Hola, soy Elena. Tengo 16 años y estoy en mi primer año de escuela superior. Me prometí a mi misma enfocarme en mis estudios para así asegurar un buen futuro. Dejando a un lado el amor. Me propuse ser mas sociable.
Era agosto, justamente el primer día de clases. Mire por un segundo y solo pensé "de vuelta a prisión". Mientras caminaba me encontré con una chica, *gruñí*.
La conocía, había sido amiga un poco cercana pero tuvimos algunas diferencias por lo cual nos distanciamos.Decidí dejar el pasado atrás, era un nuevo comienzo. Ella esta en un rincón sola. Sin pensarlo fui a saludarla. -¿porqué tan sola?- pregunté. -Nadie se acerca a mi, me miran como si fuera un bicho raro-. Contestó.
Y es que daba miedo como lucía.
Eva tenía cabello largo negro y un flequillo que tapaba sus ojos.
Traía labios negros. Miré con atención. Eva destapó un poco su cara, tenía ojos horriblemente delineados. Parecía un panda en depresión. Combinando su figura, estaba bastante pasada de peso.Caminamos hasta entrar a clases. El día era bastante aburrido, nada interesante. Llegó el momento de ir a casa. Mi madre estaba esperando en el auto.
-¿Cómo estuvo tu día?-preguntó.
Contesté inmediatamente con un suspiro. -bien supongo, aun que preferiría dormir y que me pagaran por ello-. *Sonrío*Llegué, me di un baño y dormí por el resto del día. No tenia nada interesante que hacer con mi vida. Soy de las que no estudia y tiene excelentes calificaciones.