—otro rostro conocido. jung hoseok, 22 años y amigo de la infancia. – el oficial dejó los papeles al borde de la mesa y colocó sus manos en sus sienes para masajearlos. – no seas igual de altanero que el otro chicuelo.
hoseok negó con una sonrisa. – mientras más rápido terminemos con esto mejor para mí.
— ¿vas a volver a tus actividades?
—tal vez sí, tal vez no... no lo va a saber, créame.
el oficial choi volvió a masajear sus sienes y bufó.
—sólo dime cuando fue la última vez que viste al joven kim.
—hace, exactamente, ocho días.
hoseok iba caminando por las calles de buam-dong, haciendo un poco de tiempo antes de dirigirse a su destino original. las calles del barrio apenas eran iluminadas y el poco bullicio que había por las calles lo calmaba.
frotó sus manos entre sí y las metió en los bolsillos de su chaqueta para que no se congelaran a causa de la fría noche estrellada. comenzó a caminar mirando al suelo y pateando las pequeñas rocas que se encontraban en su camino, esperando la pronta llamada de uno de sus colegas.
—lo siento mu... – miró bien al individuo con quien había chocado. – ¿jin?
— ¿ho-hoseok?– su voz sonaba algo quebrada y ronca.
—sí, soy yo.
—ah, hola. no te veía desde la reunión de ex-alumnos del colegio. – se abrazó a sí mismo.
—lo mismo digo. – observó un poco más a jin en el abrumador silencio que se había creado. – ¿te pasa algo?
jin negó y hoseok miró a su alrededor. ¡cómo no se había dado cuenta! estaban parados frente al edificio lleno de departamentos en el cual namjoon vivía.
— ¿por qué...? ¿estuviste llorando?– hoseok se acercó más a jin, acortando mucha distancia.
—ten-tengo mucho que contarte.
— ¿y qué estamos esperando? hay un bar cerca de aquí, ¡vamos!– le regaló una sonrisa y lo cogió del brazo para que comenzara a caminar a su lado.
—¡no!– hoseok paró de caminar por el jaloneo de jin y éste apartó la mano. – ¿podemos ir a un lugar más tranquilo?– rascó su nuca, esperando una respuesta.
hoseok asintió y se dirigió a un pequeño combini ''log in'', dejó a jin esperando mientras él cogía dos botellas de soju y las pagaba. salió con ambas botellas destapadas y le ofreció una a jin, quien la aceptó gustoso y dio el primer trago de ambos.
—estoy seguro que todo tiene que ver con namjoon.
jin bebió un gran trago. – ¿por qué piensas eso?
—salías de visitarlo en su departamento, ¿verdad? – jin no respondió. – ¿o visitabas a alguien más?
—no, sí visitaba a namjoon.
— ¿qué pasó? ¿terminaron?– observó como jin jugó con la botella en sus manos.
—hace mucho que terminamos... como hace un mes o más.
—wow, pensé que durarían... – hoseok soltó esas palabras sin pensar y, antes de que pudiera disculparse, jin habló.
—yo también lo pensé pero... ya sabes, los giros que da la vida. – el castaño asintió.
era consiente de los grandes cambios que daba la vida, giros de 360 grados que llegaban a cambiar todo lo que ya tenías más que planeado.
—¿el joven kim saliendo del conjunto de departamentos?– hoseok asintió.
— ¿esto es todo? ¿ya me puedo ir?
— ¿muy impaciente?
hoseok sacó su celular y miró la hora. 6:45 pm. – tengo que prepararme para antes de que comience la verdadera acción.
salió de la oficina, dejando al oficial encargado con la palabra en la boca. cogió todas las hojas y salió de la pequeña sala para dirigirse a una más amplia, en donde lo esperaban sus compañeros del caso.
hora de la reunión general.
