El ataque final

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La nave llega en pocos segundos a la nave mayor, tiene la forma de una esfera de aproximadamente 50 kilómetros de diámetro, vagamente parecida a la estrella de la muerte de Star Wars.

—Espero que no nos reconozcan —menciona Pablo.

La nave se mete por un conducto que tiene la nave más grande y al principio como la reconocen como una nave amiga, los dejan pasar, los chicos van volando por dentro de la nave, que en realidad parece una especie de ciudad-planeta flotante, todo les impresiona, ven varias cosas parecidas a edificios plantados en las paredes de la nave y allí varios cientos o miles de aliens que están viviendo.

De repente los chicos notan que otras 3 naves lo vienen siguiendo.

—Ya están sospechando —menciona Pablo.

Las naves de atrás lanzan una señal extraña.

—Quieren que nos detengamos —le dice Pablo a Diana.

—¿Entonces? —pregunta Diana.

El chico acelera la nave y comienza la persecución, se mueven por varios túneles y canales que miden 500 metros de diámetro que es donde están los edificios y así entre tantos túneles pierden de vista a las demás naves, los chicos entonces llegan a una zona con más espacio, debajo de ellos ven una especie de bosque y deciden aterrizar allí.

Los chicos se dan cuenta de que efectivamente es un bosque con árboles extraños, Pablo menciona que lo más seguro es que los vayan a plantar en la Tierra. Pablo menciona también que lo más seguro es que en esa zona haya oxigeno porque tienen los arboles allí.

—¿Y si el aire es tóxico? —pregunta Diana.

—Si fuera tóxico, quiere decir que ellos no respiran nuestro aire, por lo tanto no sobrevivirían en nuestro planeta y su invasión no tendría sentido —le dice Pablo.

—Ah, es cierto —dice Diana— Es lógico.

Los chicos salen y en efecto, allí hay aire y pueden salir y respirar con libertad, después caminan por entre el bosque.

—¿Conoces también algo de esta nave? —pregunta Diana.

—Probablemente —le dice Pablo— Si aquí están los árboles, posiblemente la fuente de poder de la nave esté cerca.

Después de mucho caminar a Pablo se le ocurre una idea.

—Espérame —le dice a la chica— Déjame intentar algo.

—¿Qué cosa? —pregunta la actriz.

Pablo se acerca a uno de los árboles, cierra los ojos y lo toca, de repente de su mano sale un rayo verde que sale del árbol y que se pierde entre el bosque, después de un rato, el chico suelta el árbol y dice:

—Ya sé a dónde ir.

—¿Cómo hiciste eso? —le pregunta Diana.

—Todas las cosas de esta nave, desde su combustible, hasta los árboles, están conectadas con la fuente de energía central, lo único que hice fue buscar un camino —le explica el chico.

—¿Pero cómo lo hiciste? —pregunta Diana de nuevo.

—No lo sé —le dice Pablo— No me pidas que te explique cómo hago algunas cosas que hago porque yo tampoco lo sé.

Los chicos van caminado por el camino que recorrió el rayo verde y llegan a una especie de coladera, Pablo la abre bajan por allí, es una especie de tobogán y eso les parece divertido a los chicos, cuando se bajan caminan por unos pasillos adornados con puros motivos electrónicos.

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