Capítulo 2

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—¡Ya dejen de exagerar todo! — exclamó __________ frustrada—. Deja de entrometerte... —, suspiró la chica cansada, molesta, ella no sabía cómo reaccionar. Pero ella sabía muy bien que Bill se encontraba con una mezcla de celos y sentimientos encontrados. — ¿Por qué te tenías que meter? Ya aprende a superar. Yo ya no quiero nada, sólo estar normal en algo que yo quiero. —Para él, el pasado jamás terminó.

—Ese idiota te iba a...

—Me iba a besar Billo.

<< ¿Billo?, _______ nunca me llamaba así, realmente estaba enfadada > >. Pensó Bill.

— Comprende que no siempre será lo mismo, deja de ser tan metiche y consigue una vida, imbécil, y déjame a mi en paz, ya me hartaste...

— __________, tranquila, —interrumpió Diana a su amiga—, no te alteres, no le digas esas cosas a Bill...

— Tú no te metas, que este es problema entre Bill y yo. — Y Diana cerró la boca por miedo al estado emocional de su amiga.

— Y tú Bill, ya madura. ¿Quieres?, ¡Lárgate! —Consiguió marcharse con la furia recorriéndole por completo.

Tom permaneció al lado de su hermano.

—Bill, hermano, oye no te pongas triste —dijo Tom palmeando la espalda de su débil hermano.

—Déjame en paz, ¿Quieres?

Entristecido y sumamente mal, sentía su mundo derrumbar, todo lo que él deseaba era estar mejor con aquella chica que alguna vez le quiso pero que ahora sentía repulsión hacia él.

< < Fui un idiota > >. Pensó él. Mientras caminaba perdido en sus recuerdos y todos le llevaban a ella.

— Tú, estúpido. —Brando tomó a Bill por sorpresa mientras le giraba con brusquedad y le golpeaba con fuerza el rostro. — No debiste haberte entrometido inútil, —Brando tomó el cuello de la playera de Bill y le hizo chocar contra los casilleros, acorralándole, — tú hermana se nota buena para la diversión, —la irá de Bill aumento y su respiración se aceleró. Se encontraba cabreado por la inútil declaración de Brando, Bill no soportó aquella noticia, él no toleraba la mínima idea de ver a su hermana con alguien más y menos de aquella forma tan lujuriosa.

—Eres una mierda —susurró Bill.

—Siempre en las sombras de tu hermana, cuidándole cómo si fuera una bebe que ni siquiera desea tu compañía, que triste, pero tú eres la mierda...—.

— ¡Cállate! —gritó Bill golpeándole con fuerza la mejilla. Brando se alejó y con furia le regresó el golpe a Bill.

[...]

< < Maldición > >. Pensó Bill. Mientras limpiaba la sangre de su nariz.

Brando se había marchado y Bill se escondió tras las jardineras del patio escolar. El timbre sonó ruidoso mientras todos salían de sus aulas.

El grupo donde se encontraba la castaña demoró un poco más en salir debido al largo tema de Oratoria.

Ella permanecía pensando en todo lo sucedido. En las frías palabras que le pronunció a Bill y en la reacción de él. Ella se sentía avergonzada y sumamente mal, ella no podía permitirse estar en esta situación. Necesitaba pedir perdón a su hermano lo más pronto posible, la culpa le consumía.

—Pueden retirarse —habló el profesor—. Robles y Kaulitz, ustedes se quedan. Vengan acá las dos. — Diana sacó a su amiga de sus pensamientos y le hizo ir con ella, ambas se acercaron con timidez al profesor y este observo a ambas serio.

— Robles. Dime por favor que no le hiciste el examen a Kaulitz... 

—Si profesor, ella me hizo el examen y debo admitir que fue toda mi culpa, sinceramente no entendí nada en todas las clases y yo le obligue a que me hiciera mi examen. — Ambas amigas se observaron y el profesor tallo su rostro con desesperación.

— No es la primera vez, siempre haces de las tuyas Kaulitz, y eso me harta. Bien... —, recobró la compostura. — Detención después de clases mañana. Y ya lárguense ambas.

— Voy por mis cosas —dijo ___________ a Diana.

— Ok, voy a la cafetería por algo de comer, nos vemos haya, ¿Quieres algo? — Preguntó Diana a su amiga mientras acomodaba sus cosas en su morral morado.

— No gracias. — Y Diana salió a prisa de ahí.

La castaña terminó de acomodar sus útiles y al finalizar decidió tirar la basura de los dulces que hace unas horas comió.

— ___________ — Ella escuchó su nombre proveniente de los labios de Bill. Ella alzó la mirada y lo observó recargarse en el marco de la puerta con dificultad.

— ¡Dios mio! Bill. — Y la castaña fue hasta su hermano con rapidez, le observó al rostro y de su nariz la sangre seca le indicaba lo mal que se encontraba. Un golpe morado en su mejilla izquierda le pulsaba a Bill y su labio inferior se encontraba con una herida. La chica preocupada tomó de la mano de su hermano y le guió hasta la primera banca, lo hizo sentar y él soltó un quejido—. ¿Quién fue? —preguntó ella mientras caminaba hasta su lugar por su morral, donde sacó un poco de papel higiénico y gel anti bacterial.

Bill no respondía.

Ella le limpió a Bill la sangre seca proveniente de su nariz y limpió sus heridas, Bill sólo se quejó adolorido.

—¿No me responderás? —El pelinegro pensó en una posible acción que tal vez le costaría la total confianza de _____________, pero necesitaba sentirlo.

"Siempre en las sombras de tu hermana, cuidandole cómo si fuera una bebe que ni siquiera desea tu compañía"

Recordó Bill las palabras de Brando, pero la castaña necesitaba saber quién había lastimado de esa forma a su hermano.

— Respondeme, Bill...

— Fue Brando —respondió Bill inseguro—.  ____________ por favor, aléjate de él. Por favor. —La chica no comprendía, pero ella creía en la palabra de Bill y era obvio que Brando le había otorgado tal paliza a Bill.

—En serio lo siento, sé que te dije cosas que no debía...

Y la castaña fue interrumpida por un atrevido beso que Bill le robó. Un besó que le demostró mucho más que amor, ella no reaccionaba, se encontraba en blanco. Pero benita sea esta sensación, ella se sentía en las nubes, en un paraíso prohibido que le hizo sentir tan plácidamente bien consigo misma, aquel beso le fue tan gratificante que deseo un poco más de aquella sensación. Ella se colocó sobre las piernas de Bill mientras él le abrazaba de la cintura. Ella tomó el rostro de Bill y después le abrazó por el cuello. Los labios de ambos se reconocían a la perfección y sus almas lograron hacer un pacto eterno de salvación mientras aquellos celestiales besos pudieran demostrar lo que uno es para el otro.

No podían alejarse, se necesitaban innecesariamente. Pero el aire era escaso y ambos no querían alejarse.

—Ustedes dos, —interrumpió un prefecto a ambos, y asustados se alejaron de aquel beso, la castaña se tornó de colores en su rostro, temerosa decidió no observar a aquel prefecto, le reconocería de inmediato y ambos estarían en problemas.

—Ya vamos —dijo Bill. Ella se cubrió el rostro avergonzada y se alzó del regazo de Bill, tomó su morral morado y le dio la espalda al prefecto.

Bill tomó la mano de ___________ y le atrajo a él para esconder su rostro en su pecho. Ambos pasaron a lado del prefecto y así pudieron librarse de un problena mayor.

—Lo que sucedió fue un error, un error. Sólo un error. Olvídalo. — Bill le detuvo.

—No continúes así. No me evites, ya no tomes esa actitud conmigo, sabes perfectamente que no dejaré de insistir...

—Ya no soy la misma niña de tres años que siempre querré jugar contigo al amor prohibido a escondidas, —suspiró—. Bill ya los dos somos personas pensantes, y lo que tu deseas jamás será bien visto.


El Delirio De Amarte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora