Damon pasó a recogerme.
-Hola preciosa- dijo Damon. Ni siquiera estaba lista para salir con él.
-Eh, hola... me iré a preparar-contesté. Inmediatamente fui a mi habitación, luego de 5 minutos de mirar mi armario, elegí una falda negra corta, una camisa a mitad de estómago y unas botas. Me puse lipstick vino oscuro. Bajé a la sala y ahí estaba él, esperando pacientemente.
-hola Damon, ya estoy lista- dije con timidez. Se quedó unos minutos analizando.
-Estás...- no lo dejé terminar y respondí
-¿fea?, lo sé-
-no Helena, estás hermosa-
Es tierno escucharlo, la forma en que se escuchaba mi nombre entre sus labios.
-Bueno, ¿nos vamos?- pregunté sonrojada.
Me abrió la puerta del auto, agradecí con una sonrisa.
-¿a donde iremos?- pregunté
-Bueno helena, ¿que te parece si vamos al teatro y luego por unos helados?-
-Me parece bien Damon-Llegamos al teatro, en la fila para comprar los boletos. Damon no dejaba de mirarme.
-¿Que sucede?-
-Nada, solo observo- contestó sonriendo
-Me estás observando demasiado, cuidado que no desaparezca- dije con humor.
-Muy chistosa helena- rióEntramos a la sala, tomamos asiento al final de esta. Escogimos un filme de humor, reímos descontroladamente durante la película. Damon tomó mi mano, sentí escalofríos, recorría por todo mi cuerpo pero se sentía bien tener mi mano sobre la suya.
Salimos de la sala agarrados de manos.
-¿Tienes hambre Hel?-
-Un poco-
-entonces seguimos con el plan- sonrió amable.
Comíamos helado, sentí mi cabeza fría como el hielo.
-¿cómo la has pasado hoy?- preguntó Damon.
-Bien- contesté tímida
-Me alegra- sonrió.
Llegamos a mi hogar.
-dulces sueños hermosa- besó mi frente.
-igual a ti, Damon-