akira

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Me senté en un total silencio en mi lugar. Cuando akira entró se dirigió hacia su asiento y en un destello dejo una pequeña nota en mi escritorio.
Abrí el pequeño papel, el cual decía te esperamos en la sala de Artes para tu iniciación.
No pude concentrarme en la clase, no entendía que había querido decir iniciación, nunca quise pertenecer a ningun club. Sonó la campaña y con algo de miedo me acerqué a la sala de Artes. Estaban los tres y pude sentir a los tres de inmediato. Me asomé a la puerta de la sala.

- kasumi, pensamos que no vendrías. Estaba tontamente distraída.
-toma es la llave de la sala -colocó en mi mano  una llave gris.
- podrás ahora estar con nosotros. 
-  estas feliz akira.
-si.
- yo me retiró, te dejo esto akira no puedo estar cerca de esta chica que toma el arte como algo tan vano, reconoces esto, es tu cuaderno, contiene una descripción exacta de las actitudes de todos. Sólo quiere hacerse popular. - se retiró shizuka algo molesto.
- tus dibujos son geniales- dijo Akira. - tus descripciones son algo directas, es asombroso. Dime, que estoy pensando en este momento? - se acercó demaciado a mi yuko.
- no lo se- intimidada.
- no te preocupes por shizuka el suele ser así.
  -vamos a comer ramen para celebrar en nuevo miembro!  - saliendo de la sala dijo yuko como mucha alegría.
- no tienes clases, estas en algún club? - sonriendo susurro Akira.
- no- tímida.
- shizuka esta celoso, el aparenta tener un fuerte carácter pero es muy sensible, sólo esta cansado de las chicas que fingen saber de algo sólo para impresionar, nuestra popularidad hace que las chicas nos acosen. Pero con este libro compruebo que sólo querías una percepción de todos. - sonriendo.

Durante el resto de la hora no dije ni una sola palabra, Akira tampoco dijo nada, todo estaba en calma, cerré mis ojos y mi mente estaba en blanco.

Kazumi tenemos que ir a clases.
- si.

Akira se adelantó a una distancia considerable.
Al salir de clase camine por el sendero, con la mirada en el suelo un poco desanimada.
- kazumi!! - Levante la mirada, pude ver que se trataba de akira y yuko.
- te esperábamos para ir a comer ramen en conjunto ambos dijeron eso.


Durante un tiempo me acostumbre a estar con ellos, a no estar sola, era una nueva sensación.
Dormía en paz, mi existencia por primera vez sentía no era un caos.
Como era de costumbre salí con los tres chicos populares del club de artes. En un instante shizuka y yuko se habían ido, Akira me acompañó en el camino a casa. Platicabamos un montón de muy triviales.
Se acercó a mi muy nervioso, note que tenía una importante pregunta para mi, trate de averiguar en mi interior de que se trataba pero todo estaba en desorden. Se quedo congelado.

- quiero empezar a salir contigo? - murmuró akira.
Yo no sabía que decir, no sabía que era salir con un chico, los humanos daban miedo, suelen lastimarse con un sentimiento llamado amor, en un impulso mi cabeza aceptó a tal propuesta.



La escuela se volvía mi lugar favorito, no había conseguido ninguna amiga pero en poco tiempo había conseguido salir con alguien,  algo grande me sucedió durante mi mudanza. Llegue a la sala de Artes, Akira estaba esperándome con gran interés, se acercó a mi y sólo dijo buenos días.- yo no pude contestar nada, estaba muy cerca de mi, quede igual que una estatua sin decir nada por varios segundos,

-tengo que mostrarte algo.

Sostuvo mi mano, su energía era peor que un volcán en erupción, me asuste demaciado, enseguida me llevó a un pequeño escritorio, levantó una manta y me enseñó una pintura realmente hermosa.

-lo hice para ti- alegre. En ese momento se giró hacia la puerta.
Y salió unos segundo después.

Cuando salí de la sala, escuche murmuros en la esquina izquierda del pasillo, no pude entender nada habían demaciadas voces. Mientras caminaba en los pasillos, los chicos me miraban, la chicas se enojaban, me sentí impaciente, comencé a tratar de escuchar lo que decían pero no entendía nada, eran demaciadas voces, termine con un horrible dolor de cabeza, no pude presionar el botón de auxilio del celular y en un instante me desmaye.




Ascendientes del PorderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora