Podía sentir como esos ojos violetas se clavaban en mí, él estaba quieto y con la más grande atención que hubiera puesto en su vida. Entonces continúe con mi historia..
" Ese día era uno como hoy, era mi cumpleaños y cumplía 10, recuerdo que antes de encontrarnos con mi madre y hermano para ir a la heladeria, le rogue a mi padre pasar por una tienda para ver una bicicleta de la que me había enamorado, tanto que sin falta me pasaba cada día por la tienda con la esperanza de que no la comprará nadie y verla siempre allí , mi padre aceptó ir, yo solo quería verla como tantas otras veces, pero nos desviamos primero hacía un banco, me pregunté el porque entrábamos allí, una vez que salimos, me dijo que íbamos a comprar la bici, y yo me quede más que feliz y emocionada, dando brinquitos de alegría en el camino hacia mí bicicleta porque ya sería mía, me adelante a papá y cuando ya no lo vi detrás mío, me asuste un poco, así que volví sobre mis pasos, y lo encontré junto con dos hombres extraños rodeandolo, uno llevaba un cuchillo y el otro abrazaba a papá pero a la vez le apuntaba con una pistola caí en la cuenta de que eran ladrones, ladrones que actuaban como conocidos o amigos de mi padre, él llevaba aterrorizado el rostro y al verme me dijo que corriera a la heladeria dónde ya estaría seguro mamá y mi hermano y que por lo pronto no comprariamos la bicicleta, me dijo que se había encontrado con ellos, amigos a los que no veía hace mucho y ya nos daría alcance.
No le creí.
Grité asustada pidiendo ayuda,y pidiendoles a ellos que soltarán a mi padre, la gente comenzaba a mirar, por lo que ambos se pusieron nerviosos, él que sostenía la pistola soltó el gatillo y mi padre se desvaneció desangrado. Huyeron sin conseguir el dinero destinado para la estúpida bicicleta, pero yo conseguí que mataran a mi padre, que murió allí mismo desangrado, la gente solo observaba, toda reunida alrededor nuestro, mientras yo pedía a gritos y de rodillas que alguien lo ayudará, para cuando la ambulancia llegó el ya había fallecido..."
No quise mirar a Atsushi, no quería ver la mirada de lástima que todos me ponían al saber está historia.
- ¿Cómo se lo tomaron tu mamá y Hermano? - soltó de pronto
- Mal, muy mal, mi madre llegó a echarme la culpa que sí era mía, no lo niego y mi hermano me odiaba con toda el alma, y creo que él lo sigue hacien...
- ¡No es tu culpa! - me interrumpió- Como ibas tu a saber que dos ladrones perseguirian a tu padre, además él decidió ir al banco y comprarte la bicicleta...¡No es tu culpa! - repitió de nuevo
- Pues sí lo es, yo desencadene todo, desde que le pedí pasar por esa tienda, y si tampoco hubiera reaccionado así quizá el seguiría vivo- mi voz se quebraba, pero sentí como Atsushi se acercaba y me abrazaba, quede sorprendida.
- Pues no es así, ¿una inocente niña de 10 años que culpa tendría?. Sufriste mucho, ver lo que viste fue traumatico, y que pasara justo cuando ya tenías una familia que te amaba... - me abrazo con fuerza- Yo no sé que decirte pero la vida fue algo dura contigo ¿no? - Dijo tristemente
No respondí, solo llore apoyada en su pecho, mientras él me abrazaba.
Cuando me recuperé de aquella herida que volvía a sangrar, fui a casa junto a Atsushi que no soltaba de mí mano, en él había encontrado más que un amigo, había encontrado alguien en quien confiar, alguien honesto, y que siempre estaría para apoyarme.
Me sentí dichosa de poder contar con él, a la vez que mis sentimientos hacia él iban en aumento y a terrible velocidad pero ya sabía que el también lo sentía, y eso bastaba.
Al llegar a casa, mamá corrió al verme entrar, y me abrazo como nunca.
- Lo siento - susurré - No quería preocuparte.
- No hagas eso nunca, ¡pensé que no volverías a casa mi pequeña!-me llenó de besos.
Mamá era una gran persona, era muy abnegada por nosotros más cuando ya no contábamos con papá. Se sumió en la depresión cuando él murió pero supo reponerse y reponernos al menos todo lo que podía.
- Mamá - correspondí a su abrazo- ¿Dónde está mi hermano?
-Salió a buscarte preocupado, pero ya regresa
- ¿Preocupado por mí? - pregunté sin creermelo
Sentí como la puerta se abría, y allí estaba mi hermano que entraba por ella.
- Aya...- Dijo sorprendido al verme.
- Lo siento...-Fue lo único que respondí.
- Yo lo siento - suspiró - se qué te lastime al decirte eso, fui un idiota... - soltó con gran esfuerzo - Perdóname por favor.
Asentí y corrí hacía él separandome de mamá para ir a abrazarlo.
- Lamentó arruinar tu cumpleaños - agregó con culpabilidad.
-Claro que no, si fue el mejor de todos los cumpleaños- le respondí con lágrimas de alegría en los ojos.
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Hasta que por fin actualizo :"c
Espero les haya gustado este capítulo, mi especialidad ahora que me doy cuenta es hacer más dramáticas y tristonas mis historias. ¿Eso es bueno? Jejeje
PD: Muchas gracias por leer, comentar y darle sus votos. Significa mucho para mí. OwO
Y...¡Tengan un bonito día!
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~*¡Murasakibara for you!*~
FanfictionDulces, dulces y más dulces, ¿Qué no come otras Cosas? Además, dice que no le gusta el basquetball, sin embargo es el mejor del instituto. Y todo le sale bien... ¡Por Dios! Siento que lo odio.