Reinos Y Libros: Forasteros

5 Emperador (1)

En las partes altas del castillo se encuentra la sala del amanecer, la sala real. En el fondo se encuentra el gran trono del emperador, subido a una alta plataforma de escaleras para mirar a todos desde arriba. El gran trono está hecho al completo de oro, fotmado por un asiento con un alto respaldo y detrás dos gigantes hachas cruzadas, símbolo del imperio. Tanto el asiento como el respaldo van acolchados con terciopelo rojo. Al otro lado de la gran sala hay un balcón semicircular que tiene vistas a la ciudad, obviamente a la parte más rica. El resto de la sala es una vasta extensión de columnas con representaciones de batallas.

Un grito acabó con el silencio de la sala. Selatsirc, el gran emperador acaba de ser informado de la derrota en la guerra del Bosque por parte dbe Kirov. No es muy recomendable enemistarse con Selatsirc.

-¿Te doy un ejército y me traes una derrota? Kirov, uno de los cuatro gloriosos generales de Dos Hachas, derrotado por salvajes con ciervos.

Kirov permanece en silencio, cuando una palabra equivocada te puede llevar a la horca mejor no separar los labios. Al lado del emperador se haya su tesorero, él se encarga de distribuir las riquezas.

-Alteza, la derrota de Kirov es comprensible, el ejército no disponía del presupuesto suficiente.

Selatsirc se levanta de su trono de oro. A continuación desenfunda un puñal muy ornamentado de su cinturón y atraviesa de una estocada el ojo del tesorero. El cuerpo cae a las escaleras que elevan el trono. Hilos de sangre van saltando de escalón en escalón como pequeñas cascadas sobre las escaleras de mármol negro.

-Nadie me tiene que decir a mi que es suficiente o no. Traedme un nuevo tesorero.

Entra a la sala real Galv con una sonrisa de oreja a oreja. Se dirige a la plataforma del trono caminando por el medio de la sala, pisando el gigantesco mosaico real sin darle importancia. El mosaico fue mandado por el abuelo de Selatsirc y representa la batalla de Dos Hachas venciendo al reino del Oeste. Normalmente la gente evita pasar por encima.

-Mi amigo Galv, te veo alegre ¿Buenas noticias o simplemente vienes del burdel?

-Lo primero gran emperador, mi plan ha tenido éxito.

Al sonar la palabra "plan" se alteran los guardias y agarran sus lanzas con más fuerza.

-No fuí informado de ningún plan. -dice el emperador con desconfianza .

-Deja que te explique. Mi plan trata de eliminar a los forasteros y a algún que otro viejo enemigo.

Los guardias se relajan, Selatsirc se vuelve a sentar en el trono poniendo cara de curiosidad.

-Adelante Galv, soy todo oidos.

-Mi plan ha consistido en mandar a un asesino a las montañas del Norte. El objetivo de este era matar al hermano de K'haz y acusar a los forasteros.

-¿Entonces ha funcionado?

-A la perfección. K'haz ya los está buscando con sed de venganza. Sin du héroe el Norte está acabado y sin los forasteros la revolución lo está.

El emperador empieza a aplaudir. Excepto por las palmadas de Selatsirc la sala está en completo silencio.

-¿Nadie aplaude? ¿Es que nadie se alegra por el reino? ¡Aplaudid! - Impera el emperador mientras da un golpe de maza al trono.

Todos sin excepción aplauden en la sala. Hay que tener los nervios de acero y mucha paciencia para compartir sala con ese cerdo. El ambiente es tenso pero la gente está muy acostumbrada a ello. Selatsirc se levanta de su trono otra vez y abre su mugrienta boca para dar más ordenes.

-Quiero un tesorero nuevo, arreglad el trono, dadle oro suficiente a Galv y quitad a Kirov de mi vista. Voy a cazar, espero que cuando vuelva todo esté como lo ordené.

Galv y Kirov salen de la sala real. Caminan por el pasillo para ir a su habitaciones. Los pasillos están muy oscuros, rl castillo está descuidado en general contrastando con la impoluta sala del trono. Las paredes están llenas de moho y las arañas superan a las personas en población.

-Kirov deja de soñar en estar a mi altura -dice Galv dejando soltar media risa.

Kirov sigue en silencio. Galv nervioso aprieta el mango de su espada.

-¿Acaso estás sordo? -pregunta Galv más nervioso

Kirov sigue sin abrir la boca, está más ocupado con la rabia interior que alberga su cabeza, ignora a Galv. Galv desenfunda su espada. Es una epecie de estoque de blanca hoja serrada para desgarrar. Su mango está forrado en terciopelo, la guarda azulada le cubre la mano. En la guarda hay dibujos ornamentales y el pomo es una esfera de cristal verde.

Kirov sin pronunciar una palabra medio desenfunda la suya. Su espada es más grande y tiene detalles de triángulos de varios colores en toda la hoja. Tiene una guarda de cruz clásica pero también tiene un protector semicircular que le cubre la mano.

Ambos guardan las armas a la vez y siguen sikenciosamente su camino. Kirov camina hasta su habitación que está en una torre, se tumba en su cama y se cubre con una piel de oso. La habitación de Kirov es relativamente grande y tiene todo lo que necesita: un yunque para arreglar sus armas, un cofre psra guardarlas, una despensa de madera de roble con visagras forjadas y alguna mesa y sillas.

Hoy fue un día tranquilo en la corte. Es la hora del cambio de guardia, los soldados que protegen la ciudad se van de regreso con sus familias mientras son sustituidos por los del segundo turno. Algunos han bautizado al castillo como inexpugnable, solo los mejores hombres y más modernas piezas de artillería son usadas para proteger la fortsleza real.