Invasión

Hermanos

Un poco más adelante, llegando por las inmediaciones del metro Normal, los chicos ven que algo obstaculiza su paso: un tren naranja destruido que está en las vías del tren.

—¿Creen que podamos pasar sobre de él? —menciona Olivia.

Julián se acerca y sacando un pequeño martillo, derriba la puerta frontal del primer vagón y la logra abrir.

—Pasaremos por dentro de él —menciona el chico.

Los 4 chicos suben por el vagón y caminan, se les dificulta porque el tren está un poco volteado a su derecha y como el piso está inclinado, tienen que agarrarse por los tubos, el tren luce destartalado, no hay nadie arriba y ocasionalmente salen chispazos de cables que cuelgan del techo de los vagones.

Julián, que va al frente los detiene, cuando las chicas le preguntan por qué lo hace, él les dice que guarden silencio y ellos ven la causa de esto.

Un ente parecido al que los atacó en el metro Tacuba está no muy lejos de allí, a pesar de la oscuridad, los chicos pueden verlo claramente cuando ocasionalmente regresa la luz y se va.

—¿Qué hacemos? —pregunta Diana en voz baja.

—Hay que bajarnos e irnos por el lado del tren —sugiere Pablo.

—De acuerdo —le responde Julián— Pero hay que regresarnos de nuevo para salir por la parte de atrás para que no nos descubra.

—De acuerdo —dicen los otros.

Poco a poco y sin hacer ruido, los 4 chicos se regresan por donde habían venido y una vez debajo del convoy proceden a caminar por un lado del tren, se agachan para que el ser no los pueda ver por las ventanas y también lo hacen con el mínimo de ruido posible.

Cuando han llegado a la altura de donde está el ser, se mueven lo más lenta y calladamente posible. Siguen avanzando y cuando han alcanzado el final del tren se levantan y echan una mirada atrás para comprobar que el ser sigue allí sin percatarse de su presencia.

—Vámonos de aquí —menciona Julián— Antes de que nos descubra.

Los chicos reanudan su marcha, rápidamente, pero sin hacer ningún ruido.

Cuando llegan a la estación de San Cosme, los chicos deciden detenerse un rato en los andenes a descansar.

—Extraño a Mario —menciona entre pensamientos Olivia.

—Yo también —dice Julián— Pero no pudimos salvarlo.

—Lo siento por su amigo —les dicen Diana y Pablo.

—Gracias —le dice Olivia.

—Se nota que lo querías mucho —le dice Diana a Olivia.

—Bastante —le dice ella— De hecho, estaba enamorada de él.

—¿Cómo? —pregunta Julián sorprendido— ¿Te gustaba mi hermano?

—¿Son hermanos? —preguntan los chicos.

—Si —les dice Julián— Era mi hermano menor —y luego agrega dirigiéndose a Olivia:

—¿Te gustaba mi hermano?

—Si —le dice Olivia— Pero nunca pude decírselo, y ahora me arrepiento.

—Que coincidencia —menciona Julián.

—¿Qué quieres decir? —le pregunta Olivia.

—Es que tú también le gustabas a él —le dice.

—¿Cómo? —dice ella sorprendida— ¿Y porque nunca me lo dijiste?

—Porque nunca me lo preguntaste —le contesta Julián.

—Pues ni modo —menciona Olivia.

—¿Y ustedes dos qué tal? —les pregunta Julián a Diana y a Pablo.

—¿Qué quieres decir? —le pregunta Pablo.

—¿Son novios o qué? —pregunta Julián.

—Claro que no —menciona Diana rápidamente— Sólo somos amigos.

Esta respuesta pone un poco triste a Pablo.

—No deberías de preguntarles esas cosas a los chicos —le dice Olivia— Déjalos que si quieren ser novios que lo sean y si no, también.

—Yo solo tenía curiosidad —menciona Julián.

Cuando Pablo estaba a punto de mencionar algo, los 4 oyen un ruido que los sobresalta, rápidamente se paran y observan de lejos la fuente del ruido, los 4 ven a otro de esos seres, aunque más pequeño, que está en el área de las taquillas.

—No hagan ruido —menciona Julián— Vamos a meternos a las vías y nos vamos a ir de aquí gateando.

Los demás asintieron que sí.

Los 4 chicos se metieron rápidamente y sin hacer ruido en las vías del tren, pero cuando Diana bajaba pasó con su pie a golpear una piedra contra las vías, entonces el sonido metálico resonó por toda la estación y el ser, al oír el ruido, se dirige a investigar.

—Ahí viene —dice Julián— Ya no podremos escapar, así que nos toca pelear.

—De acuerdo —dice Julián.

Los dos toman unas piedras que habían por allí y esperan el momento adecuado, cuando ven al ente sobre de ellos, los dos hombres se le avientan y como es más pequeño que los otros lo logran derribar, entonces proceden a golpearlo, sin embargo, el ser es bastante fuerte y logra quitarse de encima a Julián y lo manda a volar, lo ha dejado muy dañado, Pablo también es derribado pero logra ponerse de pie.

El ser se dirige a las chicas y toma con uno de sus tentáculos a Diana, al ver esto, Pablo reacciona rápidamente e intenta liberar a la actriz, como no puede hacerlo, se le ocurre morder el tentáculo, es cuando descubre que la piel de estos seres es bastante débil, lo cual provoca que el tentáculo quede despendido del cuerpo, el ente no tiene de otra más que soltar a la chica y retirarse pero antes de que pueda hacerlo Pablo logra agarrar una piedra más grande y lanzarla a la cabeza del ente matándolo.

Pablo termina bastante asqueado por haber mordido al ser, las chicas observan cómo de su boca queda un poco de sangre de color verde que salió del ser.

—Gracias —le dice Diana a Pablo.

Después de limpiarse, los 3 van a ver a Julián, permanece en el suelo herido, los chicos ven que sus heridas son graves y que lo más seguro es que no sobreviva porque no hay doctores ni botiquín de primeros auxilios.

—Tienen que irse —les dice Julián con mucho esfuerzo— Puede que se hayan dado cuenta de que están aquí.

—Pero Julián... —menciona Olivia llorando.

—Váyanse —les dice Julián y dirigiéndose a Pablo, le dice:

—Espero que te reúnas con tu familia.

Pablo nota que Julián sonríe y le pregunta:

—¿Por qué sonríes?

—Porque yo también me voy a reunir con mi familia.

Y acto seguido Julián deja de existir.

De nuevo los chicos no pueden contener las lágrimas y no tienen de otra más que dejar el cuerpo inerte de su amigo allí, y reanudan su camino por las vías del metro.

Un poco más adelante, Pablo le pregunta a Olivia:

—¿Por qué dijo que se iba a reunir con su familia?

—Lo ha de haber dicho porque fue a alcanzar a su hermano —menciona Diana.

—No nada más por eso —les dice Olivia.

—¿Qué quieres decir? —le preguntan.

—Yo conocí a los dos desde hace varios años, sus padres fallecieron cuando eran niños, ahora que él murió, toda la familia está reunida.

Después de esto, nadie más habló.

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