Heridas

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Maratón. 1/3

Por Dios,me sonroje, no creía que nada de mi cuerpo le agradará a Ben...

-Lily ¡No inventes!- se quejo Ben, tal y como lo pensaba- am, yo, claro que no... Bueno yo... Tienes muy claro que...- Ben se enredaba con sus palabras.

¿Que significaba eso?, nisiquiera me dio tiempo de preguntarmelo o pensar en una respuesta porque Lily comenzó a jalarme de la mano y a correr por la plaza, los chicos nos siguieron a un tercio del camino, pero llegando a una tercera parte.

Jeff se nos adelanto y tomo la mano de Lily y Ben la mía, comenzamos a ir mas rápido, riendo y realizando algo completamente extraño, muchos se reían o burlaban, incluso nos tenían miedo, pero en esos momentos me sentí completamente yo, llegamos a la que supuse seria la tienda favorita de Lily, comenzó a escoger un montón de vestidos

- Este me gusta para ti -me dijo Lily, lo analice, era un vestido simple pero escotado de la espalda, era muy bonito.

Lo saque de la percha y lo seguí observando, blanco, con el escote en forma de corazón, me gusto bastante así que fui y me lo decidí probar, entre a los vestiduras para ponérmelo, me desprendi de mis ropas rápidamente y me puse el vestido ya que no quería que Lily saliera primero que yo.

Y como nada era perfecto, al final tuve complicaciones con el cierre

-¿Ya terminaron?- preguntaron Ben y Jeff al unísono y rieron al final.

-No- grito Lily- y si quieren mantener sus cabezas pegadas a su cuerpo no me presionen-me reí ante su descarado comentario, no les convenía continuar molestando.

-Yo...- dije peleándome aun con el cierre - no... Puedo... Subir... El cierre- me las arregle para decir mientras me las apañaba con el maldito cierre.

-Abre y te ayudo - dijo Ben, al principio dude ¿Que tantas cosas pueden hacer unos adolescentes en unos vestidores?

Dios que cosas piensas ¡controlate!

Gracias por venir ahora conciencia ; eran unos vestidores, no podría pasar nada,así que abrí.

-Solo apúrate a entrar -dije cuando el frío se colo por la habitación.

-Ya voy, Ya voy -entro rápidamente al vestidor y cerro la puerta detrás de sus espaldas
-que quede claro que estoy frio- me advirtió, pero ya que le iba a hacer.

-Pues ya que -le dije, volteandome de espaldas para que subiera el cierre.

-Okey, a ver- puso una de sus manos en cintura para apoyarse, me estremeci, pero no era por el frío.

Con la otra mano comenzó a subir el ziper, hasta llego el momento de tener que recogerme el cabello.

-¿Que es esto?- Dejo de apoyar sus dos manos y trazo algo en mi espalda, entonces lo recordé,las marcas que me perseguían desde mi infancia seguían allí, me quede estática ¿como lo pude olvidar?

-No es nada-dije apartándome y bajando mi cabello para que no viera las cicatrices que marcaban mi espalda, negué con la cabeza para evadir cualquier tipo de pregunta, gire para verlo a los ojos y no sintiera lástima por mi.

-Pues, eso no parece nada- me dijo- ¿Que te paso?, vamos dimelo- me murmuró, lagrimas indeseables comenzaron a empapar mi rostro, todos los recuerdos que habia estado evadiendo me golpearon, inolvidables, violentos y dolorosos, aun recordaba aquel trágico dia.

-Mis padres iban peleando, yo solo tenia seis años y mi hermano diez, tenia mucho miedo, la carretera estaba mojada y mi padre iba muy rápido, mi hermano me abrazada para que no llorara.

Todo Lo Que Necesitas Es Escapar © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora