro los ojos y respiro profundo, grito cómo sí fuera a romperme la garganta. Cada punzada en la cabeza me tira más. Los pantalones se humedecieron por la sangre y arde. Me quedo dormido poco a poco, ya no importa, ya nada realmente importa. El suelo esta frío pero mi piel también lo está. Se están quedando marcas de mi sangre en el piso, y siento un charco caliente debajo de mi.

Mi vista se nubla, parece como si colocarán una niebla espesa transaparente que desenfoca todo mi alrdedor. La puerta se abre y lo sé porque la nube color gris se mueve, de ella, una linea opaca espesa se dirige hacia mí. Por más que quiero, y por mas que intento, es imposible que distinga quién es.

- Oh no, no-no-no.

Y es cuando todo mi cuerpo se va.

- L u k e -

Después de haberme escondido detrás de la puerta del sótano, dieron el anunció de que habia escapado, dos tipos parecidos a los que me habían cuidado aparecieron, irritados. Caminaron por toda la habitación, paso a paso uno se tomo la libertad de escabullir por cualquier rincón y lado oscuro, la otra persona buscaba algún indicio que pudiera decirle dónde estaba. Y como un perro arrugó la nariz y comenzó a olfatear, presa del pánico, la angustia y la desesperación, agudizó sus pasos. Justo cuando cada pie lo acercaba más a mi, el sujeto anterior, ya había abierto la puerta que me dijeron que jamás podria abrir. Cerre los ojos  y deje de respirar cuando podia ver la punta de la bota acercarse a mi.

— ¡No está alli! Su cuerpo no es tan delgado para escabullirse, estúpido.— El otro sujeto solo gruñó y pisaba con fuerza el piso, pateó la pared y gritó con fuerza, la suficiente para que me tapara los oidos y pegara más las rodillas al pecho. — Ahora, si me escuchas, tenemos exactamente hasta las 6:00 de la mañana para escontrar a esa pequeña perra. Asi que ¿por qué no cierras la boca y dejas de hacerte el chico bandalo?. No te queda.
— Jodete.

   La puerta cerró fuerte y ruidosamente, escuché caer a dos o tres tornillos. Corrí por el espacio sobrante hacía la ventana dónde estaba atado y miré si había algún indicio sobre el lugar, no habia un mejor lugar para matar a un par de adolescentes.

   Corrí de nuevo y una pulsación en la cabeza hizo que me detuviera, un dolor dentro de mi hizo que retrocediera y cayera de espaldas. Luchaba por no quedar inconsciente, hasta que pude llegar al sótano, bajé y me apoye en la pared de concreto desgastado. Me detuve cuando note las celdas de cemento frente a mi. Se extendían a lo largo del cubículo, el pasillo frente a ellas era lo suficientemente ancho para un par de personas, era horriblemente frío y goteaba por cualquier lado. Habia tubos rotos y oxdidados. Me sorprende la ausencia incluso de ratas o ratones. Pero no importa eso ahora. Caminé tan rápido como pude para poder ver y buscar a través de las pequeñas ventanas rayadas a Cal, busque por cada una de ellas sin orden aparente. Al mirar la primera celda obtuve una respuesta para todas las preguntas que tenía, y esa respuesta podría responder cualquier pregunta que tuviera sobre ese lugar.

   Las puertas no eran cerradas con llave, contenían una perilla de empuje y varios clavos en punta sobre el borde de ésta. La abrí porque la luz no era suficiente, era una luz amarilla opaca, no era una luz que pondrías para trabajar. Quería ser cauteloso y no provocar ningun ruido, me tomó varios segundos abrirla completamente y la perilla impactó contra la pared al llegar, solo podía notar mas luz en la habitación. Y en un rincón, a un chico de espaldas y abrazando sus rodillas, tenia cabello largo hacia el frente, lo noto porque ninguno se escabulle por la espalda. Tal vez era el primer ruido que escuchaba se giró lentamente, tenía el cabello castaño, con flequillo de lado, unos jeans desgastados y sucios de tierra y lodo. Unos vans y una camisa blanca sin mangas, cuando giró completamente pude ver mejor su rostro, labios pequeños y contorneados y un pedazo de tela cubría sus ojos, ésta pasaba por debajo del cabello. Estaba amarrado por las manos con una soga y tenia sangre seca y fresca combinadas. Tenía tatuajes, el más visible y el primero que vi era una cabeza de venado en el brazo, los cuernos se extendían por todo el ancho y entre ambos se encerraba un corazón.

— ¿Harry?.

   ××
   Hola :D

The Moon And The sun. (Cake). One shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora