entrenamiento.

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Cuando amaneció keiko descubrió que no había dormido nada, se molestó un poco pero entendió después, no dimos un baños cada uno y salimos de ahí con algo de prisa.
Fuimos a la estación del tren y compramos el último boleto para llegar al nuevo templo.
Subimos al vagón y no dure ni cinco minutos, me dormí hasta que después de cuatro horas, keiko me despertó acomodo todo y me dio agua.
Cogió mi mano, me llevó atrás del tren, esto comenzaba a molestarme en realidad que hicieramos exactamente lo mismo. Pero ahora en un bosque.


-Esto es una trampa? - asustada.
-Es posible sigueme, compruébalo tu misma kazumi - burlándose.
Lo seguí hasta muy adentro del bosque al final bajamos por una colina y pude apreciar un pequeño pueblo escondido dentro de el.
- todas las personas que hay aqui conviven en armonía, hay humanos ornarios y humanos como nosotros o de menor categoría, no tiene nombre este pueblo es mejor así, lo escondimos de todos en medio de la nada, pero esto es sólo encima. Arriba sólo los usamos dos horas al día para entrenamientos de peleas, todos vivimos bajo todo esto. - alegre.


Cuando entre todo era muy viejo, las personas hacían reverencia cuando pasaba frente a ellas.
Entramos como en una especie de escaleras de un sótano, quede impactada cuando vi una ciudad entera bajo tierra. Era impresionante.
Habia una especie de Palacio y un viejo con una voz muy extraña pronunció mi nombre.
Kazumi Ai korunami es un gusto saber que estas con vida y tan fuerte como nunca antes, no había conocido a una de tu clase, todas han fallecido, tus hermanas, las cinco restantes han sido convocadas y estarán mañana a primera hora. - colocó su dedo índice en mi frente y me desmaye.



Cuando desperté keiko me estaba mirando desde un pequeño armario, me dolía un poco la cabeza, cuando me desperte, me queje.
No hagas tanto esfuerzo - dijo keiko.
-¿Donde estoy? - esta será tu habitación en el gran Palacio.- sonriendo.
¿por que desmaye? - confundida.
El profesor quitó el sello que suprime tus recuerdos y tu poder, pero se dio cuenta, que tu misma quitaste la mayor parte del sello, el profesor se sorprendió y esta interesado en entrenar a una de tu tipo, sólo ha existido tres y todas eran caprichosas terminaron por morir tras su desobediencia, eres mucho más fuerte que todos tu sucesores. - alegre.
Tengo hambre keiko! - adolorida.
Dejó el plato cerca de la cama y salió. - tengo que ir hacer mis deberes, pronto estarás mejor kazumi, debes salir a ver al profesor cuando te sientas mejor, te veré en la noche - sonrió.




Comencé a comer, para cuando termine me sentía cansada, me recoste mirando hacia el techo de la habitación. Senti curiosidad así que me levanté y salí para ver al profesor.



-Keiko ya lo dijo todo, debes de estar muy enterada de la situación, me arrepentí de lo que hice no debí suprimir tus recuerdos, casi te cuesta la vida por culpa de mi mala desicion, me disculpo korunami kazumi Ai, yo conocí a tu madre ella era una mujer muy buena y con dotes extraordinarios, clase B y dio a luz a una sucesora de clase A. Ella te protegió hasta el último día de su vida, su amor de madre era tan grande que te protegió has tan en el último momento, quería que existieran en el mundo de los humanos ordinarios, pero no perteneces a ese sitio, ahora te haré una mujer de bien como tu madre lo era.

He escogido a los mejores maestros para tu entrenamiento, sólo tendrás un día de descanso korunami kazumi Ai.
Tus maestros serán tus hermanos y hermanas que llegaran para apoyarte. Te llenaras de conocimientos de todas las partes del mundo.
Quite la estatua del otro templo por que no podía exponerte como una de las fuertes, se que soñastes con ello me he sorprendido del gran poder que posees korunami, mañana empezaras tus entrenamientos. Te recomiendo que descanses bien, tendrás un día muy dificl korunami.
Bienvenida. - sonrió.



Regrese de nuevo a la habitación pero antes de eso me detuvieron, Korunami kazumi haciendo reverencia, - que le gustaría cenar, - un poco de ramen-conteste y luego vino un si, de aquellas jóvenes. n
-enseguida le haremos su cena, disculpe, nos retiramos - hicieron una reverencia y se fueron a la cocina.
Era demaciado hacer reverencia, me molestaba un poco pero parecía que todos ahí eran respetuosos.
Seguí mi camino hacia la habitación, encendí la luz y me recoste de nuevo en la cama, al fondo había un pequeño librero, me acerqué ahí y leí algunos títulos, cogi uno pero decidí primero darme un baño.
Revise un pequeño gabinete en el baño con jabones y sales para la tina, la llene de agua puse un jabón de espuma de lavanda y estuve por más de media hora en la tina. Salí con una pijama, cogí el libro y me recoste en la cama.
En diez minutos las jóvenes de servicio me llevaron mi cena a la habitacion, termine y una de ellas regresó con plato y coloco agua fría en la mesa de mi habitación.




Ascendientes del PorderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora