Esta Vez No digas Nada [SuFin] [UsUk]

La consecuencia del engaño es que, para ambas partes, la culpa llega sola.

Prov América (Alfred F. Jones)

- Arthur, ¿Ocurrió de nuevo? - pregunté aún cubierto por las sabanas y sentado sobre la cama, era la primera hora de la mañana y Arthur estaba vomitando en el baño de la habitación donde dormíamos - Esto se está volviendo costumbre, en verdad estoy preocupado. En cuanto regresemos a casa iremos con uno de mis mejores médicos, esta vez no aceptaré una repuesta negativa -dije sin importarte si Arthur había escuchado o no.

Esta escena en la que nos encontrábamos llevaba algunos meses repitiéndose, Arthur estaba padeciendo de algunos malestares estomacales, se sentía cansado, quizás tan cansada como yo de que mis mañanas fuera iguales últimamente.

- Perdón Al, no es mi intención causarte molestias -dijo Arthur saliendo del baño mientras que detrás de él se escuchaba claramente el ruido del retrete. - lo juro, estaré bien -me lanzó una sonrisa muy forzada, eso me molestó

- No, no lo estarás. Iggy, ¿sabes cuántas veces he escuchado ese "estaré bien"?, más veces de las que puedo contar -comente serio, Arthur bajo la mirada - Ven aquí -le ordené. El se acercó y en cuanto estuvo a centímetros lo jale hacia mi, lo senté en mis piernas y lo abrace. - Te conozco desde hace siglos Arthur Kirkland, dime, ¿Pasa algo?. Últimamente te vez muy disperso, no sólo conmigo sino con todos a tu alrededor, Francis, Mathew, todos opinamos lo mismo...-Recargue mi cabeza en su vientre.

-¿Alfred? -preguntó extrañado

-Iggy, si no te quisiera... No! Si no te amara... Esta situación no me preocuparía tanto, así que no me digas no cuando te ofrezco mi ayuda -dije sin elevar mi mirada.

-Alfred... Estoy bien... -sonaba bastante decaído, después introdujo sus finos dedos en mi cabello y comenzó a acariciarme.

No quería dudar de Inglaterra, pero últimamente se esmeraba mucho en ocultarme algo, más no sabía con exactitud que podía ser. Alrededor de los últimos meses el recibía llamadas a altas horas de la madrugada, su justificación siempre fue que eran asuntos importantes de negocios. En un principio creí que podría estar siendo parte de un  engaño, una infidelidad. Un día escuche al otro lado de la puerta del baño como se expresaba Arthur por el teléfono en dichas llamadas, "no está disponible", "necesitamos encontrar el momento", todo esto dicho con una voz bastante sería y concisa, pensé que esa definitivamente era una de las formas en las que nunca le deberías hablar a un amante. Mi preocupación desprecio en aquel momento.

- Ojala pudiera creerte - Levante mi rostro y lo vi, ahí estaba de nuevo su mirada dispersa, era como si él no estuviera aquí, como si no estuviera escuchando - ¡Iggy! - exclamé

- Ya deberíamos prepararnos, en unas cuantas horas veremos a Suecia en su casa -se separó de mi agarre, se levanto y se dirigió a tomar una ducha

-Mierda... -susurre con coraje para mí mismo.

La mañana transcurrió de manera normal y aburrida, después de ducharnos y arreglarnos bajamos al restaurante del hotel para la hora del desayuno.

Desde que salimos de la habitación Iggy se mostró cada vez más y más nervioso conforme transcurrían las horas, me estaba angustiando, quizás él sabía algo que yo no y eso no me parecía en lo absoluto, como héroe debía estar enterado de todo y cuando la situación no estaba en mis manos mi sangre ardía. Para cuando terminamos nuestros alimentos ya nos esperaba una camioneta que había ordenado Suecia para que nos guiará hasta su hogar. Subimos en ella y todo el camino transcurrió en completo silencio, de vez en cuando solté comentarios sobre el clima o estatuas y monumentos que aparecían conforme el recorrido, pero ninguno de mis comentarios fue contestado por Inglaterra.

-Hemos llegado -dijo el robusto hombre que manejaba el vehículo, bajo del auto y nos abrió la puerta.

-Muchas gracias -agradecí al chofer. Baje y me estiré un poco, luego me percaté de que Arthur no salía de la cabina trasera de la camioneta -¿Iggy? -pregunté y voltee para verlo.