Mi corazón estaba confundido, eso sin duda, al menos esperaba que él Gigantón no lo haya tomado como un rechazo, aunque obviamente eso parecía, así que deje de correr, frené bruscamente y quise volver sobre mis pasos para aclararlo todo.
- Agh..- me quejé, indecisa de hacerlo o no.
- ¡Aya! - alguien gritó desde lejos.
- ¿Kasuo? - susurré, deteniéndome por completo.
- ¿No estabas en la biblioteca? - Dijo con gran sonrisa mientras se acercaba a mí. Era verdad lo que todos me decían, Kasuo estaba más que feliz desde que nos hicimos novios. ¿Tanto podía significar yo para él?
- Ya iba para allá - le devolví la sonrisa-Es que debía hacerme cargo de algunas tareas del aula - le mentí
- No te esfuerces demasiado - me dijo muy tiernamente. Era un buen muchacho y eso era lo peor.
- Aya...- decía indeciso- Mmmh... Ya se acerca un día especial.
- ¿Día especial?- pregunté sin tener mínima idea.
- ¿Tu cumpleaños?
- Es verdad, lo siento.
- ¿Porqué?
- Por no recordar mi cumpleaños - la verdad me importaba muy poco o nada esa fecha. Además había motivos por los cuales había tratado de olvidarlo
- Te pones mucho trabajo encima que olvidas algunas cosas, es comprensible señorita presidenta- Me dijo feliz dando palmaditas en mi cabeza - ¿y que quisieras hacer ese día?
- No es necesario hacer nada - dije de inmediato.
- Pero es algo importante, ¿qué no te emocionas por tu cumpleaños?
- Para nada - dije a secas
- Sigues siendo la misma chica fría y cortante - suspiró decepcionado
- Pues así soy yo - dije algo a la defensiva - solo pido que mi cumpleaños sea como cualquier otro
- Bien, así será. Ya me voy a casa
- Está bien.
- Bueno... - Se detuvo un momento, pensando que quizá yo optaría por irme con él, pero no era así -... Nos vemos Aya.
- Adiós - sentía que realmente lo había decepcionado.
- Adiós - me sonrió.
/////
Se suponía que lo de ir a la Biblioteca era una simple excusa para evitar a Atsushi como a Kasuo... Mis sentimientos y la manera en la que fluctuaban eran tan confusos que necesitaban un descanso, por lo menos esperaba librarme de esos dos, aunque sea por 5 minutos.
Me acomodé en uno de los rincones más vacíos de la sala dispuesta a planificar las actividades deportivas que se venían, con la intención de no pensar más en eso que confundía a mi corazón, por más cursi que sonará eso quería lograr.
- Rayos... - susurré al darme cuenta que Atsushi era la estrella del equipo de basquetball. Baje mi cabeza sobre mis dos brazos apoyados en la mesa, ya no quería pensar nada.
- ¿Puedo sentarme a tu lado? - Preguntó una voz más que conocida para mí.
- A-Adelante ya me iba - tartamudeé.
- Ayachin... No lo hagas más difícil.
- ¿Difícil? no sé de lo que hablas - Contesté mientras me levantaba del asiento.
- Estas roja como una manzana acaramelada- me observó fijamente - solo quiero saber lo que opinas de mí.
- Espero no trates de "saborearme"...Déjame en paz - dije muy cortante, mientras me iba.
- ¿Me odias, verdad?
Fue allí donde me detuve, realmente hacía mal en mostrarme así, tan mala, tan...estúpida.
¿Esa era la forma de tratar a alguien que quería?
Desde que papá falleció casi siempre me mostraba ruda e indiferente con los demás, quería parecer fuerte para que no vieran que me sentía una mierda por ser la culpable de su muerte y no haber hecho nada, para que mamá no se preocupara por mí y finalmente nadie me tuviera lástima. Pero luego vino Atsushi y desestabilizaba todo lo que trataba de aparentar ser: Sacaba a flote a "la verdadera Aya", y lo peor... era capaz de querer a una chica como yo.
Apreté mis puños, volteé y lo mire fijamente...
- Lo siento Atsushi. Alguien como yo no lo vale. Olvídate de mí - dije con un nudo en la garganta, pensando que era lo mejor.
- Ayachin ¿Dé qué rayos hablas?, si yo soy él que es poco para tí - sonrió tristemente.
En ese instante me dí cuenta que yo había roto su corazón e igual el mío.
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¡Gracias por leer!
PD: Perdón por falta de acentos y demás, no podía esperar más para publicar esta parte. Espero les haya gustado.
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~*¡Murasakibara for you!*~
FanficDulces, dulces y más dulces, ¿Qué no come otras Cosas? Además, dice que no le gusta el basquetball, sin embargo es el mejor del instituto. Y todo le sale bien... ¡Por Dios! Siento que lo odio.